Desde que tengo uso de razón, este acuario no ha cerrado sus puertas y con el paso de los años se convierte en esas joyas invaluables de la ciudad de México, tanto por su historia y tradición, como por tratarse de una referencia para ubicarse sobre las calles de la Colonia Centro. «Si quieres entrar al tianguis de antigüedades de la Lagunilla, ahí donde veas el acuario das vuelta a la izquierda y por ahí puedes empezar». Es un acuario, sí, pero también venden todo lo necesario para tu hamster o tus pajaritos que seguro revolotearán de gusto cuando les lleves una jaula más amplia, con mejor color y más vistosa. Y también venden macetas, no sé por qué. No me atrevería a calcular la edad de este local, pero por la fachada y las huellas en las paredes seguramente ha visto pasar muchos, muchos años. Visítenla, es una prueba viviente del México antiguo.