Museo de Arte Popular de Yucatán

A pesar de que me encanta conocer y reflexionar acerca de las culturas del mundo y de mi país, los museos de artes populares siempre me han parecido guardianes mudos de objetos cuyos autores indígenas no han sido invitados a protagonizar. Por tal razón no había ido a visitar este museo. Por alguna razón fui a pesar de mis expectativas y me pareció una enorme galería de objetos fantásticos, pero nada más.
Este museo alberga 1800 piezas de arte popular tanto nacional como regional, distribuidas en ocho salas, en los que obviamente, sobresale la de los mayas. Aquí tienes la oportunidad de ahorrarte el recorrido por los los talleres artesanales de los municipios yucatecos y apreciar la orfebrería, trajes típicos, madera tallada, piedra labrada, instrumentos musicales prehispánicos y juguetes tradicionales.
Además de todo esto, se presentan conferencias y muestras sobre medicina y religión popular, entre otros temas antropológicos.

El museo está padrísimo ya me habían platicado del Museo de Arte Popular de Yucatán cuando pedí informes sobre lugares que debía conocer, pero como no me había quedado de paso y cuando me quedaba estaba cerrado tuve que ir un día destinado principalmente a eso y ya de ahí partí al centro caminando tranquilamente que a mi paso si tardé un poquito en llegar pero nada del otro mundo.
Las piezas que estaban en exposición me fascinaron y muchas de ellas estoy segura de que sacarán más que una sonrisa de sus espectadores. Una monada de presentaciones en cerámica y una variedad de ropa tradicional es lo que a grandes rasgos presenta el museo pero yéndonos más allá de lo material los signos de la cultura con toda su colorida y jocosa cosmovisión se haya impregnado en todas sus piezas. Es un lugar casi forzoso a visitar y estoy segura que se disfrutará mucho.

He vivido aquí durante toda mi vida y no conocía este hermoso museo, en verdad que no sé qué pasa conmigo, ni con todos las demás personas que no se acercan a estos lugares. Cuando llegue, temprano porque en su página de internet decían que abrían a partir de las 9 no fue así, abrieron un poco más tarde de las 10, pero esperé y valió muchísimo la espera.
El museo está dividido en 6 salas, eso fue lo que me dijo la señora con la que te registras antes de pasar, tiene cara de mala pero no es muy buena gente, me explico rápidamente en qué consistía cada sala y luego me proporcionó una guía para recorrer el museo yo sola.
Cada sala es muy bonita pero mis favoritas sin duda son las que están en la parte de arriba, ahí están las salas dedicadas a los trajes típicos, a objetos sagrados, como máscaras y alebrijes, los alebrijes son una de mis cosas favoritas,¡ son tan perfectos!
Así que no dejes de conocer y de llenarte de cultura a través de los distintos museos que hay en la ciudad, están ahí para que los visitemos.

El Museo de Arte Popular de Yucatán es una joya. Es un espacio para el artista del momento. No está ubicado en el mero centro, pero es súper factible llegar caminando.
El acceso es gratuito y la atención maravillosa. Llegas, te registras, dejas tus cachivaches en paquetería para que disfrutes del museo lo más ligero/​a posible y a recorrer mijito/​a. Es hermoso y me tocó la exposición de los nacimientos de todos lados, o sea, la versión de nacimientos de varios artistas. Impresionante, desde la familia de boxitos, por si no sabes qué son los boxitos (yo tampoco sabía, no te sientas ignorante), ¿ubicas los monitos gorditos de forma tipo campana que generalmente están pintados con ropa blanca tipo guayaberas? bueno, esos son los boxitos y había un nacimiento así, otro de mariscos y la que más me gustó y me pareció GENIAL, estaban en un coche los tres reyes magos atrás, San José manejando y la Virgen de copiloto abrazando al niñito Dios saludando, jajaja ¡LA ONDA!
Si andas cerca, vale la pena que te des la vuelta.

El Museo de Arte Popular de Yucatán se cruzó en mi camino y dude en entrar porque no tenía ni un peso en mi bolsillo pero para mi buena suerte unas personas que están encargadas del museo me dieron la maravillosa noticia que la entrada era totalmente gratuito.
Un señora muy amable me explicó de que se trataba cada sala y te daba unos informativos dependiendo del idioma que hables.
El museo se encuentra en la conocida Casa Molina (yo no la conocía) que fue construida en 1900 para Carmela Molina hija de Olegario Molina que fue gobernador de Yucatán.
El Museo presenta muestras de grandes artesanos de todo el país y muchas piezas eran de antiguo Museo del Pueblo Maya que cerró en 1995. Es un rescate al arte popular que se encuentra vivo dentro de las tradiciones de México y en especial en Yucatán.
Es un lugar que tienes que anotar en tu agenda de viaje cuando vengas a Mérida y puedas disfrutar de un hermoso arte que a veces no se le da el valor que debería tener.