Por algo la Feria del Libro en el Palacio de Minería se satura en cada edición. A la última mi hija y yo entramos de paso y tuvimos una experiencia similar a la de uno de los Unilocalers que aquí reseñan. Dentro, encontramos algunos textos muy atractivos y fue inevitable llevarnos dos, uno para ella y otro para mí, para al menos no salir con las manos vacías y haciéndonos la promesa de volver, porque mi bolsillo se apanicó frente a los precios de algunos títulos. Saliendo, visitamos el Callejón de la Condesa(tan atiborrado como el palacio) y tuvimos la fortuna de encontrar lo que buscábamos a un precio más accesible… incluyendo el libro que había comprado dentro, pero más barato. Sí, me di de topes pero al menos ya lo tenía conmigo. Eso sí, recomiendo ir al callejón con calzado cómodo y armarse de paciencia, pues si buscas algo específico a veces es necesario recorrerlo con calma y preguntar a cada tendero por ese título que tanto quieres. No es garantía, pero de que hay oferta ¡la hay!
Libros R.
Tu valoración: 5 México, D.F., México
Una reseña, sobre el pasaje de libros condesa en el centro histórico del D.F. escrita por nuestro colega José Francisco Zapata, en el siguiente link
Rodrigo F.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
Me pasa que cuando me doy una vuelta por el Callejón Condesa salgo con la mochila más pesada y la cartera más vacía. El Callejón Condesa va desde Donceles hasta Madero, pero la parte que quieres visitar está entre 5 de mayo y Tacuba, que es donde se instalan todos los vendedores de libro de segundo uso. Un estudio reciente descubrió que el centro tiene el mayor número de librerías en el país, y yo creo que el callejón es un buen termómetro para conocer el estado actual del resto de las librerías: mucho de segunda mano, casi nada recién salido de la imprenta, y cuando es nuevo seguro es pirata. Hay que tener buen ojo, algo de conocimiento editorial y una buena relación con tu vendedor de confianza para encontrar las verdaderas gangas, y evitar los libros piratas(que de vez en cuando se asoman entre las montañas de libros de segunda mano).
Luisa C.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
Todo comenzó con un ex novio con aspiraciones de bohemio que encontró trabajo en este callejón, al final la relación se perdió pero mi cariño por este lugar aumenta cada vez que paso. Y es que si te fijas bien podrás encontrar libros verdaderamente raros y a precios muy buenos, no miento cuando digo que he tardado 5 horas en recorrerlo todo. Mucho se ha dicho ya de este lugar y finalmente gracias a que sé lo que es trabajar y convivir con los vendedores de este callejón, puedo darles dos tips: Si son bibliófilos de corazón hagan amistad con los tenderos, ya saben busquen la platica, invitenles unas galletas, un cigarro o un vaso de cerveza y pueden estar haciendo un proveedor de por vida. Y el segundo: que las ansias por comprar ese libro que les hace ojitos no se les noten, ya que algunos pueden llegar a subir el precio si los notan muy desesperados. Por lo demás disfruten el lugar, comparen precios, y vayan con calma, que si se toman su tiempo pueden salir con un gran tesoro entre las manos.
Ainara A.
Tu valoración: 4 Mexico City, México
Este curioso callejón que se encuentra atrás del Palacio de Correos de la Ciudad de México tiene una curiosa leyenda famosa entre los vecinos. La leyenda cuenta que un día dos Condes que vivían en la ciudad se encontraron de frente en el estrecho callejón, el tamaño de los carruajes impedía el paso de ambos. Por cuestión de orgullo, ninguno de los Condes quiso quitarse del camino, por lo que permanecieron tres días con sus noches dentro de sus carruajes e hicieron llegar a sus respectivos abogados. La pleito de los Condes llegó a oídos de la Condesa de Orizaba, quién decidió ir al lugar para poner fin al problema. La hábil Condesa al llegar al lugar les dijo con determinación: «ni tú, ni tú, van a pasar por aquí, cada quién se regresa por donde vino y nadie pasará por aquí.» De tan fácil manera el asunto fue arreglado, y en honor a la Condesa, el callejón fue conocido como Callejón de la Condesa. Actualmente el callejón es utilizado por comerciantes de libros, dónde los nuevos y los de segunda mano se mezclan dando una atmósfera cultural y bohemia al pasaje. Los libros tiene precios bastante asequibles y te recomiendo te animes a platicar con los vendedores, suelen ser verdaderos fans de la lectura y la cultura por lo que es una delicia hablar con ellos sobre libros. Horario: Lunes a domingo de 11 a 7 pm.
