Café la Providencia

Un día acompañé a una tía a misa a la la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, como no soy creyente, a media ceremonia me salí a dar una vuelta, a tomar el fresco, y descubrí que en la terraza había una cafetería. Me dirigí hacia ella no más para distraerme un rato, pero cuando me vi en la puerta decidí que en lugar de tomar el fresco mejor me tomaba un café. Y ya estando sentadita, sin nadie con quien platicar y sin nada que leer, pues decidí echarme unas enmoladitas para tener algo con qué entretenerme… ¡uy, estaban buenísimas!
Cuando acabé mi almuerzo fui a buscar a mi tía que ya estaba esperándome en la puerta de la iglesia. «Pues dónde andabas, muchacha» –me reclamó. Y cuando le conté que me había ido a la cafetería me preguntó: «¿Probaste las enmoladas?» Si tenía alguna duda sobre el parentesco con ella, ésta se disipó en ese momento.
Si frecuentas esa iglesia, seguro conoces La Providencia, y si no, pues acuérdate de ella, de mi tía y de mí el día que andes por ahí.
Tip: entre semana hay menús ejecutivos muy ricos a sólo 60 pesos.
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