Acuario Inbursa

Los haters dirán que no es tan grande y que está muy caro. La verdad que es que amo me parece una gran opción para hacer algo el fin de semana en el D.F.
La verdad es que tiene una gran variedad de peces y otros animales, en particular él área de las medusas es súper psico, los colores con las que las proyectan las hacer lucir increíbles.
Adicionalmente en mi última visita tuve la oportunidad de cenar en el lugar. Por lo que me comentó la organizadora este servicio no está disponible para el público de manera abierta, pero puedes llamar y solicitarlo. Creo que vale la pena como cierre de negocios o mejor aún una cena romántica

Pues en definitiva mis expectativas eran muy altas, si bien es cierto que la Ciudad de México ganó un plus más con esto, los capitalinos y los visitantes nos olvidamos que visitar museos y demás lugares es con la finalidad de conocer y disfrutar lo que nos ofrece. La gente estorba en todo momento tomándose fotos y lo peor usando flash que no está permitido.
La diversidad de los animalitos (para resumir) es buena, la estructura definitivamente innovadora, no deja de ser limitada. El costo no es accesible a todos los bolsillos. Pero bueno al final es algo que no te puedes perder.

Ayer decidí visitar el Acuario Inbursa y quede muy satisfecha, había escuchado opiniones divididas pero a mi me gustó mucho, hay variedad de especies se pueden apreciar fácilmente en lo único que coincido es que faltan letreros con un poco más de información de cada especie fuera de eso está genial. Si buscas un lugar para pasar un fin de semana en familia esté es un buen lugar.

Es una opcion mas para conocer en el DF, aunque en realidad no hay mucha variedad de peces, y mucha gente, si no compras tu boleto en linea es muy tardado, la fila es muy larga y la espera terrible para los niños.

Encantado de regresar al acuario inbursa un lugar mágico r inigualable reconocimiento por todas las especies aquí exhibidas

Este acuario está lindo, tiene una excelente distribuciòn y excelentes instalaciones; sin embargo, al tratarse de territorio Slim las expectativas eran mucho mayores. Quien haya visitado el acuario de Veracruz no me dejará mentir acerca de que el Inbursa no cuenta con mayor variedad de especies. Definitivamente los pingüinos se llevan el premio porque no es fàcil verlos en cualquier acuario o zoològico (aunque hay algunos en Chapultepec). Sin embargo, para los capitalinos que no tienen la oportunidad de viajar a Veracruz, es una excelente opciòn para conocer de cerca tantos animales marinos y conocer la diversidad que nos ofrece el ocèano. El precio no es tan accesible para una familia de clase media y el recorrido es francamente corto aunque es absolutamente comprensible que el mantenimiento debe ser costoso.

Acuario con buena ubicación frente al museo soumaya, museo jumex y antara.
Gran cantidad de especies y la atracción son los pingüinos que están al final del recorrido.

Pues veo mucha reseña negativa pero a mi en lo personal me gusto mucho el acuario tienen bastante bien organizado y el precio es el justo sobre todo para darle un buen mantenimiento al lugar, si haces entre 20 y 40 minutos para entrar pero te dan un ticketmaster según la hora que llegas y vas pasando según el horario que te toco, el recorrido es de entre 60 a 90 minutos.
Empiezas en la parte de abajo te bajan por el elevador y vas subiendo los niveles hasta llegar a la máxima atracción que son los pingüinos, realmente una vez que lo visitas difícilmente iras otras vez ya que no se ve para donde puedan agregar más cosas pero para experiencia de primera vez yo salí bastante satisfecho.
Puntos a mejorar algunas peceras no tienen información y no sabes lo que estas viendo a estas alturas esos detalles ya deberían de estar arreglados, en general todos son muy amables y en cada nivel hay gente que te da una pequeña explicación de lo que estas viendo. L
Los precios en la tienda son ridículamente caros si llevas a tu hijo, nieto, sobrino prepárate a gastar en los peluches que van desde $ 120 hasta $ 900 pesos en general para pasar un rato vale la pena visitarlo y tomar muy buenas fotos.

Aunque es una atracción rara en el DF, el Acuario Inbursa tiene poca variedad de animales comparándolo con otros acuarios, incluso otros mexicanos como el de Veracruz. El recorrido es un poco corto y la decoración/​vistas no son nada especial. Fue mala idea visitarlo en época vacacional, pues tuvimos que esperar dos horas y media en fila para comprar la entrada, y una vez dentro, había mucho ruido de los múltiples grupos escolares y poco tiempo para ver las exhibiciones por la presión de avanzar. Esto no es culpa del acuario, pero si va a visitarlo, hágalo más adelante, cuando no sean vacaciones, pase un poco la novedad y tenga tiempo de apreciar y leer la información de las especies, que quizás hayan aumentado en diversidad. Mejor aún, si puede costearlo, cuando visite una playa, vaya a bucear o a hacer snorkel para ver este tipo de fauna en libertad.
Como está ahora, se espera más por $ 130 de admisión.

