Bistrot M

Este lugar, a medio camino entre súper cocina y restaurante de hotel, se las ingenia para ser pretencioso sin cobrar caro. Su público se compone de oficinistas de no tan medio pelo, y de esa fauna particular de la Del Valle que no es precisamente joven ni de avanzada. El resultado es previsible: la palabra «gourmet» se repite hasta la nausea en el menú, los platillos tienen nombres kilométricos («Pechuga rellena de plátano macho con queso cotija en salsa de chile ancho, guayaba y piloncillo acompañados de arroz basmati y ensalada de jícama») y los sabores son apenas «toques» de algún ingrediente fuerte o aromático. La comida no es mala, pero sí profundamente convencional.
Lo mejor son sus precios razonables, que lo convierten en una alternativa no grasosa y no picante (para quien quiera eso) a las fondas y taquerías de los alrededores. El local es algo incómodo; el servicio es esmerado y amable, aunque sin mucho orden.

Delicioso! Nos gustan mucho las Pacholas con puré de papas, pues resulta que estaban en el menú del dia, sopa de tortilla con un toquede queso de cabra y aguacate, deliciosa. Agua de melón con menta, $ 95.00 por persona! La proxima ocasión vendré por el chile hojaldrado relleno de queso de cabra sobre salsa de mango con arándanos acompañado de arroz jazmín y vegetales. Wooow, suena bien!

Excelente lugar para comer entre semana con comida corrida de calidad gourmet a precios que están por abajo de los de cualquier otro restaurante con esta clase de comida.
Si eres de la gente que puede gastar hasta 200 pesos en su comida diaria, deja de ir a Vips o Sanborns y come aquí con calidad y buen servicio.

Es uno de mis restaurantes favoritos, lo amaba cuando no era Vegana y ahora vine pensando que sería difícil comer algo y a sido todo lo contrario han tenido la mejor actitud para ofrecerme de su deliciosa comida quitando todo lo de origen animal. Esa actitud, el excelente servicio y el sabor inigualable de su comida es su mejor recomendación. Pero si comes de todo este lugar te va a fascinar todo es delicioso, comida Gourmet súper nutritiva y de verdad exquisita.

Excelente lugar para recoger comida para comidas o cenas formales. Sus desayunos son buenos pero no se comparan con la comida o cena, por eso les quité una estrella

Este definitivamente es uno de los mejores restaurantes de la Del Valle, así lo digo, porque increíblemente rica su comida. Comida de Chef, ósea para gourmet, y a un precio muy bajo, bajo para este tipo de comida, pero algunas personas lo verían alto. Pero les prometo que por la calidad y el sabor es muy bajo.
Atendido por la Chef Marion, ya es un lugar clásico y concurrido por lo que ese día quieren comer rico y con calidad gourmet. Si algún día pasar por Bristrot M, no dudes en entrar, no te vas a arrepentir, y te volverás fan sin dudarlo.
Te recomiendo, cuando sea temporada, los chiles en nogada, son simplemente increíbles. O el chile hojaldrado relleno de queso de cabra, y por supuesto la Lasagna, tal y como debe saber y verse una Lasagna y todo por $ 150 pesitos, en verdad no está nada mal. Es más creo que salgo en este mismo instante para allá. Así que ahí nos vemos. ¡Provecho!

Sobrio y discreto, con un toquecito de buen gusto, este bistrot internado en la colonia Del Valle ofrece unos suculentos menús, nada baratos con respecto a una fonda y nada caros con respecto a un restaurante francés de lujo (aunque el resultado de su cocina se acerca mucho a ellos). Debes saber que los platillos tienen en general sabores fuertes, a base de especias, frutos y vinos.
Los paquetes del día –que van variando– incluyen una entrada que puede ser sopa, ensalada o pasta, como la crema de berenjena y el muy recomendable espagueti suyo nombre completo es «en salsa de higos, crema y pesto de dátil al perejil». De platillo hay manjares como el lomo de atún en salsa de champiñones, pechuga rostizada en salsa de uva o rellena de espárragos con queso de cabra, filete de salmón al horno con salsa de alcachofas, camarones empanizados con coco y ravioles de cuatro quesos en salsa de cerezas.
Curiosamente, contra lo que ocurre normalmente, el café, el té y los postres no tienen precio elevado con respecto a los alimentos. El bistrot también ofrece 13 «menús especiales» para tus eventos, que se tienen que encargar con tres días de anticipación, así como bocadillos (quiche de roquefort, canapé de camarón, eneldo y pepino), triangulito relleno de mousse de camarón, cuernito relleno de jamón serrano, queso provolone y ciruela y ceviche de salmón y mango, entre muchos otros).

¡No se lo pueden perder!
Si tuviera que elegir una frase para describir este restaurante diría que es un verdadero lujo gourmet.
Las chefs de este bistrot (una de ellas es la propietaria) cocinan platillos súper originales y deliciosos. Se han esforzado por conseguir un sello que las distinga mezclando recetas tradicionales con sus propias creaciones, y ello las ha llevado al éxito.
La especialidad son las pastas, sobre todo las lasagnas, que son buenísimas, pero en lo personal prefiero los menús especiales porque algunos ofrecen platillos que yo nunca había comido, como el chile poblano relleno de ensalada de camarones bañado con salsa de aguacate o el strudel de huitlacoche con queso crema y espejo de salsa de cilantro sobre carpaccio de portobello… ¿Se antoja, no es cierto?
En Navidad y Año Nuevo ofrecen unos paquetes extraordinarios, para 8 o 10 personas, que incluyen prácticamente todo: botanas, pasta, ensalada, plato fuerte, guarniciones y postre… así que son ideales para los festejos de fin de año, sólo te tienes que encargar de la bebidas.
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