Toyo Restaurant Bar

Los platillos estuvieron riquisimos, aunque acostumbrado al precio de los sushis rápidos, en toyo me parecieron caros.
Nos atendieron varios meseros que eran buenos, para nuestra mala suerte nuestro mesero asignado estaba muy distraído.
La decoración del lugar es agradable y el ambiente algo acogedor.

Se ha convertido en un clásico de la ciudad. La comida es buena, sin embargo no es el mejor lugar de comida japonesa de la ciudad.
La última vez que compre sushi y arroz para comer en casa, la soya estaba mala, el cítrico que le ponen para diluirla estaba podrido, imagínate a que sabía el arroz y el sushi con eso encima. Llamé y me dijeron que fuera para cambiar mis platillos por unos nuevos con soya recién preparada, pero ya estando en casa con hambre en fin de semana, la verdad que flojera regresar a Toyo a cambiar mi pedido por que pusieron soya con naranjas podridas.
Lo más interesante de este restaurante es que por la calle de Manuel M. Dieguez o conocida también como Marsella está la tienda en la que puedes comprar varios de sus productos para preparar tu propia comida en casa, accesorios decorativos, dulces, congelados y bebidas refrescantes de tapioca.

The service and the mood is very nice. The food is not bad, but not the best. A little bit overpriced for the quality of the food, however it is a nice restaurant.

Para ser un restaurante japonés, no me
gusta que no sea suuuuuper nice. Estoy acostumbrada a que la comida china sea en lugares ruidosos y feos, la japonesa no. La entrada está bastante descuidada y por dentro lo mismo. Quedé de ver a Paris ahí, pero no me gusto nada desde que lo vi afuera y cuando entre menos. Le dije a Paris que mejor fuéramos a otro lugar.

Aquí trabajo mi hermano por lo que conozco muy bien la comida y me platico muy bien de la cocina. Para empezar la comida es muy rica y tiene platillos deliciosos y a un excelente precio. Sin embargo la limpieza no es su fuerte, y si se los digo de las mesas ya se imaginaran en la cocina. Pero bueno, la verdad es que las cocinas por la rapidez en que se sirven los platos siempre hay alguien que se dedica a estar limpiándola, pues hay muchas cosas que se tiran. Así que no se preocupen, todo esta dentro de los estándares de sanidad, y la comida es de gran calidad, y claro todo esto se debe a la cabeza del lugar, pues mi hermano me dijo que el jefe es oriental y es muy estricto y de un carácter fuerte. Por lo que exige que todo este en excelente estado y que los empleados sirvan la comida rápido y con la presentación adecuada.
Después de cocinar, deben entregar todo limpio. Lo que se me hace extraño, por que las mesas en ocasiones tienen morusas o manchas. Pero al terminar al parecer se los exigen. mi hermano tenia la oportunidad de comer aquí y dice que fue lo mejor de trabaje aquí. Yo en realidad como comensal cualquiera, diría que la comida, si es deliciosa, pero prefiero otros lugares, el servicio es bueno y el lugar es agradable. Así que si estas cerca es más confiable comer aquí, que en otros donde ofrecen la misma comida y que se encuentras cerca de este. Pues en este Toyo ya conozco como se maneja la cocina y prefiero algo confiable y por ello lo recomiendo.

Toyo es de esos lugares que me remontan a mi infancia, pues aun que ahora amo el sushi con locura, tengo que admitir que cuando era pequeña, ¡¡LO DETESTABA!
Cada que salia a comer con mis papas, a la hora de elegir el restaurante, yo rogaba porque no eligieran comida japonesa, pero era en vano, pues para colmo, siempre elegían Toyo, no podía con la idea de que me obligaran a comer cosas crudas!
por lo general, terminaba comiendo arroz o algo así muy equis, recuerdo que lo único que realmente amaba, era pedir brochetas de plátano con queso y una salsita roja agridulce que sabia deliciosa, me encantaban las toallitas calientes que te dan para limpiarte las manos.
Fue cuando crecí que aprendí a probar y a valorar la comida y los lugares a los que me llevaban cuando era niña, ahora Toyo es un lugar que frecuento con mis amigos o alguna cita, lugar al que le guardo un espacio especial, pues tengo muy buenos recuerdos, me gusta que el lugar conserva ese toque tan tradicional japones, nunca he ido a japón pero creo que en México, muchos lugares de sushi y comida japonesa, serian una burla en donde se origina esta comida, pues no se, pero Toyo siempre me hizo sentir que estaba cerca de algo mas tradicional japones, no se a la fecha, pero recuerdo que todos sus empleados eran de origen asiático, me gustaba eso, creo que le daba un toque mas creíble a el lugar.
La comida es deliciosa, aun que no seas el mas conocedor puedes coincidir en que todo es de la mejor calidad.

