Iba a ponerle 5 estrellas pero creo que no. Tienen un horario amplísimo, vamos que es raro que estén cerrados. La verdad es que como cafetería y lugar de reunión, encuentro a este sitio como un lugar idóneo. Tiene una amplia barra que da la vuelta al local, donde uno también puede tomarse algo rápido. A ambos lados de la barra tenemos mesas para sentarnos, a un lado es como cualquier cafetería y al otro es un estilo muy americano y que lo caracteriza. Fuera dispone de terraza. La verdad es que no le pongo 5 estrellas porque la cocina, en todos los años que conozco este lugar, flojea un tantito. Por lo demás esta bastante bien.
Torcuato I.
Tu valoración: 1 LO, Italia
Lo único bueno, que tienen camareros que son auténticos robots eficientes que no piden días libres(hay que verlos en plena semana fallera), no se cansan y no se quejan de la remuneración.Por lo demás, pues, un típico bar de centro, con sus precios de centro y su coca-cola pequeña, muy pequeña a precio grande.
Natalia C.
Tu valoración: 4 Valencia
Me encanta este bar cafeteria, es incombustible, siempre esta abierto, a la hora que sea cualquier día de la semana todos los meses del año. Los camareros son majos, van con traje, son eficientes y no se les pasa ni una. No se cómo seríà la decoración hace años, pero tiene pinta de no haber cambiado en treinta años. Vamos en dos palabras UNCLÁSICO. En cuanto a la comida no puedo opinar mucho ya que normalmente he ido a tomar cañitas, alguna tapilla y cortados, y todo estaba más que correcto. Para mi es un sitio de toda la vida de mi barrio que nunca falla.
Manuel E.
Tu valoración: 4 Valencia
Eran otros tiempos, buenos tiempos, y la Fnac de San Agustín organizaba preestrenos gratuitos de películas interesantes cada dos por tres. Las entradas se podían recoger los sábados por la mañana, y mi buen amigo el señor Briega y yo siempre estábamos por allí(como en cualquier situación en la que coincidan las palabras«gratis» e «interesante»). El caso es que para nosotros era impensable un sábado sin: a) entradas de cine gratuitas, y b) un buen desayuno en el New York. No he llegado a ver esa réplica de la Estatua de la Libertad en la puerta de la que hablan otros Unilocalers(¡ojalá!) pero, para monumento, las tostadas que preparan en el interior, ya sean con tomate o simplemente con aceite y sal, que yo soy de los de acompañar el café con leche con algo salado. El local, bastante amplio(siempre hay sitio, ¡genial!) y con buena distribución, tiene tanta solera como sus camareros y su clientela habitual, el servicio es numeroso y atento, los precios son decentes teniendo en cuenta la ubicación(bien céntrico, a medio camino entre San Agustín y plaza España) y cuenta con terracita y, sobre todo, con esos adorables bancos empotrados que le dan ese punto extra de encantadora privacidad a tu mesa. Bonus para el local en forma de anécdota: una tarde en que la cafetería estaba especialmente concurrida me olvidé allí una bolsa con un montón de cosas de considerable valor en su interior(consola portátil, libro electrónico, reproductor de mp3 y cartera, entre otros… sí, soy así de listo). No me di cuenta hasta que ya estábamos llegando en coche a mi casa, en la otra punta de la ciudad. Mi acompañante(bellísima persona número uno) condujo de vuelta hasta el New York, donde uno de los camareros(bellísima persona número dos) había visto mi bolsa y la había puesto a buen recaudo, así que yo sí puedo decir que un bar me ha salvado la vida. Conclusión: el diez que le doy al servicio se convierte por arte de magia en un once.
María Q.
