Mercado Santa Tere

A mi me fascinan los mercados porque tienen tanta vida, la fruta fresca, los mejores quesos y carnes y hermosas flores. Encuentras todo lo que buscas para la despensa y a un exelete precio.
Aunque solo algunas veces he hecho aquí mi despensa, yo más bien vot aquí porque hay negocios de comida de esos típicos lugares de los mercados, donde tienen guisos y caldos y te sirven comida con arroz y tortillas, me fascina esto a mi, muchas cosas te las preparan en el momento y son muy amables y rápidas las personas que atienden.
En este mercado a veces se pone en algunos horarios un cantante con una pista musical muy cumbianchera y eso le da un ambiente bien padre al mercado.

Siempre que vengo a este mercadito me acuerdo de la canción de Sonido Satanás: …una musiquilla que suena un poco así: santa teretetetetetere santateretetetera… Y de su video tan divertido, en donde precisamente parten del Mercado de Santa Tere para recorrer el Barrio. Cómo olvidar a Tita la de los jugos que cierra alegremente esta canción.
Así es este mercado, alegre, tiene de todo, la comida es riquisima, el menudo por las mañanas es un manjar de Dioses. La fruta y verdura se ve nuevecita.
Es de esos lugares donde hasta un amor platónico te puedes encontrar. Yo soy fan del chico «mamey» de cabello negro de la pescadería. Solo por ir a verlo compro pescado.
Por la parte de afuera del mercado hay un local que tiene bonetería y un sin fin de chucherías. Una vez anduve buscando una tira de banderitas de colores para una venta de un terreno y aquí lo encontré.
Yo diría que este mercado es un minicentro de la ciudad de Guadalajara.
Además recientemente arreglaron las calles y quedó muy hermoso el arribo a esta zona.

El famoso mercado de Santa Tere es muy visitado y conocido por mucha gente. Me encanta este lugar porque está lleno de muchas cosas por comprar y comer. Encuentras desde unas ligas para el cabello hasta unos zapatos a buen precio. Lo único malo de esto, lo que no me gusta, es que sale mucha basura de todo y a veces puedes ver tirado por ahí. Mi mamá y mi abuela les encanta ir una vez por semana por lo menos y pasan horas comprando fruta y cosas para hacer la comida. Eso sí, todo a un buen precio.

Justo hoy desayune en este mercado, me despertaron muy temprano unos amigos y prácticamente me secuestraron a desayunar, fue un poco difícil conseguir estacionamiento, pues toda esa área esta llena de tiendas y puestos, cuando conseguimos un lugar a media cuadra, caminamos al mercado, al entrar puedes darte cuenta del folclor que caracteriza esos lugares, vendedores ambulantes, puestos de frutas y verduras, carnicerías, flores de muchos colores y los olores tan peculiares de todo en conjunto; al llegar a la zona donde venden comida, vi como 10 puestos diferentes con cazuelas enormes, repletas de guisos; yo pedí un plato con chilaquiles, papas y un jugo verde, mis amigos, quesadillas fritas y jugos de zanahoria, es toda una experiencia, hay música y bullicio por todos lados, al pagar me di cuenta de que es muy barato comer en el mercado, a demás de delicioso.

Parte de la tradición mexicana y folclórica de nuestro país es sin duda la comida, el mariachi, el tequila, los tacos, pero también los mercados son lugares muy tradicionales en nuestro país. En Guadalajara hay lugares que todos han escuchado mencionar al menos una ocasión, y el mercado de Santa Tere es uno de estos lugares.
Es ideal para ir a buscar ropa traída de Estados Unidos, a buen precio. Existen más de 100 puestos que cada domingo ofrecerán una amplia variedad de ropa para toda la familia. Obviamente corres el riesgo de que algo de lo que compres tenga algún defecto pues como en cualquier tianguis, los comerciantes compran saldos o contenedores.
También encontrarás puestito de comida; antojitos, tortas ahogadas, birria, tacos de barbacoa, menudo y hasta sushi. Este lugar es ideal para ir de compras en época navideña, y buscas ahorrar algunos pesos. El tianguis de Santa Tere es toda una tradición desde hace varias décadas. No está de más darse una vuelta para comprar algo de aquí.

