Me llamó un díà la atención un pequeño localito, con un logotipo muy padre y lleno de color y frescura. Debo de admitir que no soy muy amante del ceviche, pero por su concepto me animé a ir. Su menú es fuera de lo común: 8 variedades de ceviche, desde el común hasta el de pulpo, marlín, atún y camarón. También tienen burritos ahogados, aguachiles y tortas ahogadas. Desde que llegué una grata sonrisa me recibió e inmediatamente mi pupila se deleitó con los platos de la gente de al lado, el ceviche de marlín es muy colorido y llamativo, así que pedí uno. Me sirvieron muy rápido y comí muy rico. Las porciones no son muy grandes, por lo que si eres un comelón tendrás que pedir 2 platillos y así probar un poco de varias cosas. La sorpresa final fue la cuenta: ¡no es nada caro! La cerveza está a un precio razonable y por ese tipo de ceviches he pagado mínimo el doble en otros lados. Estoy seguro que volveré recurrentemente.