Happy’s Pizza

La pizza es buena y el servicio muy amable, es un lugar muy relajado para disfrutar buena comida a un precio justo.
Es bueno para ir en pareja a romancear un rato o en familia a pasarla muy bien.
La selección de vinos no es muy grande pero tienen buenas opciones para elegir.

Este es un lugar perfecto para reunirte con tus amigos, todo pretexto es bueno para visitarlo porque el lugar es muy agradable, podrás tener buen espacio entre mesas para que no te sientas apretado además que se presta para tener una buena charla con la familia o amigos.
No creas que el lugar es muy grande, pero aunque sea algo pequeño la decoración es muy padre, la verdad vale la pena visitarla de vez en cuando. También tienen una carta muy extensa en cuanto a ingredientes se refiere y es por eso que también es excelente opción para comer o cenar estas pizzas que tienen un sabor extraordinario y no están tan «masudas» como las de las cadenas más grandes.
En lo personal también es una muy buena opción para tener una velada con tu pareja, siempre es bueno tener una cena de este tipo de comida porque puedes pasar mucho tiempo platicando y cenando.

Estas pizzas son las favoritas de mi novio porque dice que le recuerdan a su infancia. Íbamos pasando en el auto en una tarde lluviosa por Miguel Ángel de Quevedo y vi cómo sus ojos brillaron cuando vio el local. Sin pensarlo más, le sugerí que comiéramos ahí.
Me encantó el local pequeñito y calientito y sus mesas de madera. Pedimos dos pizzas para probar de sus favoritas: la hawaiana y la de salchicha italiana. La hawaiana, sí, sí la típica de jamón y piña ahí tiene un gran plus, el jamón va finamente picado y se mezcla con el queso a la perfección para que en cada bocado tengas tu porción de jamón asegurada, y la de salchicha italiana me fascinó. La masa de todas sus pizzas es súper delgada, crujiente y la parten en cuadritos, para que comas mucho, pero de a poquito.
Me contó que de niño iban a comer seguido al Happy´s pizza que había por su casa y la cantidad de recuerdos que le llegaban a lamente con cada bocado. Fue un momento muy especial que compartí con él gracias a estas deliciosas pizzas.
La atención es rápida y amable. Se puede acompañar la pizza con una buena cerveza de barril, una copa de vino o con refresco, también hay papas, ensaladas, nachos y helados, pasteles y donas de postre.
Desde aquel día, he quedado contagiada por el gusto de estas pizzas y ya sea que vayamos directamente al local o las pidamos para llevar, se han convertido en nuestras pizzas favoritas.

Hace poco tuve la oportunidad de consumir en esta pizzería y me llevé una muy buena impresión. Recuerdo que pedí por recomendación de uno de mis acompañantes la llamada pizza bien vestida, y sí que éstá bien armada, te la preparan con varios ingredientes y juntos hacen una delicioso platillo.
En general todas las pizzas son sabrosas y más aún si la acompañas de tu bebida favorita, hay cervezas y refrescos. Para rematar tu comida del día puedes pedir también un postre, hay surtido variado.
Si comparas estos productos con las grandes pizzerías, verás que en cuanto a precios son similares, pero en lo personal prefiero a Happy’s, y más aun si cuando las como, lo hago dentro de sus instalaciones, un lugar tranquilo, limpio y bien decorado, pero si así lo quieres, opta por hacer tu pedido vía telefónica, no tardan en entregarte.
Encuentras abierto de lunes a domingo.

Durante algún tiempo el happys se convirtió en el lugar a dónde íbamos a festejar las cosas, a convivir solamente, o a ver el fútbol.
Inicialmente, lo que nos llevó hacia este local fue el maravilloso precio de la cerveza: 100 pesos por una jarra de cerveza de barril. Pero ya estando ahí, nos encontramos con unas deliciosas pizzas delgadas con mucho queso, hechas con ingredientes frescos y con combinaciones exquisitas, fuera de lo común. También con unas papas de gajo deliciosamente doradas y perfectamente sazonadas. De recordar todo esto salivo.
Y bueno, también tienen ensaladas, vinito, en fin, es un lugar garantizado.

De este lugar, aunque está sobre una avenida, en realidad el entorno es tranquilo y seguro, sin concentración de comercios ni de gente; hasta casi podría decirse, un poco anónimo, y por eso a mí se me antojó.
De hecho, como mi trabajo estaba cerca había pasado varias veces frente a él y siempre me llamó la atención: probablemente sólo sea una impresión, y nunca he estado en Europa, pero tiene un aire europeo. Hasta que por fin fui a comer ahí con la familia. Las pizzas están buenas, no son pizzas hechas en serie; y todo el lugar, que tiene un ventanal que da a la calle — por eso cada vez que yo pasaba podía ver todo el interior europeo, según yo -, sillas y mesas de madera, está muy limpio.
Caminando de frente al entrar, en el fondo, hay una barra, por encima de la cual pende de la pared una gran pantalla plana que, los días de fut bol es el centro del ambiente — que es como europeo -, y que seguramente será el punto clave los días del mundial.