Circuito Escolar, Ciudad Universitaria S/N Coyoacán
3 opiniones sobre Auditorio “Che” Guevara, Facultad de Filosofìa y Letras
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Laura G.
Tu valoración: 1 México, D.F., México
Primero lo más importante: el auditorio se llama Justo Sierra. Mas bien la unidad habitacional sí se llama Che Guevara, porque ha sido acondicionado, lamentablemente, para que personas vivan ahí. No sé que tenga de revolucionario adueñarse de un espacio universitario, es como salirte de casa de tus papás para irte a vivir a su patio y, además, hacer negocio(sin contar que el nombre del auditorio es súper genérico, no?). Rara vez hacen algo abierto a la comunidad universitaria porque si no eres del grupito, tienes que pedir permiso para entrar(!!!). Casi todas las noches, sobre todo los viernes, salen a beber alcohol y fumar otras sustancias. En eso consisten sus actividades culturales. Presumen que tienen un comedor vegetariano, talleres, un lugar para exposiciones y terraza verde, pero ¿qué espacio cultural en el DF no los tiene? Es lamentable que hagan mal uso de la autonomía de la UNAM para ocupar espacios de esta manera. Ojalá vuelve a ser un auditorio abierto a la comunidad universitaria.
Raúl A.
Tu valoración: 4 México, D.F., México
Me duele pensar en este lugar. No lo sé, pero creo que al menos una generación completa ya ha pasado sin conocer las actividades que ahí se ofrecían cada semana. Yo recuerdo haber asistido a un concierto de Beethoven dirigido por Ronald Zollman, y la sinfonía Titán, de Mahler… recuerdo haber entrado más de una vez a las muestra de cine de la UNAM, obras de teatro. Allí estuvieron Savater, Cortázar. Recuerdo haber rentado películas en el club de cine que estaba en uno de sus costados. Por supuesto, hay otro tipo de actividades que se fomentan actualmente, pero otras han dejado de llevarse a cabo, y eso es lamentable. Bandera revolucionaria, espacio insurrecto, espacio libre. Eso dicen que también es.
Iván C.
Tu valoración: 3 Mexico City, México
No quiero juzgar las circunstancias políticas de la UNAM, que se parecen a las del país puesto que autoridades y comunidad son análogas, pero en atención a los hechos y a un lugar digno de visitarse, diré que vale la pena darse una vuelta y asomarse a este auditorio que, en condiciones de abandono y de carencia se encuentra a un costado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en CU. No juzgo tampoco las causas de que así sea aunque tengo mi propia opinión, y mi propia tristeza y mi propia lucha por que las cosas sean mejores; pero si uno quiere ver un pedazo de la realidad de México debe pasar por aquí. A este auditorio histórico y simbólico vinimos hace un año a presentar una obra de danza-teatro, una compañía a la que pertenecí, durante un festival cultural organizado por quienes simbólica y políticamente se hacen cargo actualmente del espacio: un grupo en resistencia. Al ir a curiosear por las instalaciones del teatro descubrí espacios acondicionados para vivir provisionalmente, llenos de símbolos y consignas poético políticas, algunas de ellas; me pareció una comunidad al interior. Bueno o malo, inevitable o mejorable, constantemente toca una música que puede escucharse desde el estacionamiento; en la entrada del teatro se puede conseguir un libro hasta en diez pesos; venden artesanías, comida, y se promueven sin cesar talleres, actividades culturales, políticas, y en la entrada posterior es raro no encontrar una exposición. No sólo para ver, sino para aprender algo y pensar me gusta ir ahí.