José de amañaran entre Ignacio mariscal y puente de Alvarado
2 opiniones sobre Adelita Café
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Carolina S.
Tu valoración: 3 Mexico City, México
Esta ciudad esconde secretos en todos sus rincones, incluso dentro del Monumento a la Revolución. Cuando vayan a conocerlo y entren al museo y suban a su cúpula no pueden dejar de pasar a tomarse un café el Adelita, un lugar con una vista increíble. La comida y el café no es particularmente extraordinario, pero la vista es padrísima y el ambiente te invita a quedarte leyendo o contando un buen chisme por largo rato. Es un espacio suspendido en la ciudad que te permite ser expectador(sobre todo cuando hay manifestaciones) sin parecer involucrado, un pequeño descanso en el centro del relajo citadino. Además venden dulces típicos y postres ricos para acompañar tu café, aunque insisto, lo mejor es la sensación de estar suspendido en un paréntesis defeño.
Norma M.
Tu valoración: 4 México, D.F., México
Típicas de la época revolucionaria, las adelitas no se quedaron en 1810 sino que se instalaron en el monumento que recuerda aquel movimiento armado, para dar gusto cafetero a los paseantes de la Plaza de la República. Esta adelita se ubica en el corazón del Monumento a la Revolución, custodiada por las criptas de Carranza, Madero, Elías Calles y Villa combinando modernidad e historia, pues conserva el estilo monocromático que decora la entrada del museo pero incluye mobiliario con colores contrastantes y una larga banca típica de las estaciones ferrocarrileras de la época, para dar espacio al comensal que busca un refrigerio. El menú no es el más extenso pero sí suficiente para diferentes gustos y los alimentos están enlistados con nombres alusivos. Por cierto, encontrarás tamales y atole que no podían faltar. La cafetería del vestíbulo tiene un hermano menor en el mirador, donde encontrarás bebidas y algunos bocadillos y podrás disfrutarlos en las banquitas instaladas ahí. Los precios son un poco altos, pero no exagerados. No cabe duda que la remodelación de la plaza y del monumento le vino de maravilla a la ciudad y fue una idea atinada instalar las Adelita, Café pues independientemente del consumo, en definitiva dan un toque vivaz y de convivencia al lugar.