Cultura, Acciones en Equilibrio

En la calle de Excélsior, existe esta librería miniatura donde en un sencillo librero de recamara y una mesita de sala se pueden encontrar libros y dvd’s.
Propiamente no es una librería, ni una casa de cultura si no más bien una pequeña tienda de regalos para el gusto exquisito. Aun le hace falta muchísima variedad en su catalogo pero el simple hecho de existir en un a calle que no es famosa en su oferta cultural, es de aplaudirse.
Es un pequeño refugio hipster de magnifico cuidado y gusto donde podrás hallar buenos textos, cd’s y películas interesantes para tus amigos mas intelectuales y exigentes pero tampoco debes esperes encontrar los títulos mas raros ni las grandes colecciones.
También, en ocasiones, la tienda ofrece «días temáticos» por ejemplo; un domingo dedicado a la cultura oaxaqueña, con música y arte donde se expondrán artículos referente a esa cultura.
Esta tiendita de arte es una extravagancia que merece darle su tiempo para crecer y que vale la pena apoyar en la medida de lo posible.

El otro día mamá me comentó sobre una nueva librería en las cercanías de mi colonia. No lo creía hasta que pasé por la calle de Excélsior y me percate que ese viejo local por fin estaba abierto, y de abandonado ya no tenía nada.
La voz de Jannis Joplin me llamó y el colorido que expulsaba la habitación de justas dimensiones me atrajo de inmediato. Cuando me di cuenta estaba levantando libros de Xavier Velasco y Fernando Vallejo, con esa emoción que me invade al toparme con cualquier clase de texto. Reaccioné y pedí disculpas por desordenar el lugar, a lo que amablemente me contestó el gestor del lugar, Germán: «No te preocupes, para eso están ahí».
Seguí revisando los precios en los rótulos de los tomos hasta que di con una colección de textos inéditos y cartas dirigidas a amigos de autoría de Cortázar. Vi su costo y me pareció acertado, pero lamenté el vacío de mi billetera.
Sin embargo la atención de los encargados fue tal que me sentí en confianza como para encargar el volumen uno de Último Round, de Julio Cortázar. Sinceramente no creí que lo conseguirían, pero sólo tardaron una semana en entregármelo. El monto que pagué fue justo, si no es que una ganga por el esfuerzo de localización que me ahorraron.