Garito que me encontré de camino al gym. El nombre ya le da un toque motero que llamó mi atención. Lo mejor que tienen es la comida, que está bastante bien. Las sartenes(he probado dia distintas) están riquísimas, pero antes Asegúrate de tener las arterias limpias, porque son de las de atascarlas. La ensaladilla también está muy buena. Como aspecto negativo, el desorden del personal. A pesar de ser agradables(sobre todo las chicas), se olvidan de que les has pedido la cuenta, tienes que volver a pedirles la bebida cuando llevan tiempo sin traerla… cosas así. Pero bueno, como tampoco es nada muy grave y la comida está buena, yo lo recomiendo, al menos para probar un sitio baratillo y con comida más que aceptable. Actualización: He vuelto a ir un domingo con menos gente y el trato ha sido excepcional, y la comida seguía estando igual de buena… Le subo una estrella.
Juan Antonio B.
Tu valoración: 5 Valencia
Le pongo un 10 porque es un sitio tan sencillo pero que hacen unas hamburguesas buenisimas a un precio muy razonable y grandes muy clasicas sin tanto rollo de carnes raras, pero que estan en su punto de todo, os recomiendo la sepia ponen normalita la racion pero sepia sepia no pota y muy blandita y bien aliñada sin exceso de aceite, por lo demas no esta mal pero no es gran cosa, sinceramente os lo recomiendo por la sencillez y lo buenas que hacen estas hamburgues, añadiendo que da a una placita a 2 calles y es ideal para estar fresquito en verano, sobre todo para quien tenga hijos . Para un café de barrio en la plazoleta por la tarde tambien me gusta . Repito bar de barrio pero con gusto, sin embargo no os recomiendo menus entre semana etc, solo vale la pena los findes por la noche ir adrede si buscas algo sencillo.
Esther M.
Tu valoración: 3 Valencia
Si hiciéramos una encuesta entre los consumidores(probablemente haya miles de ellas) sobre que buscan a la hora de decantarse por un bar, la respuesta sería su precio, la variedad de platos y la calidad del servicio. Aunque su nombre invite a pensar que se trata de un bar de carretera, en realidad es un bar de barrio, cerquita de un parque. Su nombre es Ruta 66 y parece que hacen alarde de ese número porque casi son la cantidad de platos que ofrecen en su menú diario. La primera vez que comí allí tuvieron que repetir el menú unas 66 veces, sí. Había todo tipo de ensaladas; de verano, rusa, de pasta… muchísima variedad en los segundos platos. Era más difícil elegir entre tanto plato que hacer el examen de selectividad. Pero, tampoco era fácil acabárselo. Con lo poco que me gusta tirar la comida… pero imposible. Casi no llego al postre. Otra cosa aparte. Con lo que había costado decidir los platos, ahora a elegir entre tanto postre. Nada, melón y dejo de pensar. Y luego se me ocurrió tomarme un café bombón. Bombón me quedé yo después de tanta comida. Menos mal que con la sangría que me acompañó durante la comida veía las cosas de otra forma. Y todo eso por la dolorosa de 11 euritos(antes habíamos estado abriendo boca). Fue un buen comienzo de despedida de soltera. Pero no mía. Yo iba a comerme el mundo que la puerta del baño ya me había cantado«sombra aquí, sombra allá» mientras me miraba al espejo.