Miguel M.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
En el Centro de la ciudad podemos encontrar una infinidad de callejones que a veces nos resultan tétricos, no tanto por su apariencia sino por la delincuencia que rige pero, a pesar de ello, siempre es óptimo encontrarte con espacios así, muchísimo más si son usados para la transmisión del conocimiento. El callejón Paseo de la Condesa es uno de los emblemas del primer cuadro, y quizá –me atrevo a decir– todo mundo lo conoce, o al menos ha escuchado de su existencia. Aquí, literalmente –hasta redundancia pareciera-, encuentras todo tipo de literatura. Desde los básicos como«Cien años de soledad», hasta los excéntricos como«Música de cañerías». Van desde la filosofía al realismo mágico, de la literatura erótica a la infantil. Es un acervo rico en títulos. Siempre es una ventaja este tipo de establecimientos móviles ya que en repetidas ocasiones cuesta trabajo localizar ciertos títulos y sin duda existe una probabilidad de al menos 80% de encontrarlo a aquí. Lo más importante, sus precios son bastante accesibles, por debajo de los precios comerciales –dígase Gandhi, El Sótano, etcétera-. Y como es de esperarse, encuentras desde el libro nuevo hasta el más usado, de esos que tienen un olor particular pero, sobre todo, una historia más a allá de la incluida en sus páginas. Date una vuelta, seguro sales con más de un título en las manos.
Mercedes M.
Tu valoración: 4 Mexico City, México
Parece una calle construída de libros, algunos nuevos otros ya viejos. El título que busques seguramente lo encuentras. El corredor se cubre del sol con algunas lonas mientras las decenas de puestos te llaman a «preguntar sin compromiso». Aquí me gusta encontrar cosas coleccionables como revistas de hace décadas, «La Mosca» principalmente, con números de los ochentas o noventas, y pese a ello en buen estado y a solo 10 pesos, ¡una ganga! que estoy dispuesta a aprovechar. Con el precio de los libros no puedo decir lo mismo, al principio creía que encontraría libros de segunda a un buen precios, pero comparando con los nuevos u otros lugares de venta de libros usados, éstos no me terminan por convencer. Pese a ello he cargado con unos cuánto en mi mochila, previamente pagados. Además de libros puedes llevarte otros accesorios que aluden a la historia de la cultura mexicana como las famosas playera de «Capulina» y «Tin-Tan».
Jonathan S.
Tu valoración: 4 Mexico City, México
Fue en una de mis primeras visitas a la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, cuando, luego de quedar decepcionado por el elevado precio de muchos ejemplares disponibles en el evento, volqué mi mirada hacia una calle aledaña al inmueble. En el Callejón Condesa hallé un tianguis compuesto por varios tenderos que ofrecen infinidad de títulos. Desde textos de edición reciente hasta reliquias difíciles de hallar, como un ejemplar de la Antología Personal de Juan Rulfo, editada por Nueva Imagen y publicada en 1980. Otra joya que me topé es una edición especial de Los Relámpagos de Agosto, novela escrita por Jorge Ibargüengoitia y vuelta a publicar hace unos años por Conaculta en homenaje a su trayectoria. La amplitud de libros no decepciona a nadie, y no importa si no sabes qué es lo que quieres adquirir, pues algunos de los comerciantes son bastante atentos y cuentan con un acervo literario lo suficientemente amplio como para orientar hasta al más néófito. Sin embargo claro que existe un defecto en el Callejón Condesa: algunos ejemplares son copias apócrifas, piratería. Si bien algunos volúmenes delatan su calidad de ilegales, otros pueden pasar desapercibidos por la buena labor imitativa en su manufactura. ¡Sé precavido!