Soy bastante fan de los Espumosos, sobre todo, de los de la calle Cinco de Marzo. Sus bocatas de calamares, sus bombas de patata y sus ensaladillas, creo que son de las mejores de la ciudad… Recientemente fuimos a celebrar el cumpleaños de una amiga que, conociendo nuestros gustos y que las palabras«papas bravas» nos hacen resetear el coco, nos invitó allí a comer. He de decir que el servicio no fue lo mejor del mundo, pero todos nos apiadamos del camarero e incluso le animamos cuando nos dijo que era su primer día y el pobre andaba con la Nintendo esa para coger los pedidos, todo loco. Comimos bocatas y tostas, algunas raciones y postre(tarta de queso en mi caso). Todo rico aunque he de decir, que me sigo quedando con el de la calle Cinco de Marzo. ¿Qué si volveré? pues seguramente…
Juanma S.
Tu valoración: 4 Zaragoza
Esta en la plaza utrillas, bueno, me pareció normal, de batalla, para salir del paso, eso si, contundente la comida y estaba buena, aunque como ya saben mis amigos, la frase típica que tengo: «ya me llenao» Estuvimos de celebración con unos amigos y nos pedimos unas bravas, una de calamares para compartir con un bonitViñas de Vero, como la cumpleañera.
Verónica G.
Tu valoración: 4 Zaragoza
Situado en la plaza de Utrillas, junto al Alcampo, es otra de las franquicias que tiene el restaurante en la ciudad. El local, bastante grande, está dividido en dos plantas y cuenta además con una terraza enorme. Está muy bien para ir con niños, ya que la zona tiene espacios en lo que pueden jugar sin peligros. La carta es similar al resto de restaurantes(tapas, raciones, ensaladas, bocadillos, tostadas, sándwiches, etc) y ofrecen además platos a la brasa(entrecot, costillas, solomillo…) o surtidos(chorizo, longaniza, morcilla, panceta…). Muy buena opción para cenar o tomar algo si estás por la zona.
César R.
Tu valoración: 4 Zaragoza
Pues oiga un Espumosos… pero en moderno y en chiquito. Así es el situado en Plaza Utrillas. Había estado en una ocasión y el Domingo lo hice por segunda vez. El local es más bien pequeño pero la terraza de la que dispone a ambos lados, lo hace más apetecible cuando el buen tiempo acompaña. Nada nuevo bajo el sol, sus calamares, su ensaladilla y sus papas, están para chuparse los dedos. Servicio correcto, educado y más bien rápido. Por poner un pero, el local me parece un poco frío, no sé si son los materiales o la luz, pero lo hace un poco tenue. En definitiva, un lugar siempre recomendado, por lo menos para probar su ensaladilla y su bocata de calamares.