Café de la Ciudad de México

Ubicado en el lobby del emblemático Gran Hotel de la Ciudad de México. Vale la pena sólo entrar a observar el Gran Hotel, que parece llevarnos a otra época, época de su contrucción alrededor de 1530. El techo, un vitral Tiffany, es de una majestuosidad total.
En el último piso, hay un restaurante con vista al Zócalo. Pero la cafetería de la planta baja (más modesta en su apariencia) ofrece una experiencia que también vale la pena. Los precios no son inaccesibles (a diferencia de lo que sucede con las habitaciones) y el lugar se puede aprovechar para cualquier ocasión; desde un tentempié hasta una comida más llena. Tienen un menú ejecutivo todos los días de tres tiempos por solo 105 pesos, que si quieres comer bastante y mejor que una comida corrida este es un buen lugar con un ambiente un tanto elegante.
Además, es un lugar perfecto para observar a las personas que caminan por el Zócalo: se encuentra en un punto ligeramente elevado de la calle, que proporciona la experiencia de observar las andanzas cotidianas del Centro Histórico sin ser observado directamente.