Centro Comunitario Culhuacán Ex Convento de San Juan Evangelista

Cuando pienso en lugares bonitos para visitar al sureste de la Ciudad, no se me ocurren muchos, en realidad, cuando pienso en esta zona en mi cabeza solo veo asfalto, humo, casas, comercios, metros con nombres raros y ya. Cuando conocí este Ex convento inserto en todo lo que nombre anteriormente, se me hizo una pequeña joya por explorar.
El convento de agustinos está muy bien conservado, aún puedes ver pinturas originales en los muros y la distribución original de los cuartos, adentro hay un pequeño museo con piezas que fueron encontradas ahí y cuentan la historia del pueblo de Culhuacán, donde está ubicado este lugar.
Es un espacio muy bonito, con un gran lago artificial y jardines extensos, pero así como es bonito, en la noche es tétrico y en el mes de octubre y noviembre se convierte en una gran oportunidad para celebrar el Día de muertos. A lo largo del convento montan obras de teatro sobre leyendas mexicanas y puedes ver a los fantasmas deambulando por ahí, después de las representaciones puedes visitar el cementerio que está a un lado, donde vale la pena ver la decoración de las tumbas.
Este lugar lo han ocupado muy bien, toda la semana hay talleres de dibujo, de guitarra, coros y una clase de tai chi que se realiza en el jardín. El lugar cuenta con un estacionamiento en el que das una cooperación voluntaria para el mantenimiento. Un espacio verde entre todo lo gris del oriente de la Ciudad.

Este espacio te ofrece mil y un cosas. Ya que puedes desde escuchar un concierto, participar en alguno de los talleres, observar su lago lleno de patitos o ver alguna exposición dentro del recinto.
Este lugar, los fines de semana, está lleno de familias que comparten momentos llenos de diversión y cultura. Ya que desde los niños puedes correr de aquí allá entre los bellos jardines y los integrantes más grandes pueden observar la inmensidad de la ciudad.
La entrada es gratuita, así que no hay pretexto de no ir a visitar este ex convento que resguarda bastante historia de quienes habitaron ahí. Además, está a unos cuantos pasos de la avenida Tlahuac.

Los Colhuas eran la gente bien de la Cuenca de México. Por eso los mexicas, cuando llegaron, no dudaron en crear alianzas militares y casar a sus aguerridos muchachos con la aristocracia de Culhuacán. Los casamientos implicaban el despellejamiento vivo de la doncella en cuestión. Cuando se traba de la hija del rey de Culhuacán las cosas no podían salir bien. Los Colhuas los persiguieron y traton de eliminarlos. Cuando se contentaron de ahí salieron sus primeros gobernantes y ahí recibieron toda su educación y su alcurnia para convertirse en amos y señores de Mesoamérica.
Luego, en el lugar, los Agustinos fundaron el ahora Ex Convento. Esto sucedió en las primeras décadas del siglo XVI es decir, alrededor de 1500. Es una de las pocas construcciones de ese tiempo en la ciudad, de ahi que sea una joya arquitectónica invaluable.
Me encontré con la gran sorpresa de frescos pintados en las paredes representando escenas de la vida de Cristo y de los Santos. Imaginar que tienen casi quinientos años me hizo apreciar la simplicidad del dibujo y los colores. Se conserva el ambiente austero de un edificio en piedra volcánica. Quienes estaban aquí lo hacían con el único propósito de vivir para Dios. Los jardines son espacios de quietud, hay silencio. Se puede pasar un buen rato de lectura aquí o tomar una siesta sin perturbaciones.
Ahora toda la zona del Barrio de Culhuacán se recupera para devolverle al pueblo su importancia dentro de la Ciudad.