Helados la Italiana

Unas nieves con mucho estilo, una forma diferente de comer helado.
En alguna ocasión saliendo de la universidad una compañera me dijo ¿Vamos por una nieve? a lo que obviamente le respondí que si, pero jamas imagine lo que estaba por probar.
De entrada el local es bastante atípico con un toque medio excéntrico, una típica casa de las antiguas en Guadalajara, en aquella ocasión pedí una nieve de fresa para irme a la segura y en ese momento me doy cuenta que ya las tienen pre empacadas, listas para comerse.
En realidad no puedo decir que tipo de nieve es pues nunca había visto algo igual, pero se asemeja bastante a las nieves de garrafa, pero mas cremositas, desde aquel día me hice fan de estos helados y lastimosamente no las visito como quisiera pues me quedan bastante retiradas.

Para nieves fregonas y baratas, las de la Italiana. Es uno de mis lugares favoritos para comer helados y nieves. El lugar se encuentra cerquita de circunvalación y cerquita también del Parque Amarillo de Colinas de la Normal, por lo que si no quieres comer tu nieve en el sitio, puedes ir a sentarte al parque, o caminar por las calles de alrededor, las cuales son una chulada. Lo que yo hago es ir y pedir mi italiana de zarzamora o de pistache y caminar de vuelta al CUCSH por la avenida de los filósofos: ¡Qué calle más cool! Después camino por normalistas, que últimamente está muy remodelada. Cualquiera que sea la opción que elijas, te recomiendo ir a este lugar. Como decía, los precios son muy baratos y la nieve es deliciosa, muy densa y consistente. Además cuentan con varios sabores, así como paletas, bolis y demás productos refrescantes.

Más de la mitad de Guadalajara ha visitado estas nieves y están a punto de considerarlas Patrimonio de la Humanidad, ok, exageré pero enserio son un referente.
Las nieves son servidas en un vaso de plástico, la consistencia es más bien aguadita y tienen un costo bastante razonable, además puedes comértela con una cucharita o simplemente con popote (Uy!). Les recomiendo que pidan la de galleta o la de mandarina.
A medio día todo es felicidad, pero conforme empieza a atardecer la fila para comprar crece y crece y creeeece. Si la señora no te maltrata, te hace caras o se enoja contigo, haz de cuenta que no fuiste, fracasaste como cliente de Las Italianas y también en la vida.
Casi lo olvido, aunque todos van por «una italiana», también las nieves de yogurt rifan.