Tu valoración: 3 Valencia
Cafetería mítica de la calle San Vicente y lo digo porque la he visto años y años allí, y mi abuelo la debió de ver unos cuantos también. La estética es fantástica. Aparentemente cutre al entrar, observas el encanto de cada rincón en el que los años 50, 60, 70, 80 han ido pasando y dejando cada uno su huella. Parece una catedral que ha sido remodelada en varios estilos arquitectónicos pero en bar. La barra es de los 50, el suelo de los 60, los cuadros de NY que cuelgan de sus paredes de los 70, los baños, ejem, puede que la última vez que pusieron papel de váter fuera en los 80, aunque el encanto que tiene y el carácter de bar, bar ¡para mi es lo que se lleva ahora en el 2013! Los camareros van vestidos de camareros, hay muchos y no paran de moverse arriba y abajo. He ido a almorzar con una amiga que vive por el barrio alguna vez y nos ponemos siempre en la parte que subes un escalon y que tiene un ventanal a la calle. Dentro hay ambiente, mucho abuelito y señores de carajillo y puro(sin puro ya, lo siento) y en los laterales que dan al baño hay mesas de esas empotradas en la pared con bancos para sentarse con respaldo de piel, muy auténtico, si esa piel hablara… Me gusta el ambiente matutino pero seguro que por la tarde también tiene su aquél. Tienen un menú, que no he probado, batante bien de precio y hay muchas tapas en la barra para acompañar a la caña. Ampliaremos horario de visita al New York, desde luego.
César C.
Tu valoración: 3 Barcelona
Como cuentan otros Unilocalers, antes este bar tenía fuera una réplica de la Estatua de la Libertad. Actualmente las únicas referencias a Nueva York son unos cuantos cuadros en las paredes. Las mesas y bancos para sentarse son de un estilo peculiar, aunque un poco anclados en un pasado que fue mejor. Los camareros van un poco a su rollo y hay que llamarles más de una vez si estás en la barra para que se enteren.
Jaime B.
Tu valoración: 4 Valencia
A este bar, le tengo mucho cariño pues era el bar que más frecuentaba de mi antiguo barrio, en el cual estuve viviendo cerca de 4 años. A pocos metros de Plaza España se encuentra este bareto, donde iba a tomarme mis tostadas y café casi todos los fines de semana. Siempre me sentaba en los asientos pegados a la pared(típicos americanos) y ojeaba el periódico y las fotos de New York que el local tenía en sus paredes(de ahí el nombre del local) Lo que más me flipaba de ese sitio, era la cantidad de camareros que tenía. Perfectamente podían haber 10 clientes una mañana, desayunando y un total de 6 camareros, alguno de ellos no muy simpáticos pero todos con su uniforme perfecto, de color negro y su delantal blanco, estudiadamente colocado
Inés B.
Tu valoración: 3 Valencia
Aunque sea una cafeteria con una pinta algo decadente, no deja de fascinarme por su pinta«vintage», como se suele decir hoy en día(aunque en realidad el termino sea más adecuado para designar cosas todavía más antiguas…) Parece que se ha quedado parada en el tiempo, tanto las mesas y las sillas, como los empleados y hasta los mismos clientes! Quizás sea por eso que me resulta tan atractiva… Casi en el centro de Valencia, está en un sitio de paso, lo que invita a entrar y tomar algo cuando se va hacia el centro. Tiene terraza, pero por su localización acaba por molestar estar fuera en la calle, por la gente que pasa(que es muchísima) y por el ruido de los coches que están siempre pasando.
Ramón A.
Tu valoración: 2 Valencia
Esta cafetería es una de las más emblemáticas y reconocibles de Valencia, y está ubicada en una zona céntrica y accesible. Realmente es una pena que este local de nombre tan atractivo, haya conocido tiempos mejores, ya muy lejanos. A ojos de un «forastero» puede pasar como un bar anticuado y hasta cierto punto rancio, pero yo sigo viéndolo con cierto cariño, debido a las horas de tertulias compartidas con amigos a lo largo de estos años. Siento nostalgia al recordar los momento en que su decoración con imágenes de la ciudad norteamericana, el cuidado atuendo de los camareros y su mítica estatua de la libertad en la terraza eran un reclamo para todo aquel que pasaba por la zona. Hoy día, la estatua ha desaparecido y este local envejecido y caduco pasa casi desapercibido para los viandantes entre la oferta de nuevas y atractivas cafeterías; no obstante, ahí sigue, herido, pero aguantando el paso del tiempo.