Antica Roma

La verdad he de admitir que no es el primer lugar que se me viene a la mente si quiero comer comida italiana, sin embargo a mi novio si se le ocurre y la verdad es que he de agradecérselo toda la vida.
La decoración del lugar es súper bonita, la parte de adentro parece una caverna, tiene como un color medio rojizo/​cafesoso en las paredes y en general en todo el lugar. En la parte de afuera puedes sentarte en la barra del bar o bien en las mesas que están al aire libre. Si vas con un grupo grande de amigos definitivo, el lugar para ti es afuera. Ya que adentro las mesas son para 4 – 6 personas como máximo. El lugar esta romanticón, así que aplica para salir con tu novio/​a o en una double date.
Ahora, entremos en materia… La comida es extremadamente deliciosa, de verdad cualquier cosa que pidas hará que te acabes todo tu plato aunque estés extremadamente lleno.
Si eres amante del fetuccini definitivo te recomiendo el Fettuccine Alla Boscaiola, tiene crema, champiñones y chorizo español. Esta riquísimo, no puedes morir antes de probarlo. También te recomiendo muchísimo la Lasagna Rossa.

Siempre he dicho que uno de los mayores placerea de la vida es la comida y si es Italiana mucho mejor. Es como una de mis mas fuertes pasiones ya que amo todo lo que sea Italiano y prometo que en mi próximo intercambio academico a Europa visitaré y comeré Italiano al 200% asi que estando aqui en Mérida me conformo por el momento con un 101% de sabor Italiano en Antica Roma.
El sabor es inigualable al de otros restaurantes Italianos y he de admitir que aunque no es hostentoso ni super elegante, el lugar tiene ese porte de Ristorante de callejón romano, de esos lugares en los que puedes andar en moto y en bici y alnpasar sientes el ároma a Pizza o Pasta de su horno de ladrillos.
Estar aqui es total y completamente una experiencia parecida a estar en Roma, su música siempre va a ser Italiana ya que el propietario es de esa Nacionalidad y como buen amante sel arte culinarío también ama la música de su tierra.
Pon especial atención sus pastas que en lo lersonal son lo que mas me gustan, seguidamente sus pizzas tambien son ricas abundantes y crujientes. No he probado lo demás del menú ya que he ido escasas dos ocaciones pero sin duda me encanto el concepto y me hará regresar pronto.

Si quieres comida 101% Italiana, este es un buen lugar.
Para empezar el dueño y cocinero es 101% Italiano, así que puedes estar seguro de que la proveniencia de sus recetas es original, segundo, la decoración y ambientación es alusiva a Roma, tanto la música como la decoración, tercero, el servicio es siempre muy amable, de eso de 10 y cuarto, los precios son muy amigables con tu cartera, no es barato, pero tampoco es caro, simplemente es justo.
Es un restaurante muy acogedor, nada grande ni comercial, yo creo que esto le da un toque muy especial.
Si eres de los que les gusta comer mucha, pero mucha pasta, te recomiendo que vayas los martes ya que tienen buffet de pastas por $ 99 pesos y funciona así: ellos te van sirviendo platillo por platillo diferentes tipos y estilos de pasta para que compartas hasta que ya no puedas más, mientras más avances, los sabores serán más ricos! así que no te atasques desde el principio.
Los miércoles tienen una promo de lasagna y refresco por $ 99 pesos, los jueves son de Ladies (2×1 en sangrías) y tosos los días tienen una happy hour (2 cervezas más dos bruschetas por $ 49 pesos).
Te recomiendo mucho este lugar si te quieres poner romántic@.

He de admitir que el conocer este restaurante se lo debo a mis padres, ya que fueron ellos quienes hicieron el descubrimiento. Un pequeño restaurante italiano, escondido entre casas, ya que es el único restaurante que resalta en esos rumbos.
La comida es exquisita, el trato impecable y el lugar bastante agradable, ya sea afuera o adentro.
Se jactan de ser un lugar 101% italiano y debemos creerles, pues el dueño proviene de ahí, además de que todo el tiempo estarás escuchando música italiana con artistas italianos y con la decoración semejándose a la Roma antigua, como bien lo sugiere el nombre.
A mis padres ya los conocen, pero eso nunca ha restado que los días que voy sola no me traten con la misma atención que cualquier cliente se merece y por eso y muchas cosas más, lo he hecho uno de mis restaurantes favoritos. Los precios son justos, porque la comida lo vale, y las porciones se agradecen, aunque yo siempre termino pidiendo lo que me queda para llevar, y bueno, tampoco es algo que me moleste.