JUAN PABLO ll

Pues debo confesar que no soy creyente católica pero había escuchado mucho acerca de esta estatua de Juan Pablo II, y sentía un poco de curiosidad de conocerla. Hace poco viajé de Tlaquepaque a Guadalajara y el camión me dejó en el Jardín Aranzazú, así que ya estando aquí dije bueno vamos a conocer el tan famoso monumento.
La verdad es que se me hizo un monumento muy simple, y aclaro que no es por mis creencias ya que he entrado a catedrales, templos e iglesias de la ciudad que me han gustado mucho por su hermosa arquitectura e historia.
Tal vez es que había escuchado tanto de esta estatua que imaginé algo más grande o asombroso, no lo sé, pero bueno hay que reconocer que el lugar está muy limpio y cuidado, lo que habla muy bien de los pobladores de la ciudad.

¡Y de pronto, que volteo y vuelvo a ser casto y puro! Pero no forzosamente por la estatua de Juan Pablo II, sino porque conocí a una chica, justo aquí, que me recordó todo lo que la iglesia nunca pudo enseñarme: sentir que podía dejar todo (o al menos mi llave para que la fundieran y construyeran una estatua de JPII en la Catedral del DF) por alguien.
Como quiera, esta estatua es de uno de los personajes más polémicos de la iglesia en los años recientes, ya que, a pesar de sus comprobadísimos nexos con el pederasta Marcial Maciel, acaba de ser canonizado. Mucha gente en México se sintió muy halagada con sus visitas y sus frases, que han sido muy reproducidas en estampitas.
Si le rezas a Juan Pablo II todavía no hay capilla, pero aquí está en bronce.

Es una buena idea que si vives en Guadalajara conozcas cuáles son sus monumentos o puntos de atracción más famosos. ¿Te has puesto a pensar cuantas personas valora nuestro estado? ¿Y cuál es la razón de que estas personas merezcan un lugar en nuestro lindo centro histórico? Entre las estatuas más valoradas de la ciudad de Guadalajara se encuentra la del papa Juan Pablo ‖, ubicada entre la zona llamada popularmente como «Los dos templos» en Prisciliano Sánchez y 16 de septiembre. Se encuentra justo al frente de un templo de tamaño considerablemente pequeño, si lo comparamos con la mismísima catedral. Esta estatua es una donación al arzobispado y al municipio por el Dr. Salvador Madrigal Moreno y el escultor arquitecto Gerardo Romero Morales.