Food Republic

Pues que les digo, este lugar es como cualquier lugar mamón de Polanco, pero en lo personal no me gustó nadita, el mesero no tenía idea de nada, nosotros porque somos buena onda, pero si llega un «don» mamon como los que acostumbran a ir, seguro le irá súper mal.
La comida es carísima, las porciones son pequeñas, el sabor no es nada del otro mundo, la verdad no pienso regresar nunca.
Dicen que puedes poner música a tu gusto, pero la playlist que tienen no pasa de 20 canciones.

I went to Food Republic for dinner last night and everything was great! I highly recommend the vegetarian carpaccio, but everything was excellent!

La pizza rota de lo mejor que he probado. El lugar está increíble y gran servicio. Lo recomiendo

El servicio un poco tardado. El menú ofrece tanto que es imposible escoger y al final los platillos no fueron malos, pero dejaron mucho que desear.

En la zona de Polanco por lo regular tienes que someterte a los caprichos del chef o de la franquicia, lo cual no está nada mal, pero en este lugar el chef se somete a tus caprichos, lo cual es todavía mejor.
Son cinco los pilares a través de los cuales puedes construir tu experienica culinaria en este restaruant bastante acogedor: ensalada, pasta, panini, calzone, pizza. Nada mal eh, a partir de ahí tú le pones lo que quieras.
Yo por lo regular me inclino por los calzones, o calzoni mejor dicho, con salsita pomodoro y cualquier combinación de quesos, hay doce a elegir. También puedes elegir el tipo de carne, donde una excentricidad sobresale del resto: el cangrejo de Alaska. Así es puedes probar esa carne de los documentales. También hay aceite de trufa que no te puedes perder la oportunidad de probar.
La verdad es que no te duele la gastadera, si vas bien preparado, la experiencia vale cada centavo.

Cuando los restaurantes se cansaron de experimentar con las preparaciones, con el menú y con el diseño de sus locales, vinieron estos chicos de Food Republic y le dieron la vuelta a lo conocido planteando un concepto que si bien no es nuevo en el mundo, sí lo es en la ciudad.
Me refiero a Food Republic, un restaurante italiano que nos invita a convertirnos en nuestros propios chefs.
Todo comienza con una gran barra de ingredientes, donde podrás elegir desde el tipo de masa de tu pizza (harina integral o blanca), la salsa (tienen tres opciones) y finalmente, un montón de ingredientes que están a tu disposición: desde champiñones u hongos shitake, hasta embutidos, jamones, verduras y demás. La lista es de más de 150 ingredientes, así que es muy difícil no armar una pizza que satisfaga tus más estrictos deseos.
En el tema de las ensaladas la cosa es más o menos igual: hay cuatro tipos de lechuga (French Baby, Baby Spinach — Berros, Arúgula y Romana) para que comiences a armarla y muchos ingredientes que la harán única; yo me preparé una a base de lechuga romana, aderezo balsámico de almendras, jitomate, piñones y ajonjolí que me quedó muy rica.
Ahora que si no traes tantas ganas de crear o cocinarte a ti mismo, puedes pedir el menú de sugerencias donde podrás encontrar muchos platillos deliciosos: te recomiendo de entrada el carpaccio de res, la sopa de tomate rostizado y el calzone (es bastante grande). Si traes ganas de pizza y te gusta el picante, prueba la Picanntissima, que tiene tomate, queso, carne, habanero, manzana, serrano y chipotle. Solo para valientes.
Las pastas también son buenas, y destaca el fusili o fetuccini al burro o Alfredo.
Lo único es que el servicio es un poco lento, yo pienso que el sistema de tarjetas que usan para cobrar aún está en fase de prueba o no le entendieron bien, pero fuera de eso el lugar es muy bueno y la vista que tiene, mucho mejor.
Hay valet parking y aceptan todas las tarjetas de crédito.

El Food Republic es un restaurante en Masaryk y Aristóteles que está en un segundo piso y es relativamente nuevo. El concepto es interesante es una barra de pizzas y ensaladas en la que los clientes pueden crear los platillos a su antojo. Todo empezó porque el abogado Alberto Zínser organizaba comidas en las que los invitados podían diseñar su propia pizza. Junto con su hermano quien ha trabajado muchos años en la industria restaurantera decidieron llevar el concepto a lo que es hoy el establecimiento. También hay comida a la carta.
Es excelente para cenar, tomar una copa; ir con amigos o con la familia. Adentro hay mesas y todo es muy tranquilo y tiene una terraza padrísima para fumadores. Eso sí es bastante caro. Los del restaurante lo recomiendan para ver el futbol porque tiene nun sistema de sonido que controlas a través de iPads.

Aunque todavía no abre, este lugar me emociona bastante. Tiene un Roof Garden muy coqueto que da hacía Masaryk y promete servir pizzas, pastas y bebidas fuera de este mundo. Se nota que es un proyecto buen formado, pues de lo poquito que se alcanza a ver se ve que el lugar les va a quedar increíble. Como para salir los viernes o sábados a cenar y pre copear con la banda. Se dice que van a tener puros ingredientes orgánicos y toda la onda, habrá que esperar y ver que tal está.