Esta pozolería, es de esas leyendas urbanas que existen en el bajo mundo del DF, ya que había escuchado de este lugar pero por la ubicación le había tenido muchas reservas. Esta enfrente de Garibaldi, en una cuchilla que se forma entre eje central y Reforma, ahí solo se ve un edificio de departamentos pero si llegas a la entrada el departamento de la Planta Baja dice Pozole, tocas el timbre y entras en un corredor de un edificio, ya bastante antiguo y medio oscuro, y al final del lado derecho te encuentras con la entrada al local, el cual viene siendo un departamento hecho restaurante, muy bien puesto y limpio y que normalmente esta lleno. El pozole es de mis comidas favoritas y para que lo pueda catalogar de 5 estrellas en verdad debe de estar deli, como llego a la conclusión de que es un buen pozole? muy fácil, en cuanto te lo sirvan si lo pruebas y el sabor es tal que no necesita ningún condimento extra para darle sabor, ese mi amigo, es un buen pozole. Esto no quiere decir que no le voy a agregar condimentos, mas bien es que con esos condimentos voy a realzar mas el sabor de ese pozole. Y lo que pasa con este pozole es que cuando lo probé, a mi gusto le faltaba sabor al caldo, ósea sabia a agua con muy poco sabor, y le tuve que agregar muchos condimentos como sal, limón, mas sal, chile etc para que tuviera un sabor mas agradable, no quiero decir con esto que esta malo, mas bien esta un poco mas arriba que el promedio. La atención es muy buena de los meseros y los precios son bastante accesibles, pide los tacos de chorizo, esos si están de pelos y si te gusta lo picante pide unos alacranes para acompañar la comida que son chiles habaneros fritos en aceite de oliva, en verdad están estupendos pero con moderación. El mezcal de la casa es bastante aceptable y lo acompañas con una sal de chapulín que esta muy rica.
Gabriel E.
Tu valoración: 5 Toronto, Canadá
El pozole es delicioso. El servicio es bueno en el restaurante. Te atienden rápido. La salsa alacran pica de verdad. Te cobran 50 varos de estacionamiento(único inconveniente).
Emilio R.
Tu valoración: 5 México, D.F., México
Sin duda uno de los mejores pozoles que he probado en mi vida. Comer ahí es todo una experiencia. Se los recomiendo mucho.
Evaristo B.
Tu valoración: 4 México, D.F., México
Espectacular el pozole. El pequeño es un cuenco de 750gr, pero no me falta de nada: huevo, sardinas, aguacate, incluso mezcal. Lo preparan delante de ti, y es magnífico. Desde luego el mejor pozole que he comido.
Roberto F.
Tu valoración: 3 Mexico City, México
Existe un fantasma aún rondando en nuestras mesas. La tradición del pozole se ha hecho milenaria ya que tuvo sus inicios en la época prehispánica, algunos antropólogos aseguran que en sus orígenes era preparado con los restos humanos de los sacrificios que efectuaban para ofrecen el corazón a sus deidades dentro de los rituales ceremoniales. Con la llegada de los españoles y durante la cristianización, los frailes le entraron duro y bonito al pozole, pero por la aberración de cometer canivalismo sustituyeron las carne humana por carne de puerco, ya que decían que el sabor era muy similar. En la herencia a otras regiones ha sufrido modificaciones donde lo preparan con pollo y carne de res. El maíz también constituye una parte esencial dentro del pozole, ya que las milpas eran sembradas sobre suelo donde sepultaban a sus ancianos(personas sabias) y familiares, de este modo la milpa se alimentaba de los restos de estos importantes miembros y era por medio del maíz que creían que reencarnaban o mejor dicho«reenmaizaban». Con todas estas características, el pozole era preparado únicamente para los sacerdotes de la tribu, de este modo se hacían más sabiondos. Si quieres disfrutar del pozole de un modo no tan salvaje, pero con un toque muy casero, te recomiendo que vayas al Pozole de Moctezuma, está en la colonia Guerrero en el cruce entre Reforma y Eje Central, es un depa en un edificio y hay que tocar el timbre, es una casa adaptada para restaurante, te sentirás como en casa. Preparan desde el pozole blanco y el tan gustado verde, estilo Guerrero, caldocito, que sólo sirven martes, jueves y sábado. Incluso hay una variedad que le pueden añadir un chorrito de mezcal guerrerense Chichihualco, para que los sabores(aguacate, chicharrón limón) amarren. Por costo es muy barato, ya que va desde los 53 pesos a los 60. También les recomiendo los taquitos de chorizo, una delicia, ahí nomás pa’ abrir el apetito. Y de postre, ahí les dejo una exuberancia: huevos estrellados, no se asusten, sólo es una ingeniosa presentación de duraznos con crema. Cuentan con servicio de bar. La próxima vez que coman pozole recuerden lo que les acabo de comentar, sólo asegúrense de que sea un lugar con prestigio, no sea que lo preparen al viejo modo prehispánico porque según los sacerdotes, no reconocerán la diferencia. Muaha ha ha ha.