Tamales del country

Estas camionetitas andan por muchos lugares de la ciudad, venden tamales de pollo, frijoles, mole rojo y mole verde, además de algunos vegetarianos de champiñón y rajas, también hay tamales dulces de fresa, me gusta mucho la salsita de chile rojo que tienen, incluso a veces les compro un litro de salsa adicional para tener en casa, porque tiene muy buen sabor sin ser muy picante. También venden atole de fresa y nuez, muy sabroso y excelente complemento para una noche fría.
Sólo tienen pagos en efectivo, te pueden surtir pedidos para fiestas con todo y la olla de tamales, lista para poner en la estufa y calentar, acércate a las chicas vendedoras y pregúntales, son muy amables.

uuuuufffff tamales! a mi familia entera le encantan sobre todo a mi hermno
!
este es uno de los antojos nocturnos de la familia, les gusta ir en auto al puesto callejero mas cercano y pedir unos 6 tamales para cenar cada quien suele comerse uno pero mi hermano llega a comer 2 o 2 !/​2 esta cañon, tiene estomago de desecho, no se a donde se le va tanta comida!
la verdad odio los tamales pero estos me encantan, tienen mucha carne y nos son de mucha masa como otros que hacen mas baratos y corrientes!
y auqnye pueden ser caros valen la pena y se antojan mas en temporadas navideñas!

¡Para cenar una noche con la familia, tamalitos con atole! Ahí mismo o para llevar, este platillo tradicional mexicano servido en un carrito es genial. Tienen sabores como pollo con verduras, verdes, rojos, champiñones, rajas, y dulces. Además, sirven de dos atoles: fresa y nuez, el primero suele escasear después de las primeras dos horas que se pusieron, ya que tiene mucha demanda y se acaba pronto. El de nuez también es sabroso, y ad hoc para una noche de otoño como las que transcurren.
Muy recomendable la salsita verde un poco picosa que tienes que pedir para acompañar los tamales, ya que –eso sí– conviene comerlos ensopados (a veces, están un poquitito secos) y con un trozo de queso cotija cerca, para que la experiencia gastronómica valga realmente la pena.
Conforme han adquirido fama, han puesto varias sucursales en la ciudad, una de ellas, en avenida Plan de San Luis, en Mezquitán Country (cerca de su matriz), otras dos por esta zona y dos más en distintos puntos de Zapopan.

Era tarde. Me dirigía a una fiesta de una compañera de la universidad y no había cenado. Mi intermitente molestía gastroestomacal me indicaba que debía probar bocado pronto o podría sufrir fuertes embates de dolor. Me bajé del camión llegando a americas y vi la carreta de tamales «Del country». Estaba salvado. No tenía mucho dinero para cenar y los barrios distan de ser baratos, pero los tamales son baratos, ricos y muy llenadores. Tienen de mole rojo y verde, de pollo, de rajas con queso, de champiñones con queso o el tradicional tamal de elote. Venden un atole buenísimo. El champurrado no lo he probado pero pinta muy bien. Cuando estén por la zona, no duden en pasar por unos tamales. Valen la pena.