El Barrio Hindú

Este es un pequeño rincón de Nueva Delhi y de Calcuta en la Ciudad de México que debería mejorar mucho el aspecto de la higiene. Yo no conozco la India, pero se dice que por allá la higiene deja mucho que desear y quizá por eso este lugar sea auténtico.
Aunque la carta no es muy amplia, me parece que respetan bastante los principios básicos de esta gastronomía tan exótica para nosotros. Con platillos predominantemente vegetarianos, podrás deleitar tus sentidos de la manera más auténtica y parecida a la comida del subcontinente. El propietario es de origen hindú y te atiende personalmente. No es muy sonriente pero es cortés y comedido.
La intención es hacerte pasar una comida agradable en un ambiente auténtico, para bien o para mal. Aquí podrás disfrutar platillos como el Palak Panner, que es un Queso con Espinacas muy sabroso, Pollo al Curry, Pollo Tandor, Arroz Basmatti o unas sencillas Samosas, una especie de empanaditas apretadas ricas, pero grasosas.
El costo es bastante accesible, lo malo es que sólo aceptan efectivo, y el problema de siempre en estas colonias… la falta de estacionamiento.

El Barrio Hindú tiene muchas facetas distintas:
La comida es bastante rica aunque estoy segura si la hagan en el momento o simplemente la calientan. Lo que sí me gusta es que tienen opciones de platillos vegetarianos. El sazón que utilizan es bastante rico y efectivamente te llevan a esos lados «hindúes», por ejemplo las salsas de tamarindo y menta.
El lugar físico como tal no promete mucho (a no ser que uno se siente afuera donde hay un toldo y plantas que decoran la atmósfera muy bien) pero la parte interna del restaurante deja mucho que desear. Tienen miles de objetos viejos árabes tirados por los suelos y amontonados en un rincón. Parece todo un poco desordenado.
El precio no es nada malo, pero el servicio si puede ser un poco lento. Ya conversando con las personas que siempre están ahí notarás que son muy amables.