Museo del Ejercito y Fuerza Aérea.

Este es un museo que me recuerda a mi etapa como oficial de operaciones de vuelo, mis maestros nos invitaron ya que eran soldados y otros ya retirados nos comentaban que en el interior y en sus jardines tenían desde maquetas sobre el ejército hasta aviones de guerra, así que decidimos ir un par de amigos y la verdad está completo y no te cobran, es un lugar atendido por soldados en ciertas áreas no te dejan tocar o tomar fotos pero en otras si y la verdad aparte de que pasas un buen rato conociendo objetos, armas, aviones y un sin fin de cosas, también te llevas fotos de recuerdo.

Una de las cosas que más me llamo la atención cuando me hablaron de este lugar fue que era un museo pero del ejército y fuerzas aéreas lo cual nunca me pasaba por la cabeza como era ya que cuando me hablaban de museos me imaginaba los típicos que son de artes, de historia, animales, entre muchos más.
Hace un año en mis recorridos por conocer más la ciudad de Guadalajara mi novio me trajo aquí y pudimos tener la experiencia de ver las diferentes cosas que tenían como artículos que llegaron a usar dentro de las batallas, así como las vestimentas que usaban en diversas épocas lo cual te hace imaginarte y trasportarte a ese momento de la historia.
Una de las cosas que más me gustaron de este museo fueron las avionetas y helicópteros ya que nunca los había visto físicamente, siempre los veía en la tele y en las películas. Se me hizo una experiencia muy padre porque pude contar cual fue mi percepción de cómo eran los aviones que usaban en las fuerzas aéreas. Cuando vi todo esto pude darme cuenta que las personas que estaban a cargo de los aviones tuvieron que tener una preparación muy fuerte para poder manejar y controlar los aviones y helicópteros.

La mejor parte de este museo, definitivamente no es la parte de «historia del ejército y la fuerza aérea», sino todo lo que está antes, porque tiene una revisión histórica sustentada, por ejemplo, en los uniformes de guerreros prehispánicos, soldados coloniales, vestimenta de insurgentes y realistas, de insurrecciones revolucionarias y hasta del asunto cristero…
Yo pienso que más que llamarse «museo del ejército», que no abarca ni una décima parte, debería llamarse «Museo de la guerra en el territorio que hoy se llama México», pero bueno, esa es nomás mi opinión.

Guadalajara no solamente es una ciudad con grandes atractivos turísticos y una buena vida nocturna, también se caracteriza por tener museos de primer nivel y éste es uno de mis favoritos no solamente por su arquitectura sino también por toda la historia que encuentras dentro de él.
Nuestro país a lo largo de su historia ha vivido un sin fin de conflictos bélicos, los cuales han forjado no solamente la identidad de una nación sino de toda una región continental y es en gran medida gracias a este tipo de lugares que la mayoría de las personas tenemos la posibilidad de conocer un poco más a fondo de ello.
En lo personal me gusta mucho la historia de nuestro país y cuando vine a éste lugar pude recordar pasajes importantes que están reflejados en diversos artículos que integran las diferentes salas con las que cuenta, sin duda alguna es un lugar que debes recorrer con tiempo.

Cuando tenía 8 años visité este lugar por primera vez, y desde entonces crecí enamorada de este museo, un museo que no solo te muestra la historia del ejercito y la fuerza aérea, sino también la historia de México.
Desde el momento en el que entras tienes un reencuentro con la historia, la primera sala está dedicada a mostrar todas las banderas que México ha tenido.
Algunas de sus salas están dedicadas a cada uno de los momentos más importantes que el país ha vivido; desde la llegada de Hernan Cortes a Veracruz, hasta la independencia de México y la Revolución.
El resto de sus salas están dedicadas como su nombre lo dice, a mostrar la historia y vida del ejercito y la fuerza aérea. Puedes ser parte del trabajo y la labor que han realizado y en sus patios puedes admirar algunos de los transportes terrestres y aéreos que el ejercito ha utilizado a los largo de los años.
Es un museo que vale totalmente la pena visitar, como mexicano o extranjero lo vas disfrutar…