Pabellón Polideportivo Universidad de Valencia

Para ser unas instalaciones deportivas de la Universidad de Valencia, con bastantes años a sus espaldas, debo decir que están geniales. Soy usuaria desde hace bastantes años y en varias actividades y siempre he salido contenta. Lo bueno es que ofrecen muchas actividades diferentes, con variedad de horarios. Tiene salas amplias y buen material. Aunque es cierto que el material podría cuidarse un poco mejor. Por ejemplo, los lastres que utilizamos en las clases dirigidas están un poco sucias.
También disponemos de mucho espacio para vestuarios. Las duchas estan siempre en condiciones, quizás porque poca gente de ducha allí. Aunque yo sí, desde e primer día. Tienes agua caliente y fría, y espacio de sobra para cambiarte
Por otra parte, el personal es muy agradable. Los monitores siempre son muy simpáticos y te echan un cable n lo que pueden. Además son jóvenes en su mayoría.
Otra cosa que me gusta es ese ambiente de colegueo que se crea entre todos. Es cierto que la mayoría somos estudiantes de la UV, pero también esta abierto a externos. Otro punto fuerte es el precio. Es más barato que a mayoría de gimnasios, seas o no de la UV.

Quien no hace deporte realmente es porque no quiere. Desde que descubrí el Servicio de Educación Física y Deporte de la Universidad de Valencia siempre que me establezco en la ciudad me apunto a algo. Es barato, las profesoras que he tenido hasta el momento me han gustado mucho y tienen buenas instalaciones.
No sólo los estudiantes de la Universidad pueden acceder a las clases, sino que está abierto para el público en general: estudiante o trabajador puede acceder a este servicio. Eso sí, los que estudian fuera de la Universidad de Valencia pagan un poco más, y los que no estudian pagan aún más, porque ellos tienen que sacarse la «tarjeta esportiva» que cuesta 62 euros y 110 anuales respectivamente. Luego además hay que pagar las clases cada cuatrimestre, pero éstas son realmente baratas si lo comparas con los gimnasios o clubs deportivos privados.
Hay un montón de deportes para elegir, solo en daza está: clásica, contemporáneo, flamenco, africana, hip-​hop, funcky, oriental, bollywood, biodanza, merengue, rock and roll, etc. además de yoga, pilates, deportes de riesgo (escalada, windsurf, etc.) y todos los deportes de equipo (futbol, balonmano, …). Buff, mejor consultar la página web.
Yo voy a danza neo-​clásica y estoy encantada. La profesora me gusta mucho y se adapta al nivel de los alumnos. Porque ahí hay de todo, desde gente que ya ha hecho sus pinitos en el ballet hasta los que empiezan de cero.
Lo malo es que quizás el deporte que te interesa se hace en un campus de la Universidad que no te viene bien. Sin embargo, las clases más populares se hacen en varios campus.
Hay secretaría en Tarongers y Burjassot, pero la principal está en el campus de Blasco Ibáñez.

Es sin duda la mejor opción en cuanto calidad precio para hacer deporte. Ofrecen una gran variedad de actividades tanto al aire libre como de interior así como un amplio horario. Sus instalaciones son excelentes, vestuarios cuidados y pistas y salas en perfecto estado. Permiten la posibilidad de reserva de campos para estudiantes con ganas de jugar al fútbol o cualquier otra modalidad que se pueda practicar allí. Tienen parking de bicicletas en la entrada por lo que siempre están vigiladas.
Como son muy listos, como todo no lo pueden abarcar, también organizan actividades extra como piragüismo u otros deportes que necesitan de un espacio más extenso. Los profesionales que allí trabajan están altamente cualificados, y en algunos casos proceden de la escuela Apta Vital Sport, la mejor de Valencia en cuanto a fitness y demás.
Altamente recomendado, sobretodo si te entra morriña y te apetece recordar tus años de universidad.

Aviso para navegantes. El Servei d’esports no es única y exclusivamente para la comunidad universitaria, está abierto — previo pago — a cualquiera que quiera utilizarlo. El precio de la «tarjeta esportiva» (que es lo que te piden para los que no son de la casa) no es desorbitado, creo que ronda sobre los 100 € que, al fin y al cabo, es lo que te cuesta ir a un gimnasio normal. A parte, eso sí, tanto ajenos como propios de la universidad, se han de matricular en aquellas actividades que quieran realizar. Lo único que entra en la tarjeta es el uso y disfrute de las instalaciones, que en el caso del de Blasco Ibáñez (aunque esté en Menéndez Pelayo) son unas cuantas pistas de fútbol, de tenis, básquet, voleibol, y alguna más entre las que no se encuentra el padel. Lo siento.
Respecto a las actividades, pues hay de todo y para todos los gustos. Desde el típico gimanasio y el también típico aeróbic, hasta llegar a cosas más exóticas como danza africana o biodanza. La oferta es amplia y barata, porque por unos 30 € por cuatrimestre te puedes poner en forma. Yo no he probado todas las actividades, pero si un par de ellas, y quedé muy contenta con la profesionalidad de los monitores. En definitiva, que si se vive por la zona recomiendo barajar esta opción si se tienen ganas de ponerse en forma.

