Es la hora del todo vale… Poner a unas«vendedoras» tras el mostrador muy cool vestidas, con gorros champiñón con Aires afrancesados y colores neutros sin la debida formación para hacer un café como Dios manda y encima exponer bollería industrial(es lo que tiene ser del amplio gremio de la hostelería) capaz de destrozar mi reforzada dentadura tras las últimas visitas al dentista. Y culpo tanto a ellas por no tener la capacidad de pensar«yo no me comería esto así «por lo tanto o hago menos cantidad o se lo comento al jefe, y sobretodo al propietario de no estar encima de estos pequeños detalles que son capaces de hundir o levantar un negocio… Quedamos en este punto intermedio entre el ir de uno y la compañía con la que había quedado por la casualidad del mismo transporte publico. Gran conocedor del local(había formado«esporádicamente» de su anterior concepto culinario) Me gustó su «nuevo» aire reformado y el potencial que se puede sacar de la zona. Vender pan y encima ofrecer cafés, desayunos y Meriendas es una idea que siempre me agrada… Si se sabe llevar. Y desde luego no me ha quedado muy claro en esta visita. Todo muy bien expuesto, todo muy moderno, mucho aire parisino pero ni de lejos se aproxima a las«boulangeries» de aquellas tierras. Se me antoja difícil volver ahí…