Arles

Han de saber que soy de muy buen diente y por ello soy fan de los buffet, este lo conocí hace poco y me gustó mucho, me hice fan y espero el momento para regresar. Si uno va pasando por la calle no se ve un gran y lujoso restaurante pero se ve bien, limpio, ordenado y siempre lleno.
El día que fui llegue para el desayuno y la barra se observaba muy colorida, llena de color. Al inicio de la barra una buena selección de platones con una gran variedad de frutas, tazones con yogurt de todos los sabores y cereales varios para preparar tu fruta, al centro de la barra un montón de jarras con bebidas agua, leche y jugos diversos de varias combinaciones y hasta con yogurt, después de los jugos ya comienza la barra de los alimentes sustanciosos abriendo con lo que debe empezar un buen desayuno hot cakes, mermeladas y pan de dulce, luego ya vienen los guisos, huevos revueltos en salsa pasilla, puntas de res en adobo, pancita, arrachera, molletes, salchichas, chilaquiles y algunos otros que ahora no recuerdo, pero si había una buena variedad, claro que también está la opción de ordenar unos huevos al gusto. A pesar de ser buffet, las meseras que traen las bebidas, cubiertos, etc. están bastante al pendiente de lo que necesitas.
Yo me arme de un buen desayuno: un plato de fruta, hot cakes con salchichas, huevos revueltos acompañados de chilaquiles, frijoles refritos, en la segunda ronda unos molletes, arrachera y una probadita de puntas en adobo todo el tiempo acompañando mis alimentos con un juguito, probé varios de ellos, uno que recuerdo que llamo mi atención fue el de zarzamora con yogurt, estaba bien, pero se me hizo un poco ácido, así que mejor escogí otro, pero de ahí en fuera todo lo que probé me pareció de rechupete. Dicen que en un buffet hay que saber elegir que comer para no llenarse rápido o bien sentarse lejos de la barra para no comer tanto, yo digo que hay que servirse muchas veces y servirse un poco de todo, si uno paga un buffet es para comer bien, ahora que si se está haciendo dieta, pues mejor ni entrar a un lugar donde seguro vas a repetir.

Este restaurante es del tipo «come todo lo que puedas». Ofrece un buffet diario que es bastante variado y abundante. En él encontrarás desde papas fritas hasta varios tipos de ensalada, sopas o carnes, pollo y pastas.
Realmente no es la mejor comida que he probado pero si lo que quieres es comer bastante y cuidar tu presupuesto es una excelente opción. El buffet cuesta alrededor de 100 pesos e incluye aguas del día.
Los fines de semana se llena de turistas que son traídos por guías de turista que seguramente tienen un acuerdo con el restaurante por lo que a veces puede haber fila para entrar.

Este restaurante tiene uno de los buffetes más abundantes de la zona así que es conveniente llegar con hambre y sed. La relación precio beneficio es buena. También hay que asistir con tiempo. Por eso el sábado o domingo puede ser la mejor opción. Una recomendación precisa sería asistir luego (o antes) del ciclotón dominical de Reforma, para recobrar las calorías quemadas durante los kilómetros pedaleados.
No es de ninguna manera elegante ni el buen gusto es uno de sus atributos pero es un lugar limpio y eso par mi vale mucho.

La barra del buffet está bien surtida y mantiene a buena temperatura los alimentos. Hay pantallas donde puedes ver el fútbol, y también cuentan con servicio de bar.
De lunes a viernes abundan los oficinistas y, los fines de semana, el ambiente es familiar. Después de una sesión mañanera de ejercicio, este buffet es ideal para reponerse con un desayuno abundante y completo que incluye frutas frescas, yogurt, cereales, jugos de fruta, huevos revueltos, chilaquiles y, mi platillo favorito: tortas de pollo deshebrado en salsa verde. El sabor casero y el monto a pagar se sienten como hacer un «buen negocio».
Prohibido vestir con playera sin mangas, la primera vez que fui llevaba una y me invitaron a retirarme –de nada sirvió explicar las tendencias en moda deportiva-.