Érase una vez. En una ciudad muy, muy cercana… Un pequeño palacio rosa, con unas doncellas que hacían maravillas a las princesas que visitaban el reino, con su magia y polvo de hadas(purpurina). Este palacio, es propiedad de la Emperatriz Beatriz, y siempre está a disposición de agasajar a sus visitantes con una gran amabilidad. En el mismo hall del palacio, te reciben y te acompañan a tus aposentos para poder dejar tus pertenencias. Automáticamente, un séquito de doncellas se preocupan de que te sientas como en casa. Te ofrecen albornoces, y te permiten descalzarte. Una vez en el salón principal, es el momento de acabar divina de la muerte. Allí, las doncellas se transforman en verdaderas hadas madrinas, haciendo maravillosos peinados, manicura y pedicura, además de maquillaje de fantasía. Una vez listas, las princesas pasan al vestidor donde se engalanan para el desfile. Si! Pasarela incluida(donde se inmortalizan todos tus encantos). No hay mejor forma de reponer fuerzas que, sentarse alrededor de una gran mesa y disfrutar del gran festín que te han preparado. Y si hay ganas, puedes participar en el karaōke que hay en el gran comedor. Cualquier princesa que se precie acudirá presto a Princelandia. — — — — — — - Como veis es un lugar de cuento, la excusa perfecta para que las nenas(y las no tan nenas) pasen un rato entretenido con una sesión de belleza. Albergan celebraciones tales como cumpleaños y despedidas de soltera, aunque también están presentes en comuniones y baby showers. Recientemente, lo visité para una despedida de soltera y lo pasamos chachi piruli! Con 15 € por persona disfrutamos como niñas(durante dos horas). No contratamos banquete(por las horas) pero me encantó el montaje que tenían preparado para el siguiente turno. Trato amable, delicado, todo con mucho cariño y esmero. Desde luego que las pequeñas princesas se sentirán especiales. La quinta estrella no la he puesto por el simple motivo que encontré una carencia, los príncipes no «encajan» en el lugar. Supongo que les pintarán bigotes o barbas, pero no disponen de ningún atuendo o complemento para ellos. Aún así experiencia más que recomendable