Hot dogs Ramírez

Es la primera vez que como en el este lugar, en verdad si estás cansado de comer los tradicionales Hot Dogs, esta es una excelente opción ofrecen 4 diferente tipos de pan, y 4 diferentes salchichas, mi Hot Dog lo pedí cubano que contenía plátano macho y huevo, está en italiano, el griego, etc. Recomiendo que te quedes a comer en la barra y pidas el combo ya que por $ 33 incluye papas a la francesa o aros de cebolla, por $ 10 pesos más refresco y al menos a mí con un combo fue suficiente.

La carne de las salchichas es muy seca e insípida. Pensé que el chorizo argentino iba a estar rico, pero no sabía nada bien y dejaba una sensación de tierra después de haberlo probado. Se tardaron 40 minutos en darme 2 hot dogs porque «se perdió mi orden» cuando en el lugar habíamos 7 clientes.

Fuimos con muchas expectativas. Todos los ingredientes son de baja calidad. Y las salchichas nada especial con un toque de sabor a los del oxxo.

¿Quieres un hot dog? Pues no hay mejor lugar que Ramirez.
Aunque ya hay 3 sucursales recomiendo la que está sobre Chapultepec, te atiende el mismísimo Ramirez y te felicita si pides un chilli beans, con su tradicional «chido» te sentirás como en casa y aunque dicen que entre semana es la locura, yo solo he ido en fin de semana y se puede estar bastante a gusto en su barra que da a la calle.
Con varios tipos de pan, tres tipos de salchicha y varias especialidades, este lugar es realmente el lugar de los jochos Gourmet, aunque suene a mucho, me quedo corto.
Y obvio el que mas recomiendo es el chilli beans, aunque el mexicano e italiano también están buenísimo.
Si pides en combo el agua tiene refill y sus sabores son buenísimos, el tradicional limón con chia y el delicioso Jamaica con canela.
¡Amo hot dogs Ramirez!

El muy famoso hot dog pero hecho por un experto, ¿cuando han visto eso? además de verlos en las películas o fotografías de utopias gastronomicas… ¿en donde están los hot dogs hechos con materiales de la mejor calidad? Aquí, con el Sr. Ramírez, el señor del loguito es quien da la cara y atiende con una sonrisa y el compromiso que en pocos sitios se ve. En este local que se ubica entre Sonora y Acapulco sucede la realización de ese caprichoso antojo que nos asalta de vez en cuando y nos llena de culpa: comer una salchicha entre dos panes. Albur, excentricidad, invasión yanqui, fusión europea, como sea, aquí hay salchichas artesanales de las que te dicen de qué están hechas, así como las salsas con que aderezan cada mega-​hot-​dog. Mi favorito: el alemán, con chucrut, mostaza y pepinillos. Pero sin falta hay estilos mexicano, jarocho, italiano, en fin, para cualquier gusto pecaminoso. Los aros de cebolla, brownie y pastel de manzana serán las cerezas del pastel para completar el pecado. Ustedes deciden.