Excelente pediatra que nos atendió al momento del parto. Ha estado al pendiente del«cuate» desde que le cortamos el cordón umbilical en la tina del hospital… Ese día –que se me queda esculpido en las neuronas– llegó por la noche(no me acordaba de ella, a primera impresión) y empezó con un rosario de recomendaciones –y algunas órdenes explicitas– sobre cómo cuidar del recién nacido. Que si se le cae el cordón, que si le llega a dar fiebre, que si la leche materna y la de fórmula, que debe ganar peso, su baño diario, las primeras«caquitas» y las subsiguientes, cómo orinaría, y un largo etcétera que tuvo el buen gusto de anotarnos en una hoja con sus datos y una tarjetita de su consultorio. La estamos viendo cada mes en el Núcleo Médico Atenas, donde tiene su consulta, y cada 30 días pesa y mide al chamaquito y nos somete a un cuestionario sobre cómo va; echando cachete, de repente con cólicos y reflujo, pero sanito, muy guapo y sonriente!(salió a la mamá).