Esquites Lázaro Cárdenas

Durante años de circular por avenida Xola ubicaba este puesto y veía un montón de gente en el lugar y el crecimiento que tuvo con los años, pensé que debían estar muy buenos para mantener ese nivel, así que un día me decidí a ir a probar estos esquites.
Lo primero que llama la atención es que la cazuela donde los preparan que es bastante grande, también el montón de puestos que se han añadido, el puesto de papas y chicharrones, de quesadillas y de postres, otra cosa que me pareció muy curiosa es que en lugar que te pregunten si lo quieres con patita de pollo, te preguntan si con tuétano… yo jamás había visto o probado esquites con tuétano, y efectivamente si observas dentro de la cazuela hay patas y huesos de res flotando, en ese momento no se me antojo el tuétano, así que lo pedí solo con mayonesa y mucho limón, a la hora de probarle me quede sorprendido por el sabor que le dan los huesos de res, muy intenso casi como un jugo de carne con granos de elote, es un sabor bien diferente a los tradicional esquites cocinados con caldito o patitas de pollo, también tiene bastante epazote y se siente mucho su presencia en el sabor, es un buen sabor, pero no para mi paladar, creo que ya estoy demasiado acostumbrado al tradicional.
Hay esquites de 15, 22 y 30 pesos, el de 30 es de esos vasos de unicel de a litro, como para toda la familia yo creo, también venden las patas preparadas igual que si fueran patitas de pollo, en un platito con limón, sal y chile, me sorprende ver en otras reseñas del lugar que no hablen de esto, pues para mi resulta rarísimo y más que digan que son con patitas de pollo y hasta una foto vi que etiquetaron como esquites con patita de pollo.
El señor que estaba adelante de mi en la fila para pedir, pidio 2 patas y un vaso de 30, se ve que iba a llevar a su casa para una buena cena, en algunas de las fotos que añadi se podrá ver de lo que hablo.
Unos esquites que me sorprendieron mucho, si bien no me encanto el sabor a carne que tienen, ya veo por que tanta clientela pues hasta el momento son los únicos de su tipo que ubico y segun la señora me dijo que tienen más de treinta años en el lugar, así que seguro seguirán por muchos más y tal vez vaya una segunda vez para pedir uno con tuetano.

Para quienes hemos vivido en las colonias Narvarte y Álamos desde hace ya algunos años, los esquites de Eje Central o de La Mercería Del Refugio se han convertido ya en todo un clásico culinario.
Cuando llegué al Distrito Federal y me mudé a la colonia Narvarte, o sea desde los tres años, recuerdo muy bien las largas filas que tenía que hacer acompañando a mis padres para poder comprar un esquite o un elote; a la fecha la cantidad de gente sigue igual. Desde que empieza a caer la tarde, comienzan a llegar los comensales.
Puedes pedir un esquite clásico, con o sin queso, con o sin crema, con o sin mayonesa, con chile del que pica y del que no pica, pero si no eres remilgoso y sabes comer de todo, te recomiendo que pidas un esquite con tuétano, nunca jamás volverás a ver esos vasitos con granos de elote con los mismos ojos.

Los elotes y esquites son antojitos mexicanos muy populares en todo el país. Por lo general podemos encontrarlos en los carritos de la esquina, o en lugares tradicionales como el centro de coyoacán y los lugares más concurridos.
Es un deleite probar este platillo en una tarde de frío, preparados con mayonesa, queso, salsas, limón, chile, acompañado del sazón de la casa.
En este lugar la preparación de los elotes y esquites es la tradicional, desde que los sacan de la hoya, hasta el momento en que los pruebas, puedes sentir ese aroma y sabor que no encuentras en cualquier platillo o en cualquier lugar. Debemos sentirnos afortunados de tener estos platillos tan tradicionales en nuestro país, que se remontan desde hace ya cientos de años y de generación en generación.

Los esquites al caer la tarde en México son toda una tradición, así que los que se encuentran en la Xola esquina Lázaro Cárdenas, son huérfanos… No tienen madre ¡Están deliciosos!
Ya sea que pidas tus esquites con patitas de pollo, o simplemente con limón, sal y chile.
Trata de llegar entre 7 y 8, a veces todos los chilangos tienen antojo de esquites y se acaban.