He llevado a mi hija ahí dos veces y ninguna acabé completamente satisfecha. Lo bueno: son muy amables y tienen varios juguetes para que los niños se entretengan mientras se desocupa una estilista. Suele haber gente en la tarde, así que les sugiero ir en la mañana o hacer una cita. Mientras les cortan el pelo, los niños pueden ver una película, así que se quedan dos-tres quietos durante el proceso. Las señoritas son muy amables y peinan muy bien y muy rápido. A mi hija sólo la he llevado a que le corten el fleco, pero he visto cómo a otras niñas les hacen peinados súper elaborados(si tu hija quiere que la peinen como las princesas de Frozen, esta estética es una buena opción). Además, los precios son muy accesibles. Lo malo: las dos veces le he pedido a la estilista que le corte el fleco a la altura de la ceja y las dos veces le ha cortado un dedo más que eso. Ya ni quejarme porque ¿qué van a hacer? ¿crecerle el fleco? En ambas ocasiones, decidí tomarlo con filosofía y pensar que le duraría más el corte. Y las señoritas son bastante amables, así que se me hizo mala onda ponerme pesada con ellas.