Italia Mía

La pizza Italia Mía es deliciosa, la lasaña no se diga. El servicio es muy bueno, los meseros súper atentos.

Para restaurant italiano, este. El gerente es un señor llamado Pietro. Pietro es un italiano sexagenario, bigotón y barrigón. Pietro saluda de beso en la mejilla y trae un rolex en la muñeca. Pietro bien podía llamarse Tony y dirigir a la mafia italiana, pero no, el dirige un buen restaurante italiano. Cuando Pietro está de humor toca el piano para los comensales. Toca bien gacho, pero le echa ganas. El lugar es muy bonito y casi siempre está solo, por lo que es una opción para estar en un lugar tranquilo y comer o cenar rico. La comida es exquisita y sus pizzas no tienen igual. Hace poquito probé la lasagna y válgame dios casi muero de sublimidad. Hay que tener en claro que el sitio es caro, pero vale cada uno de los pesos gastados.

Este restaurante me encanta, porque me fascina las ensaladas y las pastas,
El lugar esta muy padre, y muy cálido.
El personal muy atento, no tienes que alzar las mano porque cada rato están contigo viendo que necesitas.
Los vino el que tu quieras, el precio un poquito caro para mi pero creo que lo vale. Les recomiendo espagueti a la boloñesa mmmmm.

Un pequeño restaurancito, que no forzosamente tiene la decoración típica de un retaurante italiano, pero que algo tiene que no te deja lugar a la confusión de que te encuentras entrando a una sucursal de la Toscana. Debe ser el aroma.
Los meseros son atentos, quizá en exceso, porque no dejarán pasar desapercibida ninguna de las recomendaciones del día y harán descripciones tan detalladas que probablemente comenzarás a salivar desde que lo ordenes y será una tortura porque a veces son un poquito lentones a la hora de traer los platillos, pero es la prueba del cuidado y dedicación que lleva cada plato.
En lo personal mis favoritos son los ravioles de espinaca y queso, que a demás llevan queso parmesano riquísimo rallado encima. Para acompañar, una copita de vino de la casa nunca cae mal. Pídelo bien frío.

Italia Mia es un restaurante italiano ubicado en pedro Moreno a tan solo una cuadra del Sanborns, este restaurante se especializa por sus pastas hechas por ellos mismos. Las pizzas y pastas son lo que más resalta en su menú, el lugar es grande aunque por fuera se vea pequeño. Los meseros son muy atentos y puedes elegir la mesa que más te guste, ya se entrando, subiendo las escaleras o más adentro. La carta no es muy variada pero recomiendo que le echen un vistazo a las pastas que ellos recomiendan.
Las entradas son muy ricas y el plato fuerte es justo para tu apetito; debido a que no te llena mal plan sino que te deja satisfecho. Las pastas que ellos hacen son deliciosas, se nota el sabor de una pasta casera, lo ingredientes son frescos y acompañado con una buena bebida, no hay nada mejor que esto.