No soy fanática de este lugar, de hecho me gusta más ir a comer a peko peko o Uma Uma, pero Toyo es un buen lugar para ir a comer los domingos, ya que justo en frente se pone el tianguis de antigüedades, en el que puedes ir a buscar cosas interesantes. Después de una larga mañana de buscar y ver que antigüedades u objetos que puedes adquirir para tu casa, es justo y necesario una buena comida; sólo tienes que cruzar la calle para llegar a Toyo, el menú es amplio y venden desde sushis hasta noodles y todo lo que puedes pedir, el mantel que te dan tiene diferentes palabras y oraciones en japonés, quizá puedas practicar un poco.
La comida es buena, los platillos son lo justo para quedar lleno y los meseros son muy amables y atienden todas tus dudas. Los precios son un poco altos a diferencia de los otros dos restaurantes que enuncie en un principio, pero Toyo es una buena opción para venir con la familia un domingo.

No soy fanática de la cultura japonesa… creo que soy de las pocas animadoras que existen que no conoce nada de ánime y no lo ve… y mi falta de interés por esta cultura, se expande a la gastronomía… y entonces, como broma del universo, uno de mis amigos de la universidad está obsesionado con Japón, habla el idioma y ama la comida de este país… mis amigos aceptan que comamos pizza varias veces a la semana, así que lo justo fue, que yo aceptara ir a probar la comida que también les gusta… fue así como visité por primera vez el famoso Toyo.
Realmente cuando lo ves por fuera, no das un peso por el lugar, parece un restaurant más de los mil que hay de comida japonesa… No me inspiraba a entrar por eso, pero bueno… entré… La verdad cuando probé la comida, mi experiencia fue, como dice mi mamá «zaz en toda la boca»… la verdad me callaron, yo llegué juzgando un poco el lugar, pero la comida estaba deliciosa.
Decidimos dejar que mi amigo el conocedor escogiera la comida, pidió un ramen de miso y para mi un Donburi de res por que yo no como carne. Los demás comieron sushi de anguila de río, atún y callo de hacha … no se me antojó nadita pero todos tenían cara de que estaban comiendo un pedazo de cielo.
Otra cosa que me gustó de aquí, fue que cuenta con variedad de cervezas internacionales (hell yeah) y que a pesar de que se llena, no se abarrota al punto de que no estás a gusto. El ambiente es agradable, el servicio bueno y la comida bastante rica.
Este lugar me enseñó a practicar eso de no juzgar un libro por su portada.

Este lugar tiene toda la vida aquí y siempre ha mantenido su calidad. De niña recuerdo que tenían adjunto una tienda de productos japoneses, que actualmente está enfrente por la calle del costado.
Me encantaba venir porque tenían (y todavía lo manejan) unos mantelitos de papel individuales con palabras en japonés y su traducción al español, así que salía de allí sintiendo que ya había aprendido palabras nuevas.
Ahora cada que vengo no puedo evitar pedir mi sushi favorito y un especial del lugar, el Chivas Roll, y sí el nombre es por el equipo de futbol, tienen además otros llamados Atlas Roll y Chicharito Roll.
Tienen una gran variedad de sushis y todos son de muy buena calidad y sabor, de los mejores de la ciudad. Pero su menú es bastante amplio, sashimi, tepanyaki, udon, tempura y muchos platillos más que no encuentras en todos los restaurantes japoneses.

Desde la primera vez que estuve en este restaurante y pedí teppanyaki, no hubo más, os lo digo que de aquí soy: es exquisito. Y si de repente lo pides combinado con camarón, híjoles! Pues antojísimo satisfecho!
El lugar está bien ubicado, normalmente me toca ir entre semana, para acompañar a la hora de la comida a mujercita. A esa hora, dos, dos treinta de la tarde, hay bastante espacio y oportunidad para la sobremesa.
También, recomendables los sushis, por tradición, aquí; además de los clásicos, el empanizado, creo que es el masago roll (con hueva de pescado… igual pides poquita si no te da el antojo), es muy rico. Aunque por lo general no son tan grandes.
No se me pase hablar sobre la salsa de soya que siempre hay en la mesa, con su cebollín picado; siempre fresca.
Ni sobre la amplia variedad de cervezas con que cuenta su carta.

La primera vez que fui me atrapó al instante la decoración. Me sentí como si hubiera atravesado un portal que me llevó directamente a Japón. Bueno, tal vez exagero, pero me pareció un buen detalle también que en los manteles de papel haya frases en japonés y su traducción con fonemas para que aprendas a pronunciarlas. Mi amiga con quien fui habla algo de japonés y se divirtió mucho corrigiendo mi pronunciación.
Yo pedí un sashimi de salmón. Estaba buenísimo. Ahora lo recuerdo y se me hace agua la boca. No me tocó ver en acción la hornilla de la mesa (no teníamos mucho antojo de Teppanyaki), pero me parece algo muy original que uno pueda cocinar sus alimentos sin tener que moverse. Aquella vez fuimos entre semana y casi no había gente. El mesero fue muy amable y los platillos llegaron rápido.

Uno de los restaurantes clásicos de comida japonesa en la ciudad, entrar a él es viajar en el tiempo porque sigue luciendo igual desde hace 20 años o más, sus paredes están decoradas con latas y botellas de cervezas de todo el mundo, algunas de ellas ya no se producen.
La comida de este lugar no tiene pierde, es japonesa con ciertos toques mexicanos para hacerla más accesible a todos los paladares, hay sushi con queso gratinado y más alimentos así de particulares que llaman la atención, me gustó mucho el sabor de mi rollo, tenía pulpo y estaba muy fresco y bien cocido, nada chicloso como en algunos lugares.
Al lado del restaurante tienen una tiendita donde podrás comprar todos los ingredientes necesarios para experimentar con la cocina japonesa en casa, además tienen recetarios y te darán asesoría para que puedas prepararlos.
Actualmente hay opciones más gourmet y cercanas a la verdadera cocina japonesa, o por lo menos más cercana a los sabores originales, pero el Toyo sigue siendo una buena opción para todo público.

El Toyo es un restaurante al que yo iba desde que estaba chiquita. Me encantaba que tenían un mantel de papel con la pronunciación y traducción de palabras japonesas. La atención siempre es muy buena. Los fines de semana se llena mucho, vale la pena irse temprano o hacer reservación para no tener problema. La comida está muy rica. Desde los teppanyaki de pollo o res, el arroz frito o el arroz blanco. Pero de lo que quiero hablar es de las planchas especiales que tienen las mesas. Son dos orificios en el centro de la mesa, que sirven para que tu mismo cocines tu carne o verduras como gustes. Hay una carne muy delgada que sabe increíble, es muy suave y con la salsa de soya casi parece que se deshace en tu boca.
La decoración es muy típica japonesa, hay cuadros y biombos de mujeres en kimonos y de paisajes.

Solamente una vez he venido a esta sucursal (ya hablaré de la que está en López Mateos, pues su historia es más interesante), personalmente me causó una mayor impresión en el sentido de que la decoración es más sobria que su sucursal hermana, la calidad de los alimentos fue excelente y con un gran sabor.
Aunque hubo que esperar un poco para ingresar –era domingo– vale la pena. En ese tiempo aún podía comer mariscos por lo que la cantidad de opciones y nombres de platillos resultó un poco confuso, pero no duden en preguntar (los meseros saben que no somos japoneses y con gusto ayudarán).