Un acuario digno, y aceptable atracción de 60 – 90 minutos en corazón de Polanco.
Los guías del acuario tienen buena intención y más enjundia que preparación marina, y son atentos.
La señalización en la mayoría de los tanques está mal iluminada y difícil de leer para los niños, y en algunos tanques es inexistente.
Algunas áreas tienen «temas» (p.ej. Playa) para ubicar las especies, y eso lo hace entretenido para los niños.
La primera parte del recorrido creo q es lo mejor, porque el tanque es el más grande de todo el acuario, y las especies las más llamativas (mantarayas, tiburón).
Creo q podría ser el acuario más decente de MexDF, más no imaginen que sea similar a Sea World!

Por fin! Luego de una larga espera a un proyecto que he seguido desde su inicio, pude visitar el acuario que ahora toma el nombre de Imbursa (Originalmente su nombre sería Museo del Mar) No me sorprende que se llamara como todo lo de alrededor con algo que tuviera que ver con Slim.
Antes que nada lo bueno: Valoro la intención de un proyecto como este. Está padre que haya un lugar así en la Ciudad de México. Disfrute mucho mi visita ya que me evité las filas de kilómetros al ir ayer 13 de junio: México vs Camerún. Había poca gente. Legamos a las 10 am pero cuando salimos una hora después ya eran bastantes los visitantes esperando en taquilla. Me fascinan los peces. De pequeño ahorré todo mi varo de cerillo en Wal Mart para comprar una pecera gigantesca (que aún tengo) y llenarla de peces. Para su mala fortuna no sabía nada de ph, dureza del agua, hábitats dentro del estanque o compatibilidad de especies. Los pobres terminaron de abono para plantas enterrados a metros de profundidad.
Desde entonces nunca lo intenté de nuevo pero sí visité los acuarios disponibles en DF, El de la torre Latino, Aragón, y fuera, Veracruz, Boston. De ahí que disfrute mucho el nuevo acuario pero también sean más evidente lo que no me latió o lo que podría mejorar.
Lo que no está tan chido es que esté aun en obra negra. Los albañiles veían el partido y al mismo tiempo trataban de poner los espejos, y taladraban la pared mientras orinaba en un baño pequeño pero lleno de trabajadores. Una de mis fantasías se vino abajo resultándome más bien incomodo estar en medio de albañiles. Aún olía a pintura, se veía mezcla. El material de los estanques era nuevo pero estaba rayado y en general había una sensación de caminar por un lugar a medio construir. Esperaba que alguna varilla me cayera en algún momento produciéndome una muerte horrible y dolorosa o de perdida tétanos.
No me gustaron los corales artificiales. Quizá sea demasiado pronto para colocar corales vivos pero espero las integren paulatinamente como el resto de las especies por llegar a estanques vacíos o lo pingüinos en cuarentena. La apariencia del ecosistema cambia completamente al integrar este tipo de especies, corales. Sólo espero no se quede con esas cosas plásticas por siempre.
Creo que otra vez, como en el Soumaya, la arquitectura de Fernando Romero no cumple con su cometido. Utiliza de nuevo un recorrido tipo Guggenheim. En el Soumaya es de arriba hacia abajo, aquí de abajo hacia arriba. Pensaba que esta disposición del recorrido tenía que ver, como se explica en infografías, con los ecosistemas a diferentes profundidades. Sin embargo eso no se entiende muy bien. Hay rayas en todos los niveles, sentí como que todos los estanques estaban dispersos o no había una relación entre unos con otros. La curaduría de nuevo falló. En el Acuario de Boston hay un estanque circular gigantesco al centro en torno al cual se estructura la disposición de ecosistemas. Tuve una sensación de orden y una impresión general de un todo, que me permitió decidir qué quería ver. Siento que aquí aparecen unas cosas tras otras sin mucho orden.
No me gustó la roca artificial que rodea algunos estanques. Me pareció de mal gusto como las plantas y enredaderas artificiales que venden a tres pesos el metro en la Merced para cubrir la parte superior de la zona de peces de agua dulce para ¿cubrir, disfrazar? el techo.
No hay aún las herramientas de realidad aumentada que se supone te permitirían ver con tu teléfono celular información sobre las especies de cada estanque.
Hay mucho por mejorar. Ya es y seguirá siendo uno de los atractivos que nadie se perderá al visitar esta Ciudad. Como residente espero ver la conclusión de las obras, la integración de especies así como el mejoramiento de herramientas de información. Hay potencial.
Vayan, lo disfrutarán. Pero no se quedarán con el ojo cuadrado.