Plazuela de San Fernando

La Plaza de San Fernando es uno de mis lugares favoritos de Guanajuato, y no sólo por la basta cantidad de negocios, restaurantes que hay ahí, sino porqué es una plaza que también cumple su función de plaza. ¿Cómo? Sí, es un lugar donde puedes ir a sentarte y ver pasar el tiempo sin preocupación alguna.
Un excelente lugar para ir a platicar o dar la vuelta o sentarse en una banca. También hay varios puestos si se te antoja algo casual de comer, como una nieve o un esquite para completar la tarde.
Es un lugar muy frecuentado por turistas y locales que buscan disfrutar de la vista que ofrece la plaza hacía las colinas en las que se encuentra Guanajuato.

La Plaza San Fernando es bastante conocida en Guanajuato, es un lugar que todo visitante debe conocer al menos una vez.
En esta pequeña plaza encuentras lugares de comida japonesa, pizzas, crepas, un restaurante medieval, cafés, bares, artistas callejeros y presentaciones artísticas. También puedes comprar algunos recuerdos y hasta dibujantes te encuentras, es un pequeño lugar o paraíso algo hipster (pero no sólo para ellos) me refiero a que la cultura y los lugares alternativos, con temáticas únicas abundan aquí.
Esta plaza es perfecta para una cita romántica, ir a comer o cenar y después caminar por Guanajuato. Mi recomendacion en este lugar son las crepas en Bossa Nova o el bar La clave azul, ambos son lugares excepcionales para pasar el rato, aquí seguro te distraes y te la pasas bien.

Cuando caminas Guanajuato, hay lugares que de tanto pasar se vuelven invisibles. Y si a eso añadimos que negocios van y negocios vienen, pues terminas sin darte cuenta de los cambios hasta que ya son muy evidentes. San Fernando es de esos sitios: los mismos árboles, los mismos colores, los mismos chavos ofreciendo los menús, y llega un momento en que todo se vuelve desapercibido. Hasta que algo, de repente, un chispazo de casualidad, te hace voltear hacia un descubrimiento: un callejón de postal, una esquina que habías olvidado, un nuevo restaurantito, el señor de las guacamayas, una pareja en una banquita, el diseño de José Chávez Morado en el suelo, unas aves sobre la fuente, una linda chica con pecas, los primeros pasos de un bebé de la mano de sus papás, una ventana prendida, un estudiante dibujando, el puesto de las picosísimas frituras instalándose, un artista callejero ensayando, la puerta recién pintada de algún local cerrado… Imágenes que son posibles sólo porque aquí, donde está esta plaza, a alguien se le ocurrió demoler una vieja escuela. Entonces sucede, así nomás: te volviste a enamorar de Guanajuato.

Esta es mi plaza favorita para caminar después de las 5 de la tarde, el ambiente se empieza a poner muy cultural y lleno de vida. Aquí encuentras restaurantes, artesanías, bares de mezcales (sabores) hasta una bonita fuente, mesas y arboles que le dan una vista demasiado pintoresca, sin olvidar claro, las lamparas y el empedrado característicos de Guanajuato.
Me gusta encontrar gente (artesanos) vendiendo en esta plaza, los precios son accesibles y las cosas que venden son bonitas y hasta funcionales. Lamentablemente a veces no nos detenemos a observar con mas detalle las cosas que se venden así pero podría uno sorprenderse. Que bueno que les sigan permitiendo vender de esta forma a estos artesanos que les es difícil rentar un local o un lugar establecido para vender sus artesanías.
Un lugar bastante recomendable para invitar a una chica a cenar o pasarla muy relax con los cuates. Este lugar tiene de todo y a mi me fascina.

En la Plaza san Fernando se viven más historias que las que un escritor pueda inventar.
Acaba de comer una pizza y llegamos a esa plaza. Estábamos tan enamorados que nos perdimos entre toda la gente que pasa corriendo por ahí, usando la plaza como atajo.
Nos plantamos en el centro de la plaza como si nada más nos importara. Mientras estábamos hablando de nuestros proyectos a futuro entre reojo alcanzaba a ver gente comiendo en los restaurantes que están al lado, un mariachi alegrando a los comensales, personas con «troles» una especie de paleta que venden en una nevería de por ahí, unas personas sentadas leyendo un libro, parecía un club de lectores. Todos sumergidos en sus asuntos, nadie estaba ahí como para ver a quién criticar. Unos niños a lo lejos corrían obligando a las palomas que había que abrieran sus alas para volar a otro lugar. Otros niños al otro lado alegres recibían a las palomas que migraban de lugar y les daban la bienvenida con migajas de lo que seguramente era de un bolillo que compraron en una panadería cercana.
Un artista callejero se acercó a nosotros de forma curiosa y nos empezó a inmortalizar en un dibujo. Estábamos tan a gusto que no nos dimos cuenta cuando instalaron una bocina y unos viejitos empezaron a bailar danzón obligándonos a bajar de la plaza.
Yo siempre tuve la impresión de que las plazas fueron inventadas para ocupar espacios muertos, pero ahora me doy cuenta que sea así o no, en esta plaza pueden hacer lo que más les guste sin parecer locos. Cada que regreso a ése lugar tengo un recuerdo para sonreír.

La Plaza de San Fernando es uno de los lugares más tranquilos en el centro de la ciudad. Además de que uno se puede venir a sentar aquí cerca de la fuente o en una de las bancas. Siempre hay mucha gente, y es que a los alrededores de la plaza hay restaurantes, cafeterías y negocios en donde uno puede pasar un buen rato.
Hace unas semanas andaba medio perdida; me puse a caminar y de repente como que me desorienté, seguí caminando y salí a esta plaza, ya cuando estaba aquí sentí un gran alivio, sabía que ya estaba cerca del lugar donde me hospedaba.
La verdad es que de caminar ya estaba cansada, así que me vine a sentar a los escalones, el clima estaba rico, el sol no quemaba así que me quedé aquí un ratito. Había niños jugado, personas comiendo en los restaurantes que rodea el lugar, así que pareció muy buena idea quedarme ahí a descansar y relajarme un buen rato.

Quizás la Plaza San Fernando es uno de los lugares capitalinos en los que se puede encontrar de todo un poco. Bares, restaurantes, cafés, neverías, artesanías, librerías, boutiques, ferreterías y muchas otros negocios más.
Se puede venir a caminar y dar un recorrido por las tiendas, o venir y escoger alguno de los diferentes restaurantes que se ubican aquí, en compañía de la familia. En lo personal me gusta mucho cuando camino por el centro pasar por esta plaza, porque siempre hay algo nuevo que ver o que hacer.
A lo largo del año, se hacen ferias de libros, o muestras de algún artista plástico. En Cervantino, es una de las plazas favoritas de los espectáculos circenses y se puede venir a pasar un buen rato con la infinidad de espectáculos que ofrece el festival.
Por las noches puedes venir a pasar un buen rato con los amigos y brindar con alguna bebida en alguno de los bares que hay por aquí.

Un día saliendo de la escuela baje al centro y empecé a caminar la verdad no tenía ganas de ir a mi casa en ese momento, creo que andaba chipil y extrañaba mi casa, así que preferí moverme viendo como la gente se movía de un lado para otro… iba tan ensimismada en mí que nunca me di cuenta que había alguien que llevaba un buen tramo del camino gritando mi nombre hasta que por fin me alcanzo, resulto que mi antigua compañera de casa estaba en su día de descanso y cuando me vio decidió invitarme a comer, nos quedamos paradas un rato hasta que decidimos empezar a caminar por inercia, todo el camino me decía que tenia hambre que mejor nos detuviéramos a comer algo y yo como no sabía donde dije bueno vamos a San Fernando ahí hay restaurantes y tal vez algo se te antoje… la verdad es que nada fue de su agrado más que una pizza las compramos y nos fuimos a sentar a una banca, nos pusimos a platicar un rato para ponernos al corriente y justo cuando estábamos a punto de irnos vimos llegar a dos parejas de la tercera edad y de fondo escuchamos un poco de danzón las parejas empezaron a bailar y poco a poco se iban acoplando otras.
Cuando le platique a mi novio lo que había visto y como había disfrutado el ambiente de esa plaza me platico que ya es normal que haya de vez en cuando baile de salón donde todos pueden participar… esta fue una de las cosas por las que más ame el lugar.

En mi cabeza Guanajuato es sinónimo de callejones, túneles y plazuelas. Una de las más bonitas es la de San Fernando, que fue construida en 1863 en los terrenos de lo que fuera la Hacienda de San Francisco de Cervera.
La plazuela, aunque tiene en común cosas con las demás como su fuente barroca, es también distinta. Por ejemplo, el piso fue diseñado por el artista guanajuatense José Chavez Morado y muchas de sus construcciones de alrededor conservan sus fachadas originales. Si nos distraemos podríamos tener un viaje en el tiempo.
Además se encuentran varios cafés y restaurantes alrededor. Lo recomiendo como un lugar para leer un libro mientras se toma un cafecito, o para descansar un poco los pies antes de seguir la ruta turística.

Está en la zona centro, de Guanajuato y es una de las plazas más bonitas y movidas, tanto de día como de noche. Está rodeada de comercios, hay restaurantes para desayuno, comida y cena; pizzería, cafés, bares, cervecería y mezcales, nevería y aguas frescas, librerías, tiendas de ropa, lentes y accesorios, vendedores de artesanías, músicos y eventos públicos gratuitos. San Fernando tiene una explanada que sirve como plataforma para presentaciones musicales y de artes escénicas durante el Festival Internacional Cervantino y a lo largo de todo el año por iniciativa de otros festivales culturales que se llevan a cabo en la ciudad. Esta plaza es vecina de la Plazuela de San Roque y otros comercios que puedes encontrar cerca de ambas son, por ejemplo, cerrajerías, papelerías especializadas, tiendas de objetos de importación como juguetes de broma, máscaras o disfraces, talleres de costura, venta o reparación de calzado, ropa para bebés y niños y puestos móviles de frutas, aguas y elotes. Escondido en un callejón que desemboca en San Fernando, hay un restaurante de cocina japonesa auténtica, por si se lo preguntaban.

Después del Jardín de la Unión, la Plaza San Fernando podría describirse como la segunda más pintoresca, bella y concurrida plaza pública del centro de la Unión.
Debido a su ubicación, este lugar sirve de punto de intersección para las vías que los transeúntes ocupan. Otra característica casi particular de esta plaza es su gran número de restaurantes ahí alojados que ofrecen diversas clases de comida. Por esta razón, a cualquier hora del día y también de la noche está plaza se encuentra activa.
Para grupos de turistas o familias que opten por comer en restaurantes, este lugar es ideal para permitir que cada integrante pueda desperdigarse a consumir lo que desee.
Esta plaza tiene restaurantes familiares, restaurantes-​bar, un bar bohemio sólo por las noches e incontables cafés. Además en ciertas temporadas, sobre su pequeña explanada se montan ferias textiles y durante el Festival Cervantino, este mismo lugar ofrece eventos de calidad internacional principalmente totalmente gratuito.
Lo que realmente se aprecia y es motivo que esta plaza sea tan apacible a pesar de los comensales que consumen en el exterior, son sus dos árboles que crecen libremente y proveen de verdor y sombra a este sitio.
Al pasar por aquí, se recomienda el vino y cerveza ofrecido por el bar «La inundación» y si se busca un lugar para reunión informada o para una cita, el Café Club es una buena opción que ofrece la Plaza San Fernando.

Una de las plazas céntricas e icónicas de Guanajuato es la de San Fernando, Antes en ese lugar se ubicaba la Hacienda de Francisco de Cervera, la plaza data del siglo XIX, el acceso a esta es por diferentes callecillas de alrededor, seguro alguna te lleva a dar con este espacio. Hay mucha variedad de restaurantes y cafeterías así como tiendas de artesanías y algunos puestos ambulantes. Es un usual punto de encuentro para los turistas así como para los habitantes locales.
Si no te decides por alguna opción es muy útil revisar los menús de los establecimientos, están todos a la vista, la variedad va desde mariscos hasta pizzas, y puedes echarle una miradita a alguno de los platos que ya están servidos para ver si se te antojan.
La amplia explanada frente a la fuente la hace el lugar perfecto para muchísimos eventos culturales. El diseño del empedrado es de Chávez Morado.

Tengo una fuerte historia con este lugar. Cada quien puede construirse una vida en las plazas de Guanajuato. San Fernando es que te llama a estar ahí. Me encantan los escalones porque más de una vez me senté a platicar con amigos, tuve peleas escabrosas, comí cueritos con chile, esperé y esperé; y hasta hice teatro.
Está rodeada de cafeterías y restaurantes y eso le da vida, hace que el espacio se perciba de otra forma por el escenario natural para comer o tomar una cerveza. Ha sido a veces motivo de disgusto que haya tantos negocios alrededor, pero a la vez son indispensables porque Guanajuato vive del turismo. Lo único que sí es molesto es que cada vez que pasas los hostes te ofrecen pasar a comer. Creo que sería mejor si le dieran chance a la gente de escoger y disfrutar el momento en ese lugar lleno de historia y árboles.
San Fer pa’ los cuates es grande y tiene muchas opciones desde comer y chelear, comer esquites, fruta, frituras; comprar artesanías y en general disfrutar del paisaje de día o de noche.