Quién ha probado el chocomilk espeso de adentro del tianguis? Ay es súper famoso en el centro de todo el mercado y si son puestos muy pequeños en la que sólo hay la comida y uno que otro comal para aquellos que venden tacos o cosas que se tengan que calentar, aunque sí están muy limpios.
Hay mucha variedad en cuanto productos pero si la mayoría es comida, las verduras que no pueden faltar, muchos puestos de frutas preparadas, biónicos, licuados para todos los que les gusta la comida sana, afuera del mercado si he visto de que venden ropa, bolsas y cosas para el cabello.
Este mercado ya tiene muchos años y a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido sigue con su mismo concepto y personas trabajando por años, esto gana la confianza de todos los qu viven a sus alrededores y van muy seguido.
Los domingos está imposible pasar a menos de que se metan por el tianguis que hacen piden llegar, pero no todo está abierto esos días.

Santa Tere tiene un encanto difícil de describir. Todo el ambiente que lo rodea, la gente, los establecimientos, todo sucede en cámara rápida. El Mercado de Santa Tere es conocido por todas las mamás y abuelitas de Guadalajara. Es fascinante ver las dinámicas que de desarrollan ahí. Se han pasado la costumbre de comprar ahí las verduras, de madres a hijas. Una zona muy cómoda para los nuevos jóvenes que viven en casas junto con otros jóvenes. Que andan en bici por ahí, que buscan apoyar al agricultor mexicano.
Una vez fui y estaban realizando una película ahí, una de las escenas se llevaba a cabo en un mercado típico con el folclor mexicano. Utilizaron a las mismas personas del mercado para participar como extras y como personajes incidentales. Me gustó mucho que en realidad no le cambiaron nada. El mercado como tan es muy pictórico, hay vendedores ambulantes, colores, olores y sabores que se perciben cuando vas caminando por ahí.

Recuerdo que cuando estaba en la prepa siempre íbamos en el recreo a desayunar al mercado. Para mí de cajón era pedir un lonche de asada y la verdad es que desde entonces no he vuelto a probar unos tan buenos. También llegué a pedir quesadillas fritas pero siempre me pareció demasiada grasa y terminaba por volver a los lonches. Como en la mayoría de los mercados tradicionales, se pueden comprar jugos naturales buenísimos para completar tu desayuno.
En aquel entonces teníamos que comer rápido o comer en el camino, porque sólo teníamos media hora para salir y si no llegábamos a tiempo, ya no nos dejaban entrar a la escuela. No era muy agradable correr con el estómago lleno, pero siempre valíà la pena ir al mercado, aunque nos quedara un poco lejos. Ahora que no tengo esa presión del receso, me doy más tiempo para disfrutar la comida. Es toda una experiencia si no te importa el bullicio (el mercado es algo pequeño y se llena con poca gente).

Para mi pensar en el mercado de santa tere, es pensar en los jugos de las «Titas», mi papá desde chico iba a ese lugar, y a nosotros también nos contagió la fascinación por esos sabrosos jugos, aguas y biónicos.
Así que ya llevan más de 30 años en ese lugar, los domingos es cuando visitábamos el mercado, llegábamos por un jugo, y mi mamá compraba cosas en la mercería de la esquina del mercado. Claro que también venden frutas, lacteos, fruta y demás, pero nunca compramos ahí. Lo que rifa es el puesto de las titas.
También afuera suele haber un tejuinero: P

No soy muy fan de los lugares concurridos, con mucho ruido y olores (A menos que sea un concierto) pero soy consciente de que existen muchos lugares en los que aplica el «si vives en Guadalajara y no vas a _​_​_​_​_​_​_​_​_​, entonces no vives en Guadalajara» y bueno, «Santa Tere» y su Mercado, entran en esta clasificación.
Hace un par de años tenía un grupo de amigos a los que les encantaba ir a los mercados a desayunar, a mi no tanto, así que no me llevaban, pero cuando supieron que nunca había ido a Santa Tere y que no tenía ni idea de donde quedaba, me llevaron (a fuerzas un poquito) a desayunar al famoso mercado. Al principio entré muy renuente, pero en cuanto di algunos pasos dentro del lugar me di cuenta de que no era como me lo imaginaba, es amplio, muy iluminado y limpio, sí, hay una gran mezcla de olores, pero de la comida preparada que venden ahí, creo que es el mercado donde más he visto puestos de comida juntos.
No me gustan los mercados, pero me encanta comer, así que de inmediato nos dirigimos a una lonchería, y pedimos… obviamente el chocomilk bien espumosito característico de este tipo de desayunos, yo pedí unas quesadillas buenísimas con papa, bañadas con cremita, salsa verde y queso cotija (¡¡me comí 3!!). La verdad salí encantada, comí muy rico, barato y me dieron un trato buenísimo.
Además de encontrar comida preparada, en este lugar evidentemente también encuentras frutas, verduras, carne, productos de cremería, dulces y las cosas típicas que encuentras en un mercado. Este mercado es como el corazón del barrio de Santa Tere y a su alrededor encuentras muchísimos locales más, de ropa, bisutería, zapatos, perfumes. Te puedes pasar varias horas viendo todo lo que hay dentro y fuera del Mercado.
ya por último, si con todo esto aún no se les antoja ir al mercado de Santa Tere, les recomiendo escuchar la canción «Santa Tere» de Sonido Satanás… (Es cumbia, no música del diablo) … La rola es un homenaje a esta pintoresca zona de la ciudad.

El Mercado de Santa Tere es uno de esos lugares que todo tapatío tiene que visitar, no sólo porque está ubicado en uno de los barrios más populares y tradicionales de la ciudad, también porque en él y alrededor de él se encuentran algunas vivas las tradiciones de los barrios del centro como los vendedores de elotes, churros, revistas y tejuino.
Dentro del mercado es pura felicidad, queserías y cremerías con productos frescos y muchos de ellos producción local. Verdulerías y fruterías con todo tipo de alimentos, sé que muchos piensan que es un mercado caro, y sí lo puede ser por lo que hay que preguntar bien los precios y no dejar que te vean como turista, digamos que hay dos precios, el de turista y el del barrio. También hay montones de locales con comida deliciosa, quesadilla fritas, tacos de todo tipo, frutas preparadas y más, te recomiendo desayunar ahí un fin de semana o comer también, cierran a las 5 pm por lo que no llegues muy tarde, nadie acepta ninguna tarjeta, lleva efectivo siempre y busca estacionamiento en las calles aledañas, la principal, Manuel Acuña, siempre es un relajo.

Este mercado era básico en mi vida diaria. Siempre que íbamos a visitar a mi abuelita, quien vive por el rumbo, nos traía al mercado para hacer su mandado. Mis primas y yo ya sabíamos que eso significaba desayunar unos ricos chilaquiles o unas quesadillas fritas de champiñón bañadas en crema y queso. Y para tomar un chocomilk con su espumita.
Cuando regresaba por nosotras traía las manos llenas de bolsas (la mayoría con fruta) y algunos embutidos o hasta estambre. Compraba unos chiles rellenos de queso para comer más tarde en la casa y nos despediamos del mercado hasta la próxima vez. Y si teníamos suerte nos compraba algún dulce para que lo compartimos entre todos.
No es uno de los más grandes que conozco, con decirles que yo no me he perdido nunca y vaya que tengo un pésimo sentido de orientación pero si estas por la zona no pierdes nada con darte una vuelta (sobretodo si no has desayunado, en serio, prueba las quesadillas)

El Mercado Manuel Ávila Camacho, mejor conocido como el Mercado de Santa Tere.
Toda mi vida la he pasado muy cerca de este mercado, estudié la primaria a unas cuadras, cuando estaba en secundaria a cada rato iba a comprar cosas que necesitaba para la escuela y después se hizo una costumbre ir a comprar cualquier cosa que necesite.
Este mercado lo conocí precisamente por una tarea que me dejaron en la secundaria, habría una pequeña muestra gastronómica y mi mejor amiga no cocinaba, prefería comprar todo hecho, le tocaron llevar los chiles rellenos y el mismo día fuimos a conseguirlos al mercado; tuvimos que adivinar en qué puesto estarían más ricos y no sé si conseguimos al mejor, pero los que llevamos estaban muy buenos.
Ya después de esa ocasión lo frecuentaba más seguido para ir a desayunar o comprar jugo, esta última es mi preferida, hay un puesto de puros jugos que venden una agua llamada «Versace» que es buena para la salud y sabe muy bien. Muy pronto les tendré la reseña de este lugar.
Otro de los lugares que frecuento es un puesto que se pone cuando ya cierra la entrada principal del mercado, como a eso de las 6 un señor se pone afuera y vende camote y calabaza dulce, mis papás compran camote y a mí me encanta pedir un pedazo de calabaza e ir comiendo en el camino, que además de rico es súper barato, el señor a veces ha terminado de vender todo en menos de dos horas, se los recomiendo, es muy rico.

El popular Mercado del barrio de Santa Tere es ya un espacio de compras y venta de productos locales por excelencia en Guadalajara. Aquí he encontrado rompope que sólo conocía en Morelia, queso que únicamente había probado en Oaxaca y carnicerías de muy buena calidad, pollerías, pescaderías y varios locales de comida mexicana que no te arrepentirás en probar. Aunque sus vendedores de frutas y verduras a veces dan precios más altos que en otras tiendas, este mercado me gusta por lo intimo que es.
Está pequeño, se respira con tranquilidad y a pesar de lo chiquito nunca está incomodamente saturado, encuentras todo tipo de productos comestibles, en esta zona de la ciudad es el único lugar donde he encontrado epazote. Los domingos también abren, pues afuera está el tianguis de Santa Tere y la concurrencia a los desayunos del mercado será de esperarse, pero mientras te dan espacio en alguna de las cocinas económicas puedes pedir un eskimo o un jugo desintoxicador recién preparados.

El Mercado Manuel Ávila Camacho, o como se conoce popularmente el mercado de Santa Tere, es uno de los más representativos de Guadalajara, su historia es antigua ya que es anterior al barrio de Santa Tere (lugar en el que se encuentra ubicado), este mercado ofrece diversos alimentos como frutas, verduras y carne, así como productos de limpieza y más.
El mercado no es muy grande, de hecho es uno de los más pequeños que me he visto en Guadalajara, pero este mercado tiene lo suyo, su folklor, su gente es diferente a cualquier otra, un ambiente de familiaridad convivencia, un barrio que aún conserva lo de antes, que es un intercambio de productos, un punto de encuentro para varias personas. Por si fuera poco, el mercado se encuentra rodeado de diversos puestos en donde puedes adquirir diferentes productos desde telas hasta plantas. Este mercado podrá contener los mismos productos que otros quizá, podría decir cuáles son los puestos del mercado más ricos para comer al igual que otros mercados, pero no se trata de eso. No se trata de presumir que es el mejor, no se trata de describir una estructura arquitectónica, que en realidad no tiene mucho chiste, sino que se trata de plasmar al tipo de gente que atiende el mercado, personas serviciales, agradables, envueltas en un lugar acogedor que resulta familiar y cómodo para todo visitante o curioso.

Este mercado tiene una historia tan larga casi como la ciudad misma.
La zona de comercios que se ha construido a su alrededor es de fama entre los tapatíos, quienes saben que pueden encontrar productos a mejor precio en esta zona.
Sin embargo el mercado específicamente no es más grande que una cuadra de medianas dimensiones, ubicándose entre las calles de Manuel Acuña, Juan Álvarez y Andrés Terán.
Yo recuerdo que desde muy pequeña era ley ir a desayunar al Mercado de Santa Tere por lo menos una vez al mes. Los comerciantes que están establecidos en su interior son tan legendarios con sus productos que ya se han convertido en punto de referencia para la compra y consumo de algunos artículos. Por ejemplo, hace tiempo mi Abuela tenía un restaurante y la acompañaba a surtir los ingredientes en este mercado por la frescura de las verduras. Aquí también hay un local de jugos muy famoso que debes visitar si quieres conocer las posibilidades de la mezcla de frutas. Hay carnicerías, cremerías, florerías e incluso tiendas de ropa. También hay un local donde encuentras cosas antiguas, es decir, que están fabricados con los materiales con que se hacían antes algunos artículos, por ejemplo ropa o accesorios como medias entre otras cosas.
Te recomiendo mucho que te adentres al mercado y preguntes por el local donde venden pozole. De verdad que no te arrepentirás de probarlo. De los mejores en Guadalajara. Un plato de pozole chico de carnaza y dos tacos dorados de frijol te pondrán de buenas el resto del día. Y de postre para salir con la panza llena, una gelatina de colores que te venden en un papelito metálico y que tienes que ir comiendo como si de una manzana se tratara. Me encantan esas gelatinas.
Super tip: el estacionamiento es muy escaso en esta área. Así que decide: dejar tu carro en un aparcadero publico y pagar altas tarifas o dejar tu carro en la calle. Si te decides por lo segundo te sugiero que no dejes objetos de valor en el auto. Esta es una zona popular y no estamos para sorpresas desagradables.