Para bien o para mal, he pasado en estas instalaciones una buena parte de mi existencia. Aproximadamente, la mitad del tiempo en las pistas de tenis y la otra mitad en los campos de fútbol 7.
Su principales virtudes son dos: el precio y las múltiples disciplinas para las que el campus está habilitado: tenis; paddle; fútbol 7, 11 y sala; gimnasio; frontón, sala de actividades dirigidas y de baile; baloncesto, y prácticamente una pista de atletismo. En lo que se refiere al precio, la entrada general, que sólo han de pagar quienes no sean miembros de la Universidad de Valencia (UV), asciende a poco más dos euros. Una pista de tenis cuesta alrededor de 6, ó 4 con carné universitario. Más o menos lo mismo ocurre con el paddle. En confianza: no es lo correcto, pero si observas que las pistas están vacías, cabe la posibilidad de desembolsar únicamente los 2 euros del tique común y utilizar las pistas. En contrapartida, claro, puede que alguien las reserve e interrumpa tu juego.
A lo largo del curso académico, desde finales de septiembre hasta junio, durante la semana, incluido el viernes, no puede acceder aquel que no pertenezca a la UV, de no ser que lo haga pasadas las 21 de la noche. Los fines de semana sí se halla permitida la entrada. Sin embargo, aunque parezca extraño, es muy complicado encontrar entonces un campo de fútbol disponible. Se reúnen muchos asiduos, de entre 15 y 25 años, que acuden a jugar religiosamente. Prepárate para los triangulares. Muchas de las pistas de tenis, por otro lado, quedan ocupadas por cursillos.
En caso de estar matriculado en la facultad, las competiciones que se organizan son fantásticas, y tremendamente baratas. Los equipos de fútbol 7 pagábamos no más de 12 euros por persona por jugar prácticamente cada semana hasta las vacaciones de verano. Por cierto: mentalizaos para sufrir si jugáis contra los de FCAFE o IVEF, licenciaturas de educación física. En cuanto a las clases tenísticas, rondarán los 30 mensuales, a pesar de que aquí existe el inconveniente de que usualmente hay 6 ó 7 miembros por clase. Y, sinceramente, las bolas no se renuevan con suficiente asiduidad.

Completísimas. De verdad, aquí hay de todo: Pabellón habilitado para jugar a Balonmano, Fútbol Sala o Baloncesto, con grada y posibilidad de dividirlo en dos. Hay campos de fúbol siete que son a la vez uno de fútbol. Hay pistas de tenis, volley, basket y fútbol sala outdoor y pádel. Hay también una pequeña recta para hacer atletismo. Hay salas de musculación y otras salas habilitadas para hacer otras actividades, hay circuitos para gente que quiera preparar pruebas físicas para oposiciones… en fin que únicamente le falta tener una piscina.
Tengo gratos recuerdos de estas instalaciones, las ligas intrauniversitarias sobre todo las de baskey y futbol 7. En fútbol siete una vez incluso quedamos antepenúltimos (ese años nos salimos). Tambien esrecomendable para ir a correr algún día suelto etc.
El problema quizá es que durante la mayor parte del día, los campos están ocupados con la gente que está haciendo las actividades de pago de la universidad (los cursos de deportes) quienes, por supuesto, tienen prioridad absoluta.
En principio, la gente que no es de la Universidad debe pagar, pero os recomiendo que pidais un carnet a algún amigo o amiga y lo mostréis al entrar porque no suelen mirar la fotografía.

Suelo jugar bastante al fútbol, y más de una vez he ido a estas pistas a echarme un partidillo con los amigos. Bueno, a veces he ido sin amigos y allí mismo he acabado encontrando gente.
Son las instalaciones deportivas de la Universidad de Valencia. Hay un montón de campos, tanto de fútbol como de fútbol sala y por eso es fácil encontrar a grupos a los que les falta alguien para jugar.
Lo bueno de estos campos es que hay pocos en la ciudad. Casi todos están a las afueras de Valencia o son totalmente privados, donde solamente pueden entrar los equipos que lo mantienen.
Además de campos de fútbol y fútbol sala, también hay pequeñas canchas de baloncesto y parques de ejercicios. La última vez que fui, vi a un grupo de futuros bomberos entrenándose en uno de estos parques. Éstos, incluso cuentan con cuerdas de ascensión (cuerdas que nunca en mi vida conseguiré subir).
Los únicos inconvenientes de estos campos son: uno, que hay que pagar, y dos, que el horario para gente ajena a la universidad es muy limitado. Es poca cantidad, pero acostumbrado a no pagar ni un duro en mi pueblo, se me hace raro tener que pagar por practicar deporte, aunque es entendible por el mantenimiento que se les debe dar, tanto a los terrenos de juego como a los vestuarios que hay.
Respecto a los horarios, para las personas ajenas a la institución sé que son todos los días a partir de las 20:30 o 21:00, más hacia las nueve que hacia las ocho y media. Los fines de semana hay libertad de horarios.