La Grotta

El lugar es pequeño, la pizza es buena, pero el servicio nada extraordinario. Si no esperas nada especial sino una comida rápida, puede ser una opción. Yo no dedicaría tiempo ni esfuerzo en ir a buscar el lugar. Si estás cerca, pues vale.

Buen sabor, pero con falta de servicio y muy lentos.
Pedimos berenjena, pizza y pasta, todo aceptable pero se siente un ambiente agringado, solo si eres norteamericano se preocupan, aparentemente.
Queríamos una mesa en segundo piso y al momento de desocuparse se la otorgaron a unos norteamericanos que llegaron después de nosotros. Aun y cuando nosotros estábamos esperandola.
En lo personal no regreso ni lo recomiendo.

Es un restaurante de comida italiana ubicado en el centro de San Miguel de Allende, es una casa pequeña adaptada para funcionar como restaurante, cuenta con dos pisos, pero debido a su tamaño no se aceptan grupos de más de 8 personas.
La grotta tiene comida deliciosa y hecha toda absolutamente todo hecha ahí mismo, como es el caso de la pasta que hacen desde la mezcla de la masa para después convertirla en pasta de cualquier tipo para tu platillo, también cuenta con pizzas hechas en horno ahí mismo, donde la mejor combinación es acompañar la comida con una copa de vino. Eso sí cuando vayas hay que ser paciente puesto que el servicio suele demorarse un poco, ya que todo es preparado en el momento.
Una sugerencia es sentarte en la parte de arriba, ya que cuenta con ventanales y balcón, para que no sufras de sofocación porque en la parte de abajo suele acumularse un poco el calor; Además otra sugerencia es ser paciente por una meda por lo mismo del espacio reducido.
En cuanto a precio es accesible, con buena porción en el platillo y sobre todo riquísimo.

Un lugar mas romántico y ad hoc para un restaurante italiano sería difícil de encontrar. Se encuentra en la calle de cuadrante, una de las más hermosas de San Miguel.
Entras por una pequeña puertita y bajas unos cuantos escalones que te hacen sentir en una cuevita privada y acogedora. La luz es tenue y amarilla y las mesas de madera con los típicos manteles cuadrados en blanco y rojo. Hay una escalerita pequeña en espiral que te perite subir a un segundo piso en donde también encontrarás unas cuantas mesas.
El lugar tiene muchos años en San Miguel. Últimamente no tiene tanta afluencia, pero ha sabido seguir a pesar de los cambios y la competencia.
La comida es un deleite, la pizza una de las mejores del pueblo. La atención es muy amigable y los precios súper accesibles.
Aquí no te toparas con pretensiones de ningún tipo. Si vas es para disfrutar de una maravillosa cena, con una deliciosa copa de vino, en un ambiente 100% agradable y al estilo del viejo San Miguel en donde lo que importaba era sentirte abrigado, en casa y con buena comida.

Abierto en 1989, este restaurante italiano es conocido porque tiene unas pizzas bastante ricas a un precio accesible, aunque sus pastas frescas, que hacen diario, también son una gran opción. Si te gusta acompañar la comida con vino, la garrafa de vino es una buena elección.
La salsa que hacen para ponerle a la pizza es espectacular, con un toque picosito y a ajo que te hará querer acabarte la botella. De hecho, es tan buena que la venden para que te la lleves a casa. Un gran plus es que hay medias órdenes, por si no tienes tanta hambre o tienes ganas de probar muchas cosas.
Ubicado a espaldas de la Parroquia, a una cuadra del jardín principal, tiene dos pisos y una decoración sencilla, con mesas y sillas de madera. En verano, te recomendaría sentarte en el piso de abajo, porque el de arriba es algo caliente.

This place is lovely. The food is excellent. We visited this restaurant twice during our trip. We had excellent pizza, ravioli, and shrimp pasta. The owner stopped by our table both times and was very friendly. We enjoyed the small quaint atmosphere.

Small Italian place, the food and service were very good.
Hand made pastas and Napoli style pizzas