Bisquets de Obregón

Por años me han parecido insoportables las tardes del domingo, sus noches eternas y hasta un segundo después de medianoche puedo sentirme mejor, sí, amo los lunes con la misma pasión que odio los domingos. Pues hace unos días, oficialmente, Los Bisquets de Obregón que están en Forúm Buenavista se unieron a mi lista negra de agentes del odio a los domingos. Salí del tren suburbano después de una excursión a casa de amigos (personas amables que saben mi esfuerzo sobre humano para vivir un domingo en el exterior) y mi hija tenía hambre, como es nuestra costumbre, entramos a Los Bisquets para comprar pan, luego pedir un chocolate y así poco a poco una cosa llevo a la otra y pedimos una sopa de tortilla, una ensalada de espinacas y un agua de piña. Y… pues nada, domingo a las 7 de la noche, no hay pan dulce, no hay aguacate para la sopa, no hay nueces para la ensalada, menos piña para hacer un agua y tampoco hay más chocolate caliente: ¡no entiendo! Y como la mesera tenía una grave carencia de empatía, amabilidad y paciencia, tuve que ejercer unos pases mágicos para ver qué podíamos cenar, mi hija y yo, sin aguacate, piña, nueces y chocolate, así que descubrimos la obviedad del sitio: los bisquets con queso y los que tienen cajeta. Fue otra mesera, de la mesa vecina nuestra que nos confirmó dos evidencias, la primera es que los sábados y domingos hay tanta gente que sufren desabasto y lo otro: también hay gente sin paciencia.