Benemérita Escuela Nacional de Maestros

La Escuela Nacional de Maestros, impulsada por educadores como Ignacio Manuel Altamirano, Miguel Serrano, Enrique Laubscher, Enrique C. Rébsamen, Carlos A. Carrillo, Gregorio Torres Quintero, Ezequiel A. Chávez, Alberto Correa, Justo Sierra, etcétera, comienza a construirse en 1881, abre sus aulas por vez primera, seis años después, el día 24 de febrero. En ese momento, su nombre era Escuela Normal para Profesores de Instrucción Primaria. En 1924, el profesor Lauro Aguirre obtiene la dirección de dicho plantel y, en 1925, cambia el nombre a Escuela Nacional de Maestros.
Actualmente imparte los grados de Licenciatura, Especialización y Posgrado; se debe tener menos de treinta años para poder ingresar. Asimismo, la institución realiza investigaciones para aumentar la calidad educativa del país e impulsa diversas actividades culturales, científicas y académicas. Actualmente es dirigida por María Esther Nuñez Cerbero.

Varias veces tuve la oportunidad de entrar a este lugar debido a que mi madre, ya jubilada, fue maestra de primaria y solía tomar cursos aquí como parte de los requisitos de Carrera Magisterial. En esos tiempos me di cuenta de que, si bien no es fácil entrar, siempre existe la posibilidad de hacerlo, aunque no seas estudiante, por lo regular con dejar una credencial basta, o incluso sin ella, si es que hay algún evento especial.
El conjunto arquitectónico es una auténtica delicia visual, ya que se trata de uno de las obras mejor logradas de Mario Pani Darqui, uno de los grandes impulsores de la arquitectura moderna en México (aunque no estuvo alejado de la controversia al desplomarse varios de sus edificios con el terremoto de 1985).
Cuenta con dos conjuntos de aulas laterales, de grandes dimensiones, de igual forma que el conjunto de aulas centrales, mismas que, en su momento, flanqueaban la torre de 10 pisos, ahora inexistente, que aparece en el símbolo de la estación Normal del Metro.
Lo más impresionante, desde mi perspectiva, es el auditorio al aire libre que se encuentra en la parte trasera de la escuela, rodeado por dos edificios de 4 pisos de cada lado, y dominado, desde el escenario, por un mural fenomenal.

Muchas veces mi padre y mi abuela, que son maestros, ya casi con pistola en la mano me coptaban a estudiar en una institución que quiero agregar, pero que mi convicción dijo infinidad de veces no, es aquí en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, ubicada a unos pasos del Metro Normal y la Calzada México-​Tacuba. Fundada en 1887, con más de 125 años de experiencia generando maestros de todas las latitudes del país, la Normal se ha destacado como una institución formadora de maestros.
A lo largo de su historia, me cuenta mi abuela los planes de estudio de dicho instituto fueron en constante modificación. Para 1969 que se incrementó a cuatro años la duración de los estudios y se seguía cursando al término de la secundaria y no fue hasta 1975 que se hizo una reestructuración del plan de estudios donde los maestros egresaban con un certificado de estudios de bachillerato. Para 1984, con relato de mi padre, fue cuando se le otorgó el grado de licenciatura y por ende se estableció como requisito la acreditación previa del bachillerato.
Si como padre deseas que uno de tus hijos sea uno de tantos orgullosos normalistas portando una minerva con el mote «Lux Pax Vis» o como hijo, deseas pertenecer a dicha institución que en competencias deportivas se les conoce como «Bulldogs» está es una buena opción en caso de que te encuentres deseoso de desarrollar tus habilidades como maestro y pertenecer a una generación más de maestros formados en sus aulas.