Giornale

Me encanta! Pidan te chai caliente y una concha de desayuno. Lo único no tan bueno son los precios.

La comida buena, el servicio bueno igual. Tiene platillos diferentes y buenos. Los chilaquiles light están buenísimos! Y él wrap de Falafel con quinoa está buenísimo! El capuchino deli

Para desayunar, es una apuesta segura. Gran calidad y sabores intensos e interesantes. Siempre huele a pan por las mañanas y el servicio es bueno, a secas, pero bueno.
La comida es menos espectacular, no digo que no sea buena, pero no siento que tenga el mismo valor que en los desayunos, es sólo mi opinión.
Si no saben dónde ir a desayunar, este lugar nunca les va a quedar mal.

Excelente comida, delicioso! Extenso menú con muchísimas opciones saludables. La atención y el servicio: excepcionales!!! No vivo en México pero cada vez que venga haré parada obligatoria :-)

Parecido al concepto de cafetería tipo Society y Café Emir mezclado con Vips y Sanborns.
Aquí puedes pedir varias cosas para comer, como paninis, sandwiches, ensaladas, sopas y consomés, etc.
Lo recomiendo más para reuniones y juntas que para ir a comer. Algo le falta a los platillos que no sé, su sazón me deja mucho que desear, aunque para comer algo ligero entre comidas mientras estas de trabajo funciona muy bien.
La decoración y el ambiente es relajado y es un buen lugar para estar tranquilo ya sea platicando o construyendo proyectos.

Siempre que paso por Altavista veo las cafeterías y los restaurantes y la verdad es que estando tan cerca de San Ángel, Insurgentes Sur y San Jacinto prefiero pasar de largo y no entrar a ninguna. Rompí esa tradición con unos amigos que querían ir a tomar un café y platicar después de la Universidad, como no conocían por ahí, les comenté las opciones y decidimos entrar a Giornale.
No puedo decir que fue la mejor experiencia, ni la peor, más bien fue uno de esos lugares en los que puedes pasar un buen rato, pero no planeas regresar. Nuestra razón fue el espacio y la atención. Quizá nos tocó un mal día o un mal mesero y la atención fue lenta y nos ponían peros a muchas cosas, parecían con flojera de atender.
En cuanto al lugar, es tranquilo y pequeño, quizá demasiado pequeño para ir con un grupo de amigos que lo que busca en sentarse, relajarse, tomar café y platicar. Es preferible ir para comer algo y no tomarse mucho tiempo dentro.
El café es bueno, no el mejor, pero está bien. Los postres son ricos.
Consejo: si sólo quieres ir por un café y una plática, es mejor probar otras cafeterías de la zona. Si quieres comer algo rico, de precio moderado y no te gusta el ajetreo de un restaurante, Giornale es una buena opción.

El Giornale es un clásico que lleva abierto alrededor de una década.
Este restaurante se caracteriza por ser como un Vips con concepto mucho más gourmet y un intenso cuidado en la preparación y presentación de los platillos.
La decoración está hecha para que sientas calma. Las paredes blancas e interesantes tapices enmarcan los muebles en un estado de relajación que se contagia. El menú es súper variado. Puedes escoger alguna entrada que compartir, una sopa, ensaladas, o bien un plato fuerte.
Los platillos que más me gustan son el quinoa con jitomate deshidratado, su única y deliciosa hamburguesa light, el sandwich ruben’s (hecho con corned beef) y el wrap de quinoa. Recientemente sacaron un platillo llamado falafel de quinoa que definitivamente no te puedes perder. Para terminar no olvides pedir un envuelto de manzana o un mouse de plátano con cajeta.
El servicio es rápido, amable y los precios son bastante moderados por lo que no harás sudar mucho a tu cartera y podrás pasar un buen rato. En caso de que lleves niños hay un menú especial para ellos.

Este lugar original por su estilo gráfico, al estilo periódico neoyorquino, la comida es muy buena hasta saludable, mi preferido para llevar por la mañana es el economista: Queso panela o tofu a la plancha, lechuga, jitomate, aguacate y pepinillos.
Si llevan más tiempo, pueden pedir unos hot cakes, que están deliciosos con la mantequilla de chocolate o vainilla que preparan con fresas y un delicioso café americano (descafeinado) a mi gusto.
Por la tarde me vuelve loca el pastel Ferrero: Mousse de chocolate con crujiente de avellana, chocolate y bizcocho de vainilla. Para pecar muy a gusto y olvidarse de un día nada bueno y complicado.

Si buscas una gran variedad en comida internacional, este lugar es el indicado. Por lo general es una buena opción para ir a desayunar los fines de semana, pero tendrás que llegar temprano porque suele llenarse muy rápido. El lugar es pequeño, y cuenta con una terraza para fumadores. La decoración es austera, pero las mesas son cómodas. En este lugar el cliente es la prioridad, así que tú mismo puedes elegir cómo preparan tu platillo, o si algún ingrediente no te gusta puedes ordenar que lo sustituyan con otro.
El menú es bastante extenso; cuenta con platillos para todos los gustos, desde unos chilaquiles hasta una pasta thai. También tienen comida especial para niños. Las bebidas, al igual, son muy variadas: vinos, cafés, licuados, tés, etc. Los precios corresponden a los alimentos; sin embargo, no es tan barato como uno esperaría.
El servicio es bueno, pero los fines de semana se vuelve un poco lento. Cuenta con servicio de valet.