La terraza del lugar y las noches de tango son lo mejor. La comida ha pasado de ser buena a regular, en mis últimas visitas la calidad de la carne ha sido muy promedio y hay un par de mejores opciones por la zona.
Norma Luz B.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
A mí todo me sabe mejor platicado y si quien me lo cuenta es un oriundo, ¡ufa! Me enlelo y puedo pasar horas sin hablar. Acá en el Asado eso es lo que me enamoró: su dueño nos contó del hermoso espacio que ocupa su restaurante mitad ciudad, mitad campo, nos dio el tour guiado a la cava extensísima que tienen y el Día de las madres en el show de tangos, la guapa e hipnótica cantante nos dio el contexto de cada una de las canciones que interpretó. De ensueño. La comida está por encima de lo terrenal. Las empanadas(aunque hablo de ellas cada que escribo de cortes) sí son las más buenas que se puedan imaginar, la chistorra es fresca y no tan salada, el salmón extraviado deja sin aliento y el brontosaurio, perdón, la parrillada argentina para dos personas ¡e-s o-t-r-a c-o-s-a! Vayan cuando haya espectáculo milonguero y reserven para que tengan los lugares de hasta enfrente. Nada ni nadie se le acerca al Asado del Sur. ¡Nada dije!
Ivan R.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
El restaurante«hijo» que tiene en la colonia Juárez es sólo una probadita del sabor argentino del restaurante«padre» La decoración es lo primero que te asombra, es un verdadero rinconcito gaucho en medio de la ciudad. Es casi un museo y el jardín es un ensueño porque de verdad puedes oler las flores que tienen sembradas, ideal para sentarte una apacible tarde de sobremesa acompañado de mate cocido y deliciosos alfajores. No podía faltar una pista para las tertulias de tango y un menú con todos los sabores argentinos que te puedas imaginar. En este vas a encontrar mucha más variedad de vinos y es virtualmente imposible que se les haya agotado puesto que cuentan con una moderna cava siempre surtida para los exigentes comensales.
Sarah M.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
Este lugar es sin duda uno de mis preferidos en la ciudad. Está ambientado como un sitio de la Patagonia; y es que tiene un hermoso y enorme jardín al interior con pavorreales y figuras representativas de Argentina: un molino, un gaucho y un riachuelo. En sí, el restaurante es enorme y el dueño del lugar nunca tiene empacho en contarte la historia de su origen. Toda la construcción está hecha con madera y hierro, queriendo hacer el contraste entre la ciudad y el campo. El jardín representa al campo, mientras que en el interior un estilo más urbano representa un barrio antiguo de Argentina. Tienen una enorme pista de baile, la cual se usa para las noches inolvidables de tango. La comida es exquisita, su especialidad es el lechón; pero cualquier corte de carne que ordenes deleitará tu paladar. Además, en la carta podrás encontrar otro tipo de platillos, como pasta o mariscos. Cuenta con una impresionante cava de vinos(de hecho puedes pedir la visita guiada): está a 30 metros bajo tierra y tiene todos los aditamentos para mantener los vinos en el mejor estado posible. Posee los mejores vinos de diferentes provincias de todo el mundo. Comer en este lugar es toda una experiencia, y por lo mismo los precios son elevados, y te atienden excelentemente. Tiene estacionamiento privado con servicio de valet.