Pastelerías Marisa

Pasteles deliciosos para todo tipo de ocasión, en grande y algunos otros por rebanada, flanes y gelatinas que sin duda tienen un sabor especial.
Pastel de Moka excelente, el de 3 leches no se diga, y para un antojo cualquiera el flan esta riquísimo, de momento en 4 sucursales que he acudido te tratan con un buen servicio, además de que aceptan tarjetas para que no estés cargando efectivo, te invito a probar estos deliciosos pasteles.

Para la fiesta, para la comida con la familia, esta es una de las opciones favoritas de los tapatíos a la hora de elegir el postre y cómo no, tienen ya varios años ofreciendo productos de excelente calidad. ¿Mi favorito? Son muchos: el pastel de 3 leches con cajeta está espectacular, además lo tienen en dos tamaños para compartir. También me encantan las galletas que nuez rellenas de cajeta y espolvoreados con azúcar glass. También tienen opciones sin azúcar para los diabéticos, los precios son justos, también venden helados pero nunca los he probado.
Puedes pagar con tarjetas.

Me encanta la pastelería, venden unas galletas super ricas.
En mi anterior trabajo les gustaba encargar aqui, para los cumpleañeros y hay en especial una rosca que me encanta y si les gusta el chocolate así adictiva mente como a mi deben de probar la rosca decorada, es chocolate con nuez cubierta de rico chocolate y toquesitos de chocolate blanco y en medio tiene chocolate derretido.
De verdad esta riquísimo es de mis favoritos pero si con una rebanada quedas llena y un poco empalagada, pero con un exquisito sabor que quisiera un cumpleaños ya y encargar esta rosca.

Desde que llegue a Guadalajara he escuchado solo comentarios positivos acerca de Marisa y con justa razón, son lo mejor de lo mejor en repostería en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Para cualquier ocasión como pasteles para cumpleaños o galletas como detalles aquí es el lugar indicado para hacer tu compra. Yo siempre pido el pastel de frutas o la tarta de manzana y siempre que la llevo a mis eventos todo mundo queda encantado por su sabor.
Hay gran variedad de repostería que en otros lugares no encontraras fácilmente como los macarrones. El precio depende pero los pasteles generalmente cuestan más de 300 pesos, sin embargo vale la pena cada peso. No tendrás problema por encontrar una sucursal ya que están bien establecidos en Guadalajara. De preferencia es mejor hacer una llamad al local para preguntar si tienen lo que vas a comprar porque es común que lo que tienen en stock se acabe muy rápido, pero bueno puedes ir a otra Marisa por ese delicioso postre.

La pastelería Marisa le hace honor a su slogan «Por ti, una delicia».
Todos los productos que ofertan son precisamente eso, una delicia. Además del sabor se agradece la variedad de sabores y productos, pasteles, roscas, galletas, flanes, muffins, gelatinas, pays y la última novedad macarrones, también en diferentes sabores.
Mi pastel favorito es adicción, una rosca de chocolate con chocolate blanco tipo betún, lo único malo es que por 1 rebanada tendré que ir a correr ¡2 hrs. Digo, para quemar tantas calorías. Bueno la ventaja es que ofrecen la línea light que me hace sentirme menos culpable cuando me como una rebanada de pastel ¡gran pecado!
El horario es ideal pues prácticamente abren todo el día, de lunes a sábado cierran hasta las nueve de la noche así es que siempre será tiempo para llegar a comprar un pastel antes de visitar a cualquier familiar cumpleañero. Si al festejado no le parece muy atractivo un pastel, una gelatina de frutas cien por ciento natural será irresistible.

Descubrí esta pastelería por mera casualidad, porque en estos rumbos vive una de las amigas de Mel que más ferviente intenté conquistar por los medios tradicionales: el detalle con los suegros.
La primera vez que fui a su casa, hace ya algunos años, olvidé que mi estrategia se concentraría en ello, entonces busqué desesperadamente algún sitio por los alrededores (aprovechando que, de por sí, ya me había perdido en mi camino y ya estaba dando vueltas por ahí).
El chiste es que cuando entré me encontré con las galletas más ricas del mundo detrás de una vitrina, que estaba frente a unos refrigerados con pasteles cubiertos de deliciosos y betunes y gelatinas dietéticas para las señoras.
Como no llevaba mucho dinero y las galletas ya me habían guiñado el ojo llevé un surtido rico a casa de la dichosa señorita, cuyo nombre no mencionaré por el momento. Pocas veces he quedado tan bien.