Centro Budista de Meditacion Kadampa México

Gracias a una mujer muy querida por mi, a quien de cariño la llamo «Mi madre Budativa» conocí este centro budista. Me invitó a una ceremonia dedicada a los muertos para que pasen mejor a la otra vida (estoy seguro que la explicación es un tanto distinta pero es lo que recuerdo). Ella la ofreció para un sobrino que recién había fallecido. Los monjes del centro llevan a cabo la ceremonia y dedican oraciones a quienes ya no están aquí. En frente de un altar con muchas representaciones de Buda.
Además de los ritos y ceremonias para los fieles de esta filosofía, en el centro se ofrecen conferencias, cursos de meditación y se llevan a cabo eventos especiales. La librería ofrece una selección de títulos
Se encuentra cerca de la Estación Eugenia/​Plaza de la Solidaridad. Se invita a ofrecer un donativo por sesión o clase.

Conocí este Centro en otra dirección, pero sé que actualmente se ubican ellos mismos en la calle de Enrique Rebsamen. Esa vez asistí a una conferencia que sería dictada por una gran maestra muy reconocida en la comunidad: mentiría si lo dijera con toda seguridad, pero me parece que su nombre de budista es Guen Kelsang Kunsang. Conocí ahí monjas y monjes verdaderos practicantes del budismo como forma de vida, y me pareció aún en su plática cotidiana que destilan un carácter agradecido y un amor por las cosas estimulante, además de su buen sentido del humor.
Al llegar la ponente casi nadie en la concurrencia se atrevió a mirarla a los ojos sino que bajaron la mirada: no entendía y me parecía un poco exagerado el gesto. La maestra del budismo habló por horas de manera ligera y contundente, sobre la vida y los males espirituales de la humanidad. Cuando ella bajó de la cátedra, sentí deseos de bajar la mirada en señal de respeto y agradecimiento.
He frecuentado esta escuela ocasionalmente en algunas de sus sedes alternas distribuidas por la Ciudad, y me consta que son gentes afectuosas y de estudio que buscan llevar las enseñanzas tradicionales de esta disciplina al terreno de la vida práctica y cotidiana, llevarlas a ser practicables y benéficas para la vida occidental.