Old Wild West

We were looking for a place to eat and we find this jewelry in the middle of Venice! We were attended very fast and politely! Very good! The menu is much alike Outback. I asked for a wine Baglio del Sole, Nero D’Avola, great, very good and tasteful! Everything very good. If you were looking for a good place to eat meat, that’s the place. Nice price and good food!

Not even sure where to begin. Let’s start with the basics. Getting a table was pretty tough. There are a few places to tell the host/​hostess you need a table, but neither was really working. Ended up with a table for two. The interior is quite fun and Is a throwback to what a lot of people perceive as the old west. This was fun. The food was acceptable and they even had an English menu. Other half had a burger which was good. I had a steak which was also good. The old west sauce is delicious. Now for the not so good part. Paying the bill is a joke. In addition to waiting in an endless line of people trying to pay, I had to ask for a detailed bill. This was not something they offered without asking. The service is typical of what you will come to expect here in Italy. I would find a local place and order a steak from there. Ciao.

Good food and good size for reasonable price. Appetizer was more like an entry.

Nuestro apetito carnívoro por comer hamburguesas, la proximidad a nuestro apartamento y el aire yanki que se respiraba, nos hizo entrar de cabeza a probar el Old Wild West.
La parte inferior te hace creer que el local es pequeño, pero cuando te adentras y subes por las escaleras, se abre un inmenso local con zonas decoradas cual salvaje Oeste americano se tratara. Encontramos una zona decorada con tipis indios. En otra te puedes encontrar en la estación de tren y así, con el resto de salas. La terraza al exterior y con vistas al canal estaba cerrada porque el tiempo no acompañaba o quizá porque a las 15:00 sea tarde para comer en Venecia.
Nos pedimos entrantes con mozarella, aros de cebolla, nuggets, alitas de pollo. hamburguesas para comer, con nombres indios para no desentonar con la decoración. Y de postre: ¡tarta de queso y un soufflé de chocolate! Todo light. (modo irónico off)
Por la cerveza que se había pedido Juan V., nos tocaba de regalo un bote de salsa. Pero no cualquier salsa, no. La que ellos hacen y con la que nos condimentaron las hamburguesas. Como un gran sabio me dijo hace mucho tiempo, que se consiguen más cosas con una sonrisa que con otro tipo de actitud, al recibir el bote minúsculo de salsa, bromeamos con la camarera, contándole así, la gran fiesta que tendríamos esa noche en el apartamento. La camarera, por seguirnos la broma, tuvo el detalle de regalarnos un segundo bote de salsa. Detalles así se recuerdan con cariño.
Como anécdota, es el primer restaurante al que las palomas se atreven a entrar a comerse los restos del suelo y nadie les dice nada. También es cierto que a la hora que estábamos comiendo, el local estaba casi vacío y las palomas podían campar a sus anchas.

Carry and I somehow really missed American steaks so we came inside and had a really nice Tex-​Mex.
I missed nachos with salsa and cheese so much, while Carry enjoyed her rib steak a lot.
It was a nice 2-​floor café bar, very very Americano style!