Admiración profunda es lo que me suscitan propuestas como la de La Regadera. Tener un sueño tan bonito, apostar por él y materializarlo alimentándolo cada día con cuidado y dedicación. Apenas entras en La Regadera ya pasas a formar parte de este proyecto envuelta por los vivos colores de las paredes, los sillones de lectura, las mesitas para tomar un té con los amigos, los libros y la luz que inunda el local. En esta casa sana, en toda su extensión, te sientas a la mesa para compartir la experiencia de comer con tus amigos o con otras personas que llegan y se sientan a una de las dos mesas amplias y acogedoras de La Regadera. El menú es único, siempre vegano, bio, y muy abundante. De hecho la mayoría no nos lo pudimos terminar. El primero fue una ensalada fresquita con base de salsa de umeboshi muy bien presentada. El segundo mijo con verduras que suscita mi única crítica y es que a mi entender esta propuesta funciona mucho mejor en los meses fríos por su capacidad de calentar el organismo, aún así estaba rico. El postre era fruta que podías elegir del frutero que había sobre la mesa. La Regadera respeta tu criterio acerca de cuánto deseas o puedes pagar por la comida, es por esto que hay un bonito cofre sobre una bonita mesita en la que depositas el dinero. Una bella experiencia.
Rosana H.
Tu valoración: 4 Paiporta, Valencia
Hay un modo de vida, un estilo y una idiosincrasia diferente en el barrio del Cabañal. Valencia creció como ciudad de espaldas al mar, separada de los poblats marítims unos kilómetros que ya no existen, porque en medio se han construido barrios nuevos. No existió un puerto comercial y logístico real hasta el siglo pasado. Antes de eso, la pesca aquí era tradicional, familiar, y las personas cuidaban unas de otras con el mismo interés con que se hace en pueblos pequeños. Por eso hay una reivindicación organizada, en contra de los nuevos planes que quieren acabar con un barrio desgastado, ajado y lleno de cicatrices, visto desde la perspectiva de los que sólo entienden cómo interesante todo lo nuevo y lo que sube alto, y no caen en la cuenta de que, al fin y al cabo, como personas que somos, ninguno de nosotros levanta mucho más de metro y medio, quizás dos metros del suelo. Simplemente paseando por el barrio te das cuenta de que es distinto de la Valencia«antes muerta que sencilla» que creció al otro lado del Pont del Mar. Pero por si acaso queda gente que todavía no se haya dado cuenta, en esta asociación cultural; la Regadera, se reúnen para contárselo a todo el mundo y desarrollar todo tipo de actividades culturales: exposiciones, recitales de guitarra, talleres de biodanza… y además invitan a todos a participar. Si no estás muy seguro, siempre puedes entrar y probar el menú del día, moverte por allí, entre la família, o tomarte simplemente un café y quedarte un rato a mirar, mientras decides si te quedas y juegas, o te vas.
Maria V.
Tu valoración: 4 Valencia
Soy carnívora y siempre lo seré. Me gusta el jamón y me gustan las hamburguesas, aunque he de reconocer que la comida vegana me despierta cada vez más curiosidad, y esto creo que es desde que fui un día a comer a la Regadera. La experiencia me encantó por el ambiente tan especial que allí ser respiraba. Era como si estuvieras comiendo en el salón de tu abuela, en parte por la decoración pero mayormente por el hecho de tener tu que levantarte a por los platos y la comida. Técnicamente, la regadera es un espacio cultural y vegetariano, ¿y eso como se come? pues organizando multitud de charlas, talleres, cursos y, sobretodo y ante todo preparando comida vegetariana. Cada día el menú es diferente. Yo he ido un par de días, uno de ellos nos dieron para comer pasta con brócoli y provolone que estaba para morirse. Además, si no recuerdo mal, los viernes te dejan la cocina libre para que cocines tu lo que quieras. Siempre que sea vegetariano, claro. El sitio lo recomiendo para ir a comer, porque los precios y la comida son buenos. Pero la Regadera también es una opción a tener en cuenta para tomarte unas cervecitas al caer la tarde. Y si es después de un día de playa, mejor que mejor.
Marta P.
Tu valoración: 4 Valencia
Cuando vas a comer a La Regadera es como ir a comer a casa de tu tía.Es un espacio cultural y gastronómico vegetariano, por lo que además de servir comidas organizan actividades, talleres y charlas. Al entrar hay un saloncito amplio con sillones para tomar café o una cerveza tranquilo. Tienen un rinconcito para niños con una pizarra enorme en la que alguna vez he visto a los niños jugando a ser maestros y poniéndose exámenes los unos a los otros. También tienen una maquina de coser a disposición de quien quiera utilizarla. A cambio puedes dejar una ayudita para comprar hilos u otros accesorios para la labor. De este saloncito, pasando por un patio, con sus plantas y todo, pasas por la cocina. Es muy chiquitita y ves a la chica cocinando. Hacen solo comida vegetariana y cada día cocinan cosas diferentes, por lo que hasta que no estás allí no sabes qué vas a comer. Es una sorpresa. Y decía lo de que es como ir a casa de tu tía porque si hay mucha gente eres tu mismo el que coge los cubiertos y echas una mano a sacar los platos de la comida. Encima de la mesa hay un frutero del que te sirves tu mismo. Y al terminar recoges la mesa, pero eso sí, todo por un precio irrisorio. En alguna ocasión también puedes hablar con ellos y se prestan a que te metas tu mismo en la cocina y prepares algo especial para tus comensales. Y para acabar te ofrecen la forma perfecta de acabar la semana: los domingos hay sesion de cine por la tarde-noche. No lo dudes y hazte socio de esta asociación!!!