A mí me pasa, y creo que a muchos también, que en mi mente está asociado comer en 100% Natural con vacación en la playa. Este restaurante de comida sana tuvo como su boom a principios de los años 2000 y yo creo que sí llevaba varios años que no lo visitaba pero ahora que abrieron esta nueva sucursal en la Condesa he ido dos veces a comer. Le echaron ganas a la decoración y mobiliario, por lo que se siente renovado y no tiene efecto flashback a Acapulco a finales de los 90. Tienen terraza, en la banqueta como en 1er piso, por lo que comer aquí si hace buen clima es muy agradable. El menú también parece haber sido renovado y tiene una buena variedad para cualquier hora del día. Ahora con tanta tendencia saludable, todo está ‘codificado’ en la carta: que si vegano, que sin gluten, sin azúcar, etc. Les recomiendo mucho el pescado thai, viene muy bien servido con verdura y la salsita con cacahuate me gustó mucho. También probé un ceviche, fresco y bien condimentado. El agua de tamarindo con jengibre está muy rica, pruébenla. Otra cosa que me gustó es que tienen té verde e infusiones buenas, y no son codos con la tetera, me dieron refill. Las veces que he ido, los meseros estuvieron muy atentos a lo que necesitáramos, quizá demasiado(la 2a vez, que la comida se prolongó toda la tarde, venían cada 10 minutos a ver qué más queríamos ordenar). Eso sí, les falla el que te manden una factura; de hecho, sigo esperando las de ambas ocasiones. Tache por eso, aunque no me impedirá regresar.