Restrepo Casas

Habíamos tenido algún problema con la empresa que venía a limpiar el garaje. Uno de los problemas eran sus malos modos, hacían su entrada triunfal por la rampa del garaje y si encontraban la puerta abierta saludaban con un «venimos a quitar la mierda que ustedes dejan». Otro problema es que venían a limpiar, pero no limpiaban, al menos no en este universo, quizás en alguno paralelo, y eso si venían, porque las últimas veces, después de haber movilizado la salida de todos los coches del garaje, ni siquiera aparecieron.
A cambio, un par de días después me encuentro que le he robado al ascensor a un señor con varios cubos de agua, que me comenta, muy amablemente, que está limpiando el garaje, lo que me recuerda que mi coche está fuera y, cuando regreso a media tarde, está limpio como nunca. La siguiente vez que me los encuentro están limpiando las puertas y el interior de los ascensores; un nuevo éxito de la limpieza y el brillo. A la tercera va la vencida y cuando los encuentro limpiando de nuevo les pregunto:
«¿Ya no va a venir más la señora que limpia el zaguán?» (otra crack de la limpieza de la que no me gustaría que la comunidad de vecinos prescindiera)
«Sí, vendrá cuando le toque. Nosotros estamos haciendo trabajos de acondicionamiento en todo el edificio. Hemos empezado por limpiar el garaje…»
«¡¿No me diga que son ustedes los que han limpiado el garaje?!
«Sí, si, somos nosotros» Responde el señor algo aturdido por mi efusividad. Ahí yo entiendo que quizás mi reacción le haya resultado demasiado asertiva y me replanteo lo de darle la enhorabuena porque quizás no es lo adecuado en estos casos, si no más bien para bodas y bautizos o ascensos. Lo reformulo para mí misma rápidamente y le digo con un tono más calmado.
«Me alegro mucho de haberme encontrado con usted y poder agradecerle lo limpio que lo están dejando todo. El garaje y la escalera brillan otra vez como si fueran nuevos»
El hombre sonríe algo más tranquilo:
«Sí, bueno hay que hacer muchas cosas y vamos poco a poco»
Me despido de él pensando que no me gustaría haberlo puesto nervioso, es que ha sido un salto cualitativo en sólo una pocas semanas, y creo que todo el mundo se merece una felicitación cuando realmente ha hecho un buen trabajo.