Neveria y Restaurant El Polo Norte

Nieves reales y tradicionales. Esta nevería es clásica en Guadalajara, tienen la mejor nieve de vainilla. Y en temporada hay que pedir la de pitaya, mi favorita.
También es restaurante, pero no me parece tan bueno como los helados. Las instalaciones no tienen nada de especial, lo importante son las nieves, así que bien puedes pedir el sabor que más de te antoje y llevártelo.
Atienden muy rápido y si no traes prisa te puedes sentar en las mesas que están en la calle y disfrutar tu nieve. Si vas en domingo puedes aprovechar para pasear por el Trocadero, tianguis de antigüedades que se pone enfrente.
Las nieves de mango y mandarina también están ricas.

Muchas veces queremos salir de la rutina y buscamos cosas nuevas, cosas distintas, cosas curiosas. Pero definitivamente siempre regresamos a ea zona de confort, a lo tradicional a lo clásico.
Al entrar a estas nieves, estuve platicando con el encargado del local, me comento que son de las nieves más viejas en la ciudad, que es de lo más tradicional aquí en Guadalajara. Justo platicamos en todos los nuevos sabores que hay y me comento que si les gusta agregar nuevas cosas a la lista de helados, pero que este es un lugar para ese momento de querer lo clásico.
Puede sentarte en las mesas de afuera, tiene un agradable ambiente, sobre todo recomiendo ir en la tarde, para que realmente puedas tener un tiempo de relajarte.

Impresionante pero cierto, unos primos del DF que vinieron a Guadalajara fueron los que me recomendaron este lugar! no tengo idea de como lo conocían pero me dijeron que estaban ricas estas nieves y que deberíamos ir por unas, así que eso hicimos.
El local se ve que tiene muchos años en la ciudad y venden distintas nieves y paletas de muchos sabores, creo que eso es lo que las hace ser tan conocidas, la gran variedad de sabores, yo pedí de chongos y mamey, un primo pidió de galleta y otro de tequila.
El lugar no tiene estacionamiento como tal, así que a buscar lugar y caminarle.
En cuanto a precio es mejor que estés preparado para hacer un buen gasto pues si están caras.
El sabor está rico, aunque no son algo del otro mundo, lo padre es que tienen muchas sabores.

Me encanta visitar los lugares de nieves, encontrar y disfrutar de nuevos sabores y combinarlos hay nieves de agua y leche, también por si prefieren venden paletas de los mismos sabores que la nieves o bebidas como malteadas, aguas de frutas etc. mis sabores favoritos son de mango, tequila, coco y vainilla, pero de ves en cuando hay que probar algo diferente o al menos eso me gusta hacer a mi.
Este lugar es súper bien para cuando andas de compras en la calle y mueres de calor, llegas por tu nieve, y te puedes sentar en las mesitas que tiene mientras disfrutas de tu nieve y descansas un rato, también es un buen lugar para ir los domingos con la familia a mi me encanta ir a disfrutar de una nieve antes o después de asistir a misa y pasar un rato de convivencia con la familia.

Es una de las neverías más antiguas de la ciudad, y que es muy solicitada en tiempos de calor para calmar la sed.
Además de ser neveria a un lado se encuentra el restaurante, donde hay comida tipo cenaduría.
Las nieves que encuentras en el Polo Norte son nieves de garrafa, están ricas, pero en lo personal no me parecen nada extraordinario, entran en lo normal y de buen sabor claro y tienen una buena variedad, hay de coco, mandarina, zarzamora, vainilla, limón, chocolate etc.
Yo creo que ir a esta nevería es más por la tradición, además de que venden tejuino, cosa que no en cualquier nevería encuentras, así que digamos que es un plus, también sirven la nieve en barquillo de galleta natural y muy ricos, o en canasta.
Es un lugar muy tranquilo, la zona donde se ubica es muy transitada y los comensales fieles del Polo Norte, en su mayoría, son personas de la tercera edad, algunos niños y jóvenes. El servicio es un poco lento pero la gente es amable cuando te atienden.

Tengo muy buenos recuerdos de esta neveria, en mi infancia era a donde nos llevaban siempre a comprar helado.
Ahora, aun sigo comprando aquí de vez en cuando, me sorprende que los sabores siguen igual de buenos, tienen una gran variedad para elegir, mis favoritos son: Galleta, mango y chongos, pero al llegar, podrás darte cuenta de que tienen muchos sabores que seguro se te antojaran.
No son muy baratos, pero una vez que los pruebes y te enamores, estoy segura que coincidirás en que valen cada peso.

Aunque es uno de los favoritos del abuelo, y todo un clásico en Guadalajara, a mi no me inspira grandes afectos este lugar. Las nieves sí, son ricas, pero nada más allá. El tejuino es lo que más me llegó a decepcionar, y es que se presenta con una consistencia demasiado espesa, incluso me han tocado varios grumos de masa, que no es nada agradable.
La nieve más rica es la de limón, casi en ningún lado pido, pero no sé porque aquí se me antoja mucho. Por lo demás es un lugar tranquilo, si bien siempre me ha dado la sensación de que las mesas no están muy limpias. La zona de restaurante que tiene al lado me llama más la atención en todo sentido.

De las mejor nieves que he probado en todo Guadalajara se encuentra en esta nevería ubicada en Avenida México a tan sólo unos pasos de llegar a Américas. La nevería el polo norte también cuenta con un restaurante, no lo he probado pero tiene muy buenos comentarios. En fin, las nieves son de agua y de leche, también venden paletas y bebidas preparadas con la nieve, este lugar es simplemente delicioso, todos los sabores que ofrecen, aunque son los mismos que otras neverías, son diferentes, saben más a fruta.
El lugar cuenta con mesas y sillitas, para aquellos que quieren degustar su helado en la tranquilidad. Después pueden seguir con su rutina. Este es un lugar verdaderamente rico, recomiendo que si pasan por avenida México se detengan a comer un helado, sé que no se van arrepentir, además los precios no son caros como otras heladerías. Nevería Polo Norte es una buena opción para refrescarse del calor de esta ciudad.

¡Esta nevería es un clásico! No importa cuanto haya revolucionado la nieve, cuantos sabores nuevos se hayan inventado o cuantos toppings puedan ponérsele ahora y las mil maneras de servirse, el Polo Norte sigue siendo la tradicional y antigua nevería.
Cuando vengo con mis abuelitos al tianguis de antiguedades que se pone en el camellón de en frente y es un día muy caluroso, no puede faltar que los tres pasemos por nuestra nieve de domingo. Mi favorita es la de vainilla (aquí y en cualquier lado) pero me gusta combinarla con fresa, coco, rompope o cualquier otro sabor que se me antoje en ese momento.
Además, yo la pido en la canstita de barquillo me trae recuerdos de mi infancia y casi me como hasta la servilleta que se le queda pegada, jaja. Si se te antoja una puedes quedarte a disfrutarla en el local, puesto que tiene algunas mesas y sillas en lo que te refrescas y comes tu potre.

El Polo Norte ya es una tradición en nieve y aunque no son muy baratas que digamos, siempre pido una chica en vasito combinada de mamey con elote.
Tienen infinidad de sabores de agua y leche como: tequila, chongos, fresa, galleta, mango, cereza, vainilla, nuez, capuchino, pitaya (cuando es temporada), etc.
¿Sabían que la nieve no se puede endulzar con esplenda? Solo las paletas.
Para los que no pueden comer azúcar, tienen la maravillosa nieve de fresa endulzada con miel de agave.
El resturante que esta al lado también es parte de la nevería. Supongo que el órden de esta reseña debería de ser primero el restaurante y luego la nevería, pero es mucho más famosa la nevería, pues se dice que tiene más de 100 años y que primero estuvo en el Mercado Corona y luego se pasó a este lugar.
Un día pasadas las cinco de la tarde llegué buscando comida, pedí unas enchiladas y con mucho gusto me las sirvieron, estaban muy ricas, así que ampliamente recomendables.
¿De postre, nieve o helado, pastel, tejuino o banana split?

Cuando ando por Chapu y me da antojo de nieve o de un helado, no hay otro lugar que quiera mas que las nieves de El Polo Norte.
Siempre que voy pido dos bolas de diferente sabor en barquillo de galleta. Lo bueno de este barquillo es que es de galleta de verdad, no de la que parece hecha de unicell. Tienen una infinidad de sabores, aunque yo me voy por los clásicos nutella y, cuando tienen, maracuyá; el contraste entre estos dos sabores es genial.
El local tiene a un lado un restaurante, pero a este jamás he entrado. La parte de la heladería es bastante sencilla, nunca me he quedado a comerme el barquillo ahí, pero tienen espacio para sentarte tranquilamente para que disfrutes de tu nieve.

La mejor nieve de vainilla está en esta tradicional nevería-​restaurante de Guadalajara, que por varias décadas ha formado parte de muchas familias.
El sabor estrella es el de vainilla, pero eso no significa que los demás sean malos, al contrario, a mí me gusta mucho la de limón, fresa, lima, mandarina y más sabores naturales, algunos de ellos sólo en temporada como la nieve de pitaya, una delicia que tienes que probar alguna vez pero sólo está disponible en verano.
Tienen pago con tarjetas pero lo restringen a un mínimo de $ 50 pesos, lo que me parece algo raro, algo que no me gusta de este lugar es que cuando pides para llevar tu helado, te lo sirven en copas o vasos de unicel, lo cual termina siendo un terrible contaminante, quizás deberían de recurrir a otro tipo de materiales menos dañinos.
Aquí también hay servicio de restaurante, pero nunca he comido, siempre me ganan las nieves.