Vino Tinto

Probando la tapa de la huerta, eyy que lleva bacalao escondido.
Un local estupendo con planta sótano con mesas, arriba la barra donde puedes ver vinos y tapas, y en la calle unos barriles donde poder sacar tu bebida y tapeo.
Un lugar con encanto típico para beber y comer.

Un sitio en el que apetece volver, es mi segunda escapada a Valladolid y tenía muchas ganas de sentir el ambiente de Ribera de Duero con sus vinos y sus tapas tan buenas!

I really liked this place even though there wasn’t a great deal of choice for vegetarians. The wine was really good too.

Estuve en este local de tapas en un par de ocasiones durante mi estancia en Valladolid. La primera vez tomando unos vinos y la segunda, que se mi hizo un poco tarde, aproveché que tenían la cocina abierta y comí en él.
Es un sitio que esta genial para tapear y sobretodo para socializar, aquel día pedí un costillar pero como eran casi las 16h00 me dijeron que tardaría demasiado, así que pedí solomillo ibérico, mucho mas rápido. Tienen algun pescado (bacalao creo recordar de su carta), pero sin duda lo suyo son las carnes en la parrilla que tienen.
El sitio se anima bastante más por las tardes noches, sobre todo los jueves. Gente joven y en grupo, y durante los mediodía trabajadores que paran a tomar un vino.
Recomendable.

Me encató Vinotinto! Situado en pleno centro, está cercano a la plaza mayor en unas de sus entrecalles.
Si venís por Valladolid, sin duda os lo recomiendo! Cuando llegamos al restaurante y pedimos mesa para cenar nos mandaron a la sala de abajo. Alli nos esperaba un comedor amplio lleno de gente, creo que si tardamos algo más en venir nos hubiéramos quedado sin cenar. Porque a los 30 minutos ya no cabía un alfiler.
Las especialidades son las carnes. Ahí se veían pasar unas chuletas que por lo visto son para compartir con una pinta que no veas, y unos platos de una especie de jamón, pero que no era jamón ibérico típico del sur también que se nos iban los ojos.
Eramos 3 personas, nos sentaron en unas de las mesas que había libres y pedimos decidimos pedir al centro un revuelto de boletus que estaba muy rico, y luego cada uno un plato. Probamos la hamburguesa de buey (la carne estaba buenísima) y yo pedí un solomillo de cerdo ibérico que estaba muy muy rico. Servido con una patata cocida con pimentón y aceite.
De postres pedimos la tarta de queso casera, que por un éxito para mis acompañantes, yo no la probé porque no me gusta el queso.
Nos salió unos 27 por persona, sin duda este sitio se queda guardado en mi memoria para la próxima vez que venga a Valladolid. Me encantó y os lo recomiendo.

OK, esto esté entre 3 y 4 estrellas pero le daré 4 porque el servicio y el ambiente del lugar estaba muy bueno.
Bueno encontrar una mesa para once puede a veces ser algo difícil pero creo que mas que todos se pongan de acuerdo para tomar una decisión democrática. Terminamos en este restaurante el cual tiene el tapas bar al frente mismo. me llamaba mucho ir al tapas bar pero unos querían sentarse así que bueno no fue mala decisión.
Aqui ordenamos Cecina, provolone gratinado (delicioso!!!) otro ordenaron como lechugas me imagino que con algo de vinagreta encima, se veía súper fresco pero no lo probé.
Ordenamos una ensalada mixta y bueno de allí para comer lo que se dice comer (en otro post se puede leer que no me gusta compartir mi comida salvo que sea con mi pareja) ordene unos pinchos de Lechazo, estaba bien pero no me gusta mucho hueso, pero igual la carne estaba muy pero que muy rica!
mi amiga ordeno el buey… pero que delicia!!! wow! de este si que tenía que probar! y fue wow! super
todo esto acompañado de una buena botella de tinto… hace rato no tomaba tanto vino como he tomado estos tres días en Valladolid. que buena experiencia.
Alguien de la mesa también ordeno pulpo a la parrilla y eso lucía de lujo, muy bien!
la verdad salimos muy satisfechos. buen lugar para pasar nuestro último día en esta linda ciudad.