Hospital del Calzado

Soy de esas personas que cada vez que compra algún zapato los usa hasta que de verdad ya no tenga reparación y no quede otra opción más que tirarlos, y en casos en los que necesito que mis zapatos sean reparados o cambiados de suela, esta es la mejor opción que se me puede ocurrir.
El señor que atiende ha sido zapatero toda su vida, profesión que su padre le heredó según me contó la vez que fui a dejarle unos zapatos, y me quedé pues la reparación no tardaba mucho, es muy amable y te hace plática para hacerte más agradable la espera, gracias a su gran experiencia en este negocio, sabe que debe de hacerle a tus zapatos para que queden como nuevos, y como ocultar costuras, pegar correctamente y repararlos de manera que nadie note que fueron «operados».
No solamente repara zapatos, también algunos otros artículos de piel como bolsos, correas de relojes, cinturones, billeteras, todos estos en caso de que necesiten costura o ser pegados, y en cuanto al calzado repara, zapatos, tenis, tacos, chanclas, alpargatas, flats, tacones, botines, botas, de piel, sintéticos, tela, plástico, en fin, el material que sea aquí podrá ser reparado, así que no olvides, antes de tirar tus zapatos consulta para poder darles más uso y en caso de que no los quieras seguir usando puedes repararlos y donarlos a alguien que los necesite. Los precios son bastante económicos, y si llevas más de un zapato a reparar te hace descuentos para que te cueste menos.

No sé si a ustedes le ha pasado, pero yo le tomo cierto cariño especial a algunos zapatos, no a todos, pero qué tal ese par de tennis que combinan con todo y son súper cómodos o los zapatos cool de una forma que ya no encuentras y que cuando se rompen (les da hambre) es una pequeña tragedia porque sabes que no encontrarás otros iguales.
Afortunadamente a pocos pasos de mi casa está el Hospital del Calzado que hace cirugías de emergencia para lograr salvar tus zapatos favoritos.
Lo que me daba miedo de llevarlos la primera vez que fui, fue que queden mal, que el doctor tuviera que costurar y se notara o que le pusiera pegamento mal y quede todo feo e incómodo, pero el señor que repara los zapatos lleva toda una vida haciéndolo y es un master en su oficio.
Por lo que he visto cuando le llevo algún zapato repara desde sandalias hasta mocasines, pasando por botas y tacones, no importa si es de piel, sintético o tela, ese buen hombre logra salvar (a un precio realmente pequeño